Lo soñaron hace dos años, pero lo pudieron concretar en este 2021 que ahora transita una situación epidemiológica de cierta estabilidad, con la consecuente flexibilización de actividades.

No fue la única agrupación de nuestra ciudad que en dos ruedas encararon esta travesía, pero la mayoría de ellos lo hizo por primera vez. "Fue una experiencia realmente hermosa", sostuvieron a su regreso. Momentos de calor intenso, otros de viento y también la lluvia son parte de las anécdotas.

"Estamos emocionadísimos, varios de nosotros habíamos prometido venir a Luján para agradecer habernos curado y sanado, además del agradecimiento por haber compartido tantos momentos juntos y que la bici sea una forma de acompañarnos", contaba Margarita Pellegrini, una de las integrantes de este grupo, en el preciso momento en que llegaban a aquella localidad, en medio de los aplausos y la lluvia.

"Nos habíamos prometido esto antes de la pandemia y el año pasado, por razones obvias, no pudimos hacerlo. Este año empezamos a organizar todo con tiempo, en enero, aún sin saber si íbamos a estar habilitados o no. Pero empezamos a armar todo este proyecto con mucho esfuerzo y camino".

El grupo Siamo Bici partió rumbo a Luján  el viernes pasado a las 5 de la madrugada, luego de haber recibido la bencidión en la parroquia Nuestra Señora de la Esperanza, a la que pertenecen.

Durante el primer tramo pasaron por Sierra Chica y Teniente Coronel Miñana para llegar al destino que sería su primera parada en Ariel, donde desayunaron.

"En ese momento se empezaba a sentir que la temperatura aumentaba", recordaron una vez regresados a nuestra ciudad. Al mediodía llegaron a Covello y llevaron donaciones a la Escuela 14 de aquella localidad bonaerense. "Meses antes habíamos tenido el contacto a través del Consejo Escolar de Tapalqué, sabiendo que es una escuela con muchas necesidades. Por eso les acercamos útiles escolares, juguetes, juegos didácticos y también pintura para que comiencen a pintar parte del edificio. Además, ayudamos en ese momento con la bomba que no estaba funcionando bien, mientras nos recibieron con un rico almuerzo".

Desde la agrupación contaron que esa experiencia "fue maravillosa porque recién empezábamos el camino y nos recibieron con mucha emoción y un lindo el almuerzo. Prometimos volver porque sabemos de sus necesidades, Olavarría es muy generosa y sabemos que podemos volver con más cosas para ellos".

Luego continuaron el camino, que no fue nada sencillo. "Había que parar mucho porque el calor era cada vez más intenso. Llegamos a Saladillo alrededor de las 5 de la tarde y luego de descansar planificamos el día siguiente. El sábado 27 partimos hacia Navarro pasando por Roque Pérez y continuaba el calor: fueron 50 kilómetros en la arena y parte del trayecto con viento en contra", contó Margarita Pellegrini.

El sábado "decidimos estirar un poco más los tiempos de descanso y paramos a desayunar un buen rato en Del Carril, donde la gente nos atendió de maravillas. Arribamos a Navarro alrededor de las 17, previo almuerzo en Carboni. Allí, en Navarro, una vez que pudimos limpiar las bicis y dejar todo listo para el día siguiente, recorrimos parte de una muestra muy particular que había en el marco de "La noche de las vidrieras", y fue muy lindo también conocer esa tradición".

El domingo finalmente llegó la etapa final a Luján. "Fueron 60 kilómetros de lluvia persistente. Llegamos al mediodía a la Basílica donde nos esperaban otros tres grupos de bicis que también habían ido y habían llegado el sábado. Eso fue realmente muy emocionante.

Una travesía de más de 300 kilómetros


Siamo Bici Olavarría no es la única agrupación olavarriense que peregrinó a Luján en dos ruedas. Fueron varias las agrupaciones que experimentaron esta travesía, y muchos de ellos ya lo habían hecho antes.

Allá, en Luján, "nos recibieron los integrantes de Bici Tour, Peregrinos en Dos Ruedas de la parroquia San Cayetano, y Wayra Bici que habían llegado el sábado", contaron.

También llegaron a la Basílica los Bicilujaneros, unos días antes, quienes vivieron una situación particular. En Luján les robaron algunas pertenencias y la imagen de la Virgen que los acompañó en la peregrinación. Horas más tarde, la imagen fue encontrada por Fray Alberto Banegas, quien perteneció a la comunidad franciscana de Olavarría, en un trayecto de la autopista o Acceso Oeste.

Los biciperegrinos de San Cayetano, por su parte, partieron desde Olavarría en la madrugada del jueves y para el viernes ya habían cumplido las dos primeras etapas del viaje, primero hasta la ciudad de Saladillo y luego hasta la localidad de Carboni, en el partido de Lobos, donde también entregaron donaciones en distintos establecimientos educativos ubicados en el trayecto que realizaron.

En Luján, se unieron con otros peregrinos en bicicleta procedentes de Olavarría, Capital Federal y diferentes localidades de la provincia de Buenos Aires. Llevaron una bandera argentina con la inscripción de San Cayetano, la imagen de Nuestra Señora de Luján, una foto recordando al padre Jesús Mendía y una bandera deseando por la recuperación de la salud de Joaquín (integrante de la comunidad).

Desde el grupo Siamo Bici Olavarría, Margarita Pellegrini dijo que "vivimos esta experiencia con muchísima emoción, es un desafío que nos habíamos prometido varios de nosotros y lo pudimos concretar con mucho el esfuerzo y un largo camino".

"Vivimos esta experiencia con muchísima emoción, es un desafío que nos habíamos prometido varios de nosotros"

"Bienestar. Hermosa sensación. Sentirse pleno, también. Hoy llegué a Luján en bici, y llegamos con el Siamo. Luego de tres días. Lloviendo los 57 km. desde Navarro hasta la Basílica, porque así lo dispuso la Virgen de Luján. Millones de anécdotas guardadas en la memoria", publicó en sus redes otro de los integrantes de la agrupación que, como los distintos grupos olavarrienses que cumplieron este desafío, recorrió más de 300 kilómetros en dos ruedas.