Las ingenierías en cualquiera de sus variantes y medicina siguen figurando en los primeros lugares del ranking de preferencias entre los estudiantes olavarrienses que egresan del secundario y tienen intención de continuar estudios universitarios, en un año de pospandemia marcado por el regreso a la presencialidad.

Los datos se desprenden del informe anual que el servicio de Orientación Vocacional y Ocupacional de la Facultad de Ingeniería de Olavarría realiza todos los años y fueron publicados en la página web de la Facultad de Ingeniería de Olavarría. 

El relevamiento incluyó a más de 1300 estudiantes y fue realizado por el equipo de Orientación Vocacional y Ocupacional de la Facultad de Ingeniería que integran María Inés Berrino (trabajadora social), Florencia Bellomo (psicopedagoga) e Ignacia Capitanich (psicóloga); quienes además llevan adelante el programa apoyo.

El 72% seguirá una carrera, un 13% buscará empleo y el resto no sabe. Creció el número de adolescentes que estudian y trabajan pero aumentó el interés por el nivel superior. El informe plantea que la pandemia y la crisis económica siguen siendo condicionantes.

El sondeo integra a los 1321 participantes de los talleres de Orientación Vocacional y Ocupacional (OVO), de un total de 1524 personas que egresan del turno diurno y que representan el 87% de la matrícula global. 

Pertenecen a 40 escuelas secundarias (hay tres anexos rurales) de las cuales 24 son públicas y 13 privadas (4 empresariales y 9 religiosas) con estudiantes de 6° o 7º años. Se sumó otro grupo de 500 personas mayores de 18 años que estudiaron a través de los Programas CENS-FINES y en turno noche de algunas escuelas.

¿Qué dice el informe de la FIO? Las áreas vocacionales que prevalecen son Tecnología, Salud y Economía. Ahora, las carreras más elegidas son medicina y todas las ingenierías, seguidas por psicología, derecho, sistemas, educación física, policía, penitenciaría, veterinaria, arquitectura, diseño gráfico, administración, contaduría pública, computación, seguridad e higiene y educación inicial.

El relevamiento se realiza todos los años y su objetivo es conocer y difundir los proyectos de estudio y/o de trabajo del grupo que egresa del nivel secundario para contribuir a mejorar sus trayectorias de vida. También compartir las experiencias y asesorías del Programa de Orientación Vocacional Ocupacional para alumnos/as del nivel secundario de la zona de influencia.

Influye, en las áreas y carreras, la oferta local y regional, aunque esas elecciones tengan la misma tendencia que a nivel mundial. El dato es que en Olavarría es más alta la elección hacia la tecnología que en otras zonas del país, seguramente por el aporte de la Facultad de Ingeniería.

Estrategias

El menú de la Facultad de Ingeniería fue amplio y abarcativo a la hora de desplegar estrategias de acompañamiento a quienes terminan el secundario en Olavarría y atraviesan el dilema de estudiar o trabajar. 

Este año, el Programa tuvo más asistentes que en 2021: 769 estudiantes secundarios diurnos y 120 nocturnos. Otro dato alentador es que se sumaron estudiantes de la ciudad y las localidades pero también de otros distritos vecinos, con turnos hasta este mes de diciembre.

En este trayecto que dio inicio en abril, la ayuda de las escuelas con sus Equipos Orientadores Escolares fue invalorable, así como también el apoyo de las docentes de las asignaturas del último año, el rol de los preceptores y equipos directivos, incluso desde las zonas rurales, serranas o alejadas de nuestro Partido; destacaron desde el Servicio gratuito que prestigia a la FIO desde 1983, sirviendo de guía a más de 12 mil estudiantes en su historia. 

En ese contexto, también hubo un centenar de consultas por reorientación vocacional, ya que varias personas abandonaron carreras o bien, estaban sólo trabajando luego del secundario, y ahora se plantean seguir estudios, sin dejar sus ocupaciones laborales.

Además de los secundarios, también se enviaron cuadernillos de asesoría y trabajos prácticos al secundario que funciona en la Unidad Penal de Sierra Chica. Se brindó el servicio a educación especial, asistiendo a quienes egresan de Casa Helen, además de 50 asistentes al Programa gubernamental Potenciar Trabajo.

El OVO colabora con información, estrategias y reconocimiento de los recursos con los que cada estudiante cuenta para iniciar la búsqueda de aquello que les brinde gratificación y bienestar para sí y aporte mejoras a la comunidad.

Pensarse más allá de la secundaria

Este 2022 arrojó varios datos interesantes. El primero es que "creció el porcentaje de quienes se proyectan en educación superior, con un 10% más en el sector privado", refleja el sondeo publicado por la FIO en su página web. Además, aumentó la cantidad de egresos y hay más presencia femenina, excepto en las escuelas técnicas. 

Aunque el final de la secundaria se vive siempre entre expectativas y temores propios de esta etapa, este año se observa una mayor fatiga en la vuelta a la presencialidad y más padecimientos emocionales. "Según los apoyos y sostenes sociales con que cuentan, el grupo que egresa presenta mayores o menores posibilidades de hacer anticipaciones a sus proyectos de vida, de estudio y de trabajo", indica el informe.

En ese contexto, la incertidumbre gira en torno de la base formativa con la que llegan a la Universidad, luego de "ir a clases" sin moverse de casa, en medio de Zoom y virtualidad.

Por otro lado, si bien irse a estudiar es una opción, está condicionada por la situación económica y sucede sobre todo con carreras como nutrición, licenciatura en administración, arquitectura, psicología y diseño de indumentaria.

De hecho, emigrarán más estudiantes de escuelas privadas que públicas y hay casos donde manifiestan que se irán del país cuando obtengan su título de grado. 

En paralelo, ha crecido el número de alumnos/as que estudian y trabajan, en todos los casos con inserción precarizada pero dispuestos a seguir estudiando. Y al igual que en 2021, un porcentaje buscará empleo sin previa capacitación.

También surgen consultas sobre planes de articulación con licenciaturas semipresenciales tras la titulación terciaria y se registra mayor interés por las capacitaciones breves y prácticas. La falta de cupos en las instituciones terciarias o de cursos gratuitos de la ciudad se mantiene como preocupación.

"Conocer cuánto y cómo trabajan las juventudes, en especial por la precarización de sus inserciones laborales, es importante para saldar la deuda ética para con las nuevas generaciones. Asimismo, para que la comunidad ofrezca más programas específicos, motivadores a seguir capacitándose y a informarse sobre sus derechos sociales y laborales", concluye el informe de la FIO.