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Antinomias hubo siempre; modos antagónicos de ver la vida en un concepto más amplio; la sociedad, la economía y la política en cuestiones más específicas hubo desde que el ser humano puso un pie sobre este planeta.

En algunos países, como Estados Unidos a mediados del siglo XIX, y España en la década de ‘30 de la pasada centuria, cuando las posturas se hicieron irreconciliables llegaron a dirimir sus diferencias en guerras civiles.

En la Argentina contemporánea, quizás con un punto de inflexión en aquel conflicto que enfrentó al primer gobierno de Cristina Fernández de Kirchner con la patronal agropecuaria en 2008 apareció una palabra nueva, que en lo fáctico de novedad no tenía nada: "la grieta".

Se llegó a hablar de un nivel inédito de confrontación sobre el mismo suelo que disputaron "morenistas" y "saavedristas" en la Revolución de Mayo; unitarios y federales, que cuando se quedaron en el poder a la vez se dividieron entre 1830 y 1852 entre "doctrinarios" y "apostólicos".

Luego aparecieron en la arena ideológica los autonomistas y mitristas; llegaron "crudos" (Partido Autonomista) y "cocidos" (Partido Nacionalista) entre 1862 y 1880; el clásico entre radicales y conservadores hasta la irrupción de Juan Domingo Perón en la política argentina, y a partir de 1946 peronistas y antiperonistas que, con distintos ropajes, aún subsisten.

Se diferencia la antinomia hoy en que ha sido rociada por camiones cisterna de combustible por los mismos actores mediáticos / empresariales que dicen rechazarla, y la presencia de un actor jovencísimo llamado redes sociales.

A días de una nueva compulsa electoral, ¿cómo la perciben y cómo la transitan los profesionales de los medios de Olavarría, tan lejos y tan cerca a la vez del epicentro informativo nacional?

"Si bien la grieta es un fenómeno que, como nombre, tiene un par de años, nació en el marco del kirchnerismo y sus diferencias con los grandes medios, si uno mira la historia argentina y de todos los pueblos siempre ha habido diferencias en torno de los preceptos de país, de comunidad, y de la humanidad que uno quiere construir" comentó Paula Bottino, periodista de Verte.tv

"Esto relaja bastante la mirada. No soy de los que piensan que en la Argentina hay divisiones y en Chile, México o Uruguay no. En todos lados existen, porque la gente y los líderes de cada pueblo tienen distintas miradas. No existe uniformidad en la manera de ver las cosas o de resolver los problemas", sostuvo.

Paula niega los términos binarios y propugna un diálogo amplio más allá de las divergencias.

"Como periodista dialogo con todos los actores políticos y eso suma pluralidad a la hora de construir cualquier tipo de noticias. Pero, no siempre es lo que sucede" admitió.

Su experiencia personal reflejó que "en general no he tenido acusaciones abiertas de nada, sino todo lo contrario. Por lo menos lo que me han referido, no sé lo que no me dirán. No me ha pasado que me digan que no estoy mostrando todo, o no estoy consultando a todas las fuentes sobre tal tema".

"Sobre todo en mi experiencia al aire en Radio Olavarría, tampoco me pasó que la gente me involucre en la grieta, porque yo también hacía un ejercicio permanente de la pluralidad. Nunca sentí que me echaran en cara nada, y el esfuerzo por la pluralidad de voces es algo que traté de hacer en forma consciente y permanente" recordó Paula.

Sentó postura, y afirmó que "nunca me gustó hacerme eco de cosas que lo único que buscan es romper todo, y a la larga eso construye. A lo mejor uno tiene menos noticias, menos seguidores en términos de redes sociales".

A pesar de su juventud Alexis Grierson ha edificado una sólida carrera dentro del periodismo político, primero en las páginas de EL POPULAR y ahora en el sitio Central de Noticias.

"La polarización entre las dos grandes fuerzas estuvo más marcada en las elecciones de 2019 que en estas elecciones legislativas" opinó y acotó que "trabajar en grieta es complejo, porque es muy difícil lograr un equilibrio".

Observó que quedó muy clara "en los últimos anuncios de obra y quién las financia. El intendente Galli anunciaba obras que eran financiadas con fondos nacionales y provinciales, entonces se despertaba el enojo de los funcionarios, militantes o referentes del gobierno nacional o provincial, pero al mismo tiempo uno entiende que la decisión política de dónde aplicar esos fondos es del Intendente. Y ahí es complejo que los dos espacios queden conformes".

Alexis habló del negocio de la grieta: "Hay un beneficio. Hay un espacio que critica al otro, y de enfrente se cuestiona de la misma forma. Me parece que eso responde a la necesidad de un rival para sostenerse".

"Los perjudicados son siempre los mismos, los ciudadanos. Son dos proyectos de país tan antagónicos, que en una alternancia de gobierno que ya lleva tres períodos de gobierno vimos tres países distintos, y no para mejor" evaluó.

En su rol profesional, hizo la comparación con las "acusaciones" al periodismo deportivo. "El que es afín al gobierno de Galli dice que somos kirchneristas, y los del otro lado si publicamos algo de Galli nos acusan de macristas. Es la típica, aunque hay un lema en el periodismo que dice que si te putean todos es porque estás haciendo las cosas bien".

"Son prejuicios naturales, que no están bien y uno entiende que hemos llegado a un punto donde la diferencia es demasiado profunda" consideró Alexis.

En cuanto al público, describió que hay "una naturalización de la grieta" que se ve en redes sociales.

"Siempre piden un mayor peso informativo de lo que piensan o de lo que creen. Persiguen reforzar sus propias creencias en lugar de buscar la pluralidad y se apoyan en medios afines, por eso hay una gran crisis del periodismo. Porque hay sectores que lo aprovechan y se recuestan para un lado de la grieta sabiendo que tienen un público cautivo y el ejemplo más claro es TN vs C5N" apuntó.

