Luego de 69 años se actualizó el Mapa de Subregiones Trigueras Argentinas y de otros cereales invernales, una herramienta muy importante a la hora de evaluar distintos aspectos de la producción de trigo del país. El documento fue adoptado por el Comité de Cereales de Invierno (CCI), la Comisión Nacional de Semillas (Conase) y a partir de la publicación en el Boletín Oficial el último 24 de septiembre, el Instituto Nacional de Semillas (Inase) lo establece "como único mapa referencia de las subregiones trigueras y de otros cereales invernales de la República Argentina", es decir que comprende también a la cebada, avena y centeno.

A cargo de su elaboración estuvieron los ingenieros Pablo Abbate del INTA Balcarce y Facultad de Ciencias Agrarias (UNMDP); Daniel Miralles, de la Cátedra de Cerealicultura, Departamento de Producción Vegetal de la Facultad de Agronomía de la UBA; y Alberto Ballesteros, de la Dirección de Registro de Variedades del Instituto Nacional de Semillas (Inase), todos ellos integrantes del Comité de Cereales de Invierno (CCI) de la Comisión Nacional de Semillas (Conase) del Ministerio de Agricultura.

El nuevo mapa "será el que se utilizará para la presentación de nuevos cultivares de cereales de invierno al Régimen de Fiscalización de Semillas", especificó el Inase, para añadir que los cultivares se recomendarán además según las subregiones contempladas en el nuevo mapa.

Por otra parte, la Red de Ensayos de Variedades de Trigo y el Programa Nacional Calidad de Trigo, entre otras redes de evaluación de cultivares invernales, se ordenará según el nuevo mapa.

"Se recomienda la adopción de este nuevo mapa a los fines educativos y para difundir toda información técnica en el ámbito público y privado", indica la resolución firmada por el presidente del Inase Joaquín Manuel Serrano.

El mapa fue uno de los casi 180 trabajos que se presentaron en la novena edición del Congreso Nacional de Trigo que se realizó en forma virtual los dos últimos días de septiembre y tuvo a Tres Arroyos como ciudad sede.

Orígenes

El mapa oficial de la Región triguera argentina comenzó a publicarse a partir del año 1938 en cumplimiento de lo establecido en la Ley de Granos y Elevadores, de 1935. Los documentos fueron elaborados y actualizados inicialmente por el Tribunal de Fiscalización de Semillas y luego por la CONASE, y publicados en los Consejos de Siembra hasta 1986. La última actualización del mapa se realizó en 1952, quedando establecidas siete subregiones trigueras.

"Se realizó una sucesión de mapas tentativos que fueron revisados en primera instancia por el Comité de Cereales Invernales. Luego de 10 versiones se llegó a un mapa consensuado sobre el cuál se pidió opinión a varios referentes locales del sector público y privado", indicó el ingeniero Pablo Abbate.

Razones Según explicaron sus autores, los motivos para actualizar el mapa de Regiones Trigueras Argentinas fueron: 1) No se contaba con un mapa único de subregiones trigueras, ni con un mapa oficial de otros cereales de invierno (cebada, trigo fideo, centeno, avena, alpiste).

2) Los límites de las Subregiones VN, VS, NOA y NEA no estaban adecuadamente definidos.

3) Las subregiones no coincidían con los límites políticos de los departamentos y partidos, lo cual dificultaba los cálculos de producción y calidad, y la elaboración de estadísticas oficiales para cada una de las subregiones donde se siembra trigo.

4) La falta de coincidencia entre los límites de las subregiones y los límites políticos de los departamentos y partidos dificultaba el replanteo de las subregiones en el terreno.

5) Los mapas no incluían los departamentos y partidos que tienen la potencialidad de producir trigo, ni aquellos que fueron productores o que son productores ocasionales.

6) Los límites de las subregiones actuales no se basaban en cambios definidos de precipitación, temperatura, suelo o relieve.

7) No se contaba con una versión digital de alta resolución, ni con una versión en formato vectorial GIS.

Criterios

Sobre la base de los argumentos detallados como razones para modificar el mapa, los autores de la actualización describieron los criterios que se utilizaron para llevar adelante los cambios propuestos: 1) El área cubierta por el nuevo mapa incluyó la Argentina desde el norte del país hasta el sur de Río Negro.

2) Los límites de las nuevas subregiones se hicieron coincidir con los límites políticos de los departamentos y partidos, en todos los casos.

3) Se estableció un tamaño máximo y mínimo para las nuevas subregiones. Los departamentos y partidos fueron la unidad básica de las subregiones. Se estableció que el tamaño mínimo de una subregión sea de al menos 5 departamentos y partidos adyacentes. Este valor es arbitrario y variable en superficie, pero es fácilmente aplicable. El límite máximo se estableció en el tamaño de las Subregiones establecidas en el mapa previo.

4) Se buscó que los límites de las nuevas subregiones coincidan con diferencias de precipitación, temperatura, suelo o relieve. En las regiones Pampeana y Chaqueña, donde las variaciones de relieve son suaves, se buscó que la diferencia dentro de cada subregión no supere: 300 milímetros de precipitación, 3 ºC de temperatura y 3º de latitud.

No obstante, cuando dentro de estos límites se encontraron diferencias de suelo o relieve importantes, estas diferencias se utilizaron para establecer los nuevos límites.

Para las subregiones serranas y andinas, los principales criterios de zonificación fueron el relieve y las lluvias, ya que la temperatura varía ampliamente con la altura.

En todos los casos, se dio prioridad a los límites políticos de departamentos y partidos sobre las diferencias de clima, suelo y relieve; téngase en cuenta que en varios casos la variación de temperatura y precipitación dentro de un departamento y partidos supera los límites deseados.

5) Para tener un mayor ordenamiento de las nuevas subregiones, estas se agruparon según dos criterios: a) Siguiendo los criterios de regionalización del país que se han adoptado con posterioridad al mapa de subregiones de 1952. b) Por la continuidad de su producción en (i) "Permanente", aquellas con producción de más de 200.000 ha en los últimos 10 años, (ii) "Ocasional", aquellas que no cumplen con el criterio establecido de superficie, pero presentan áreas con condiciones agroecológicas favorables como para realizar, al menos, una producción regional si reciben el estímulo económico y social apropiado.

6) Para facilitar la referencia a las nuevas subregiones, a cada una se le asignó un número arábico, un nombre descriptivo (atributo no establecido en mapas anteriores) y una abreviatura nemotécnica alfabética.