El sistema municipal de salud estuvo "a 2 camas del colapso"
Tras casi un año de pandemia, el Jefe y especialista en Terapia Intensiva, Iván Recabarren, evaluó la necesidad de dar mensajes más claros, cuestionó la gestión de la salud más allá de la política y calculó que para abril buena parte de la comunidad estará inmunizada.
En una entrevista con EL POPULAR, el Dr. Iván Recabarren –Jefe del sector de Terapia Intensiva del Hospital "Dr. Héctor Cura"- y especialista en el área dijo que "dos o tres veces estuvimos al borde del colapso", en torno al nivel de ocupación de camas. "Fueron sobre todo dos o tres ocasiones marcadas donde estaba todo lleno. La capacidad para la guardia, internar pacientes agudos, la Clínica Covid y las camas de terapia intensiva". Dos o tres momentos de los que quizás la comunidad de Olavarría no fue consciente de que se encontraba al borde del abismo.
"En un momento, por un par de días estaba todo saturado ¿entendés? Sin camas disponibles, al borde del precipicio. Si caían dos pacientes más para ventilar, ahí ya no habría habido lugar", sostuvo sin vueltas.
Aunque, "si bien nunca llegamos a esa posición de película o de otros lugares que hubo que hacer algún sistema para recibir pacientes, nosotros teníamos todo lleno. Con las capacidades personales al límite, porque se han solucionado guardias con enfermeros cuando no es lo adecuado" explicó.
Y ahí es cuando no importa cuántos cohetes uno quiera comprar, si no hay personas para que los manejen. Parafraseando al Secretario de Salud, Germán Caputo, que se lo explicó así al intendente Ezequiel Galli, y éste a los medios en una conferencia de prensa. El recurso humano es fundamental siempre, pero en el medio de una pandemia, mucho más.
A poco de cerrarse el primer año de una pandemia en la ciudad, el Jefe de Terapia Intensiva se permitió calcular "cuándo se podrá decir que esto pasó", qué se aprendió, y qué se podría mejorar.
"Nosotros no somos dueños de los números si a nivel social no se hacen los cuidados pertinentes. Lo más importante como gestión de salud pública se juega en la comunidad" remarcó una y otra vez para exponer la realidad de un sistema de salud desgastado, agotado desde hace 3 meses y con todas las esperanzas puestas en la vacuna.
"Vos sabés que hay un día donde esto va a dejar de ser un problema creciente. ¿Será en un par de meses? Bueno. Tenemos una ventana de dos meses donde el panorama se puede poner muy feo y encima tenemos, a diferencia de aquel momento –el pico que atravesó la ciudad con más de 100 personas registradas por día con Covid-, los problemas de salud que habitualmente nos comprometen".
Al menos, "en este momento por ejemplo, tenemos 4 pacientes ventilados por trauma que someten al sistema a un estrés muy grande, en capacidades de profesionales, de enfermería, de especialidades" contó, para dar cuenta de la ocupación del área que registra un 80%. Hay 20 camas.
En ningún momento maquilló la situación. "Uno sabe que el sistema está crujiente y no es sólo por la pandemia". No quiso exagerar, ni alarmar, pero hay que ser claros dijo. Como entendiendo que quizás el comportamiento social a veces se ha relajado o descuidado porque desconoce estás realidades.
Y consideró a modo personal: "el mensaje debería ser más contundente, porque no nos sobra nada". Nada. Y mucho menos personal.
"Creo que habría que dar un mensaje menos contradictorio", lanzó.
A la falta de empatía, al desinterés, a quienes no pueden aguantar las restricciones o son "anti vacunas", también a esas personas apeló para pedir ayuda y que el sistema de salud no colapse. En su sector es donde las personas se mueren. Y con eso conviven, con ver los números crecientes de una película que ya sabemos dónde termina.
No alcanza con trabajar doble turno y dejar "la vida" en pausa un año. "Tenemos recursos que en otras Municipalidades no, pero son recursos limitados, no es infinito. Y creo que habría que dar un mensaje menos contradictorio. Por supuesto que hay que proteger la economía que es parte de la salud, es un todo social. Comparto las inquietudes económicas, pero el mensaje tiene que ser más contundente hacia la sociedad porque no tenemos recursos ilimitados. Tampoco lo tienen los franceses", ejemplificó.
"Por distintas cuestiones que pudieron pasar y por suerte no pasaron, el sistema estuvo expuesto".
Todo el tiempo lo repite, porque consideró que no siempre se comunicó la fragilidad con la que se atravesó este primer año de la pandemia dentro del Hospital Municipal. Y quizás eso ayude a que la población se cuide más, se contagie menos, se mueran menos.