Josefina Bargas, una de las plumas más respetadas de este Diario, repudió una corriente contemporánea que busca, sobre todo en redes sociales, amordazar al periodista inclusive desde el mismo periodismo.

"Cuando alguien dice alguna crítica de cualquier sector político, económico o social, el otro bando inmediatamente le responde ‘ah, criticás X, pero antes no criticaste Z’. Primero es un reduccionismo total, y después no sé por qué lo que se hizo en el pasado no puede habilitar una crítica o la observación en el presente" reflexionó.

"Se presenta como un pedido de coherencia, pero en realidad lo que buscan es la obturación de la crítica y la anulación de toda posibilidad de cambio. Me molestan mucho ese tipo de cuestionamientos que se hacen a los periodistas" confesó.

En el marco de la "grieta" Josefina percibe en Olavarría "un señalamiento de acuerdo con lo que escribís. Según cuánto y con quién hablás te identifican de uno u otro lado. Sucede lo esperado, que son los comentarios en las redes, de los lectores anónimos, pero también los mismos dirigentes que uno suponen deberían conocer las reglas del juego".

"Aparecen esos preconceptos sobre que uno defiende a alguien o ataca a alguien. No siempre apuntan a un periodista, sí cuestionan el contenido de una nota en función de cómo se presentó a un entrevistado, o una situación, o cómo se enfatizó o no la responsabilidad de cierta gestión" marcó.

"No es lo mismo ser oficialismo que ser oposición, por supuesto, pero los hace estar tan a la defensiva que esa situación lo transforma en ataque y uno queda en el medio de ese fuego cruzado" señaló.

"La lectura que ellos tienen del escenario es que esta pugna tiene dos bandos y si uno no está en el medio es porque está con uno de los dos bandos" graficó Josefina.

"Por supuesto que no es nuevo, que ha existido siempre, pero sí hay mayor fuego. Me da la sensación que desde 2012 en adelante se ha acrecentado la identificación. Las personas que participan activamente de esos lados de esta grieta identifican al del otro lado no como una identidad política sino como una identidad general y ahí donde creo que se ha magnificado el enfrentamiento, azuzado por intereses mediáticos y empresariales que en general se alimentan y necesitan de esto" manifestó.

En las devoluciones de público identificó "críticas desubicadas, con preconceptos instalados y tratan de que lo local encaje en esos preconceptos. Muchas veces no me ha pasado en lo personal, pero las veces que me pasó me chocó mucho, porque como no hay igualdad en el intercambio no nos podemos enganchar a responder".

Jorge Scotton, director del sitio "En Línea Noticias" también abordó la cuestión del periodismo en tiempos de grieta.

"Me parece que hay una fuerte influencia de la política nacional en los movimientos que hacen los políticos locales, y estos aprovechan la grieta inclusive hasta para no discutir cuestiones que tienen que ver con la realidad de Olavarría" alegó.

"La grieta es un negocio de los dos grandes espacios políticos" subrayó y en un plano personal expresó que "unos dicen que tenemos puesta la camiseta del otro y viceversa, aunque con matices. No todos ‘rompen las pelotas’ con tanto énfasis en mi caso. Algunos te cuentan las costillas, no encuentran una a favor, miran qué ponés, qué no ponés".

"Hoy existe una herramienta como el whatsapp y el hostigamiento es permanente por cualquier cosa. No quiero ser injusto, no quiero meter a todos en la misma bolsa, pero se hace" identificó Scotton.

En sus foros, las reacciones no son muy distintas a las que revelaron sus colegas.

"La gente juega su partido. Hay militancia activa en redes sociales de los dos lados, y están los otros que son más silenciosos, pero también toman partido. No se conocen los elogios a la labor periodística, para nada, y uno también está pagando los pecados que se han cometido en esta cuestión" aseveró.

En tal sentido advirtió que "los periodistas y los medios han jugado fuerte en esta grieta, el problema es que están terminando con al ejercicio de la profesión. Hay gente que le cree más aun video viral o a una fake que a una investigación o un artículo periodístico".

Martín Rodríguez, reconocida voz de la primera mañana de LU32, pidió la tregua de una siesta antes de sumarse a la propuesta de abordar el periodismo en los años de la grieta y en vísperas de unas nuevas elecciones legislativas.

"En mi caso no tengo ningún empacho en hablar con todo el mundo y muchas veces, porque me interesa, es contarles desde dónde hablo yo, no partidariamente sino políticamente" planteó.

En Olavarría, enunció, no nota "dificultades a ese nivel, pero muchas veces trato de ponerles nombres a las cosas. En Olavarría La Cámpora es César Valicenti o Federico Aguilera, el macrismo es Ezequiel Galli. Una cosa es la discusión a nivel nacional y otra a nivel local. Así se ahorra mucho espacio para la grieta".

"No siento que la clase política nos involucre en esta cuestión. Me ha tocado preguntarles con respeto a todos y si uno lo hace de esa manera se puede lograr cualquier respuesta. Aunque veo que hay ciertas figuras que saben cómo uno piensa, entonces se preparan para una entrevista de un modo distinto" certificó Martín.

Distinguió entre sus oyentes un perfil más conservador: "Trato de salir de lo básico. Me parece que nosotros como periodistas debemos levantar la discusión y la vara, pero veo en el ‘oyentismo’ un cierto posicionamiento extremo, tanto de un lado como del otro".

En su caso, notó "más feedback de los oyentes en las cuestiones más livianas que con los temas duros. Hay un cierto cansancio, pero cuando retornan los temas duros, retornan también las posiciones extremas".