Todo el tiempo al borde del precipicio. Los servicios debieron muchas veces funcionar con menos personal del adecuado, todos haciendo un poco más que su mayor esfuerzo y quizás, por fortuna el sistema no colapsó. "Por distintas cuestiones que pudieron pasar y por suerte no pasaron, el sistema estuvo expuesto" contó. Por ejemplo: hay dos kinesiólogos dedicados full time al área, si se hubiera enfermado uno de ellos, "hubiera sido una catástrofe".
"No siempre alcanzó la enfermería, no siempre tuvimos la situación ideal de enfermería. Los médicos tuvimos que estar disponibles con mucha más atención que otras oportunidades, hubo un par de médicos que tuvieron Covid" y eso significa que se tensionó el sistema porque "no cualquier profesional puede ir a ocupar ese lugar".
Y mientras, convivir con "el bicho", "la muerte", "la cabeza" y los números que exponen el comportamiento social en el marco de una pandemia que mató a millones de personas en el mundo y 96 en Olavarría.
¿Qué se aprendió?
Recabarren destacó "la experiencia que tenemos sobre los pacientes que atendimos antes, te hacen más competente para lo que viene después. Pero por otro lado, creo que si las cosas se hacen bien no nos debería costar de la misma manera la segunda ola que la primera. Porque estamos más preparados y también porque la gestión de los tiempos, la circulación en la comunidad se puede hacer mejor porque ya sabés lo que puede pasar". Y volvió a poner en el centro de la escena a los comportamientos humanos, las responsabilidades que aceptamos o no al cuidarnos y cuidar al otro, al punto tal, que cuidamos el sistema de salud que vive al borde del precipicio.
Criticó la falta de dureza en las medidas, o la poca rigurosidad desde el Ejecutivo. "Yo creo que acá se ha amagado muchas veces en ‘vamos a cerrar, vamos a cerrar’, y nunca se volvió atrás. Una sola vez. Creo que con un mensaje más claro, si se exponía la situación que vivía el sistema de salud hubiese sido más comprensible para la comunidad y ser más estrictos con muchas cosas".
El sistema no tolera 100 contagios de Covid por día.
"Si vos me preguntás que aprendimos de la pandemia, bueno... Cuando los contagios aumentan, y vos ves la curva de progresión en aumento –como ahora- bueno, ya aprendimos que no podemos volver a pasar los 100 por día porque el sistema después no lo va a tolerar" explicó.
‘El estrés sobre el sistema’ o el riesgo de colapso "se ve días después de cuando se conoce el número de contagios, o "los números". Vos tenés 70, 50 casos por día… Después caés de vuelta a 50 y subís a 70, bueno ya sabés que en una semana vamos a estar mal. Entonces ahí me parece que faltan ciertos reflejos" alertó sobre la importancia de ser concretos en la determinación de las medidas que orientan el comportamiento social.
Más que dulce Abril
Recabarren está lejos de decir que "esto ya pasó", muy por el contrario. Él y su equipo han padecido maltrato, "la bronca de las personas que perdieron a sus seres queridos. Porque vos también tenés que entender lo que está viviendo la otra persona".
Reconoció que hay trabajadores que necesitaron contención para poder seguir. Hay "mucha gente con asistencia psicológica por esto que vivieron, la gente lo ha vivido de muchas maneras diferentes, no todos estamos preparados de la misma manera". Y se soltó, "la verdad que ha costado mucho y me parece que cuando esto ‘termine’ o amengüe, que yo creo que para marzo - abril deberíamos estar con un buen porcentaje de vacunación, más la gente que ya está infectada digamos. Van a juntar un número de gente inmunizada, hasta ese momento no podemos decir que esto pasó, no podemos decir… porque hay mucha gente al borde, ahí justito". Todo el tiempo al límite, no sobra nada ni nadie.
El equipo del sector de Terapia Intensiva que encabeza el especialista está compuesto por 2 kinesiólogos estables más 2 de apoyo. En enfermería hay 2 a 4 por cada sector, es decir Terapia y Unidad Coronaria e Intermedia, "4 más 4 en el mejor momento de enfermería". Porque "en teoría debería haber un enfermero por cada ventilado, así que se pone difícil eso" dijo para dar indicios de cómo los y las enfermeras jugaron un rol fundamental tanto para dentro como para afuera durante el primer año de la pandemia. En la verdadera primera línea de fuego.
Y el equipo se completa con un médico de guardia de Unidad Coronaria "que se arremangó y ayudó y formó parte, otro médico de terapia dedicado a Covid y tenemos otro médico que atiende otras situaciones. Aunque muchas veces somos los 3 médicos corriendo de acá para allá".
Un mensaje a la población
Sobre el final, consultado respecto si en el área los profesionales de la salud ya se han vacunado, contó que "en general, la actitud fue vacunarse. La gran mayoría se vacunó o se quiere vacunar".
Y aprovechó para enviar un mensaje a la comunidad respecto de "las vacunas": "está claro que las vacunas, ninguna, tiene el certificado que no va a hacer nada malo a largo plazo porque no hubo tiempo para poder evaluar eso. Lo que no está en duda es que te inmunizás. Sabemos que generás los anticuerpos como si hubieras tenido la infección, sabemos que la inmunidad celular se genera de la misma manera que con la infección, porque la inmunidad se queda. Lo que pasa es que los riegos cuando te das la vacuna existen, pero los beneficios sobrepasan ampliamente esos riesgos".
Entonces, a modo de conclusión se puede afirmar que se aprendió, hay experiencia, hay necesidad de comunicar mejor y exponer la fragilidad del sistema. Ahora, ¿qué se podría mejorar para encarar el segundo año de la pandemia?
"Yo creo que se pueden arreglar algunas cuestiones tecnológicas de soporte, pero hay que reconocer que los recursos son limitados. Los recursos se pueden adecuar un poquito más. La Municipalidad está con severos problemas económicos y eso condiciona mucho qué se puede hacer y qué no. Se pueden hacer muchas cosas todavía, pero creo que lo principal no está dentro de las camas de terapia o en las camas de clínica, o en la guardia. Está en la comunidad, en frenar el contagio". Y advirtió: "podría pasar que si no cerramos un poco más, nos va a terminar ahogando esa combinación de no tanto Covid, pero sí mucho más de lo otro".
La gestión de la salud y la política
R.R.
Sobre el pago, el reclamo del pago de las guardias y el trato a los trabajadores de la salud, Recabarren contó que "el régimen laboral no sufrió ningún cambio en el marco de la pandemia. Este gobierno local como el anterior nunca respetó una carrera profesional. Entonces de esa forma se cometen todo tipo de irregularidades que los profesionales terminan aceptando porque en ese momento representa una remuneración mejorada, pero a la larga significa más ingresos en negro. La forma de pagar las guardias, la forma de no categorizar es terrible porque desgasta el sistema".
Y en estos tiempos, donde la realidad los exprimió al máximo, el Jefe indicó que "vos como profesional ponés más y deberían tratarte mejor, y no solo una retribución monetaria" soltó.
Porque, como según lo entiende "hay una cuestión de gestión de salud que no es propia del Municipio de Olavarría, sino quienes administran la salud. O es un político de la salud o un político directamente. No hay gestión de la salud independientemente del partido político y eso impacta en las capacidades de respuesta del sistema" remató.
Apuntó a la coordinación de la Región Sanitaria y dijo "es estrictamente político y no por capacidad o de gestión a largo plazo, ni forman parte de una carrera profesional. Entonces cualquier comentario respecto de cómo son las condiciones laborales, dependen de esta cuestión".
Respecto del trabajo del secretario de Salud, Germán Caputo al frente de "la batalla" dijo que "es una buena persona, muy dedicada, honesta pero creo que muchas veces las decisiones claves no las tomó".
Cuestionó las decisiones que ha tomado el "comité de crisis" y dijo "creo que muchas veces las decisiones no fueron tomadas con un criterio profesional de salud. Si bien creo que el Dr. Caputo hizo lo mejor que pudo dentro de ese ámbito, donde no hay una gestión de salud desligada de los vaivenes políticos, lo hizo bien".
Hay un "espacio para ser escuchados pero las respuestas son amargas" dijo respecto si pudo plantear estas situaciones "para adentro". "Las conversaciones son amargas y nadie dice que no. Yo creo que se pudo haber hecho mejor".
Virus y muerte
Hubo un momento de la entrevista en el que el tono de Recabarren cambió. La pausa se hizo más larga porque "la gente se está muriendo sola. Son cosas que no se tienen que vivir, que debemos evitar vivir. ¿Cuántos muertos consideramos aceptables para evaluar cerrar más o menos? Andá a explicárselo a la familia de las personas que se murieron, que se están muriendo con la enfermedad a cuestas. Acá hay muertes directas por esta infección. Hay infecciones evitables si hacemos las cosas bien. Se traduce que si nos contagiamos menos, hay menos gente grave y si hay menos gente grave, va a haber menos gente que se va a morir. Y también menos gente se va a morir porque el sistema va a estar en mejores condiciones para atender 5 que para atender 10".
Porque como dijo, no hay que ser matemático para darse cuenta. "Los efectos sobre el número de personas que circula con el virus produce un riesgo de muerte determinado". Punto.
Están quienes no aceptan las restricciones o consideran que se atacan sus libertades, sobre este punto el especialista fue durísimo: "lo que tienen que entender es que están aceptando que haya un número de muertos mayor. Eso significa un número de muertes más".