Junio es el Mes del Orgullo y cada 28 se celebra y reivindican los derechos de la comunidad LGTBIQ+. El colectivo de personas que se autoperciben lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales, queer y + para incluir a todos quienes no se identifican bajo una etiqueta respecto de sus sensaciones y elecciones amorosas/sexuales. 

En nuestra ciudad hoy no fueron 10 las personas que se reconocían al levantar la mirada y sentir el peso de ser juzgados por el otro. Hoy no hubo miedo, como en otros tiempos, como hace una década. Paso a paso se construyó un espacio seguro para que se celebre con alegría y color -a pesar del frío-, el Día del Orgullo en nuestra ciudad. Y la convocatoria fue multitudinaria.

Muchos, muchas, muchis jóvenes pintados, llenos de color y libertad.  Si hay que mencionar "referentes", estuvieron presentes por ejemplo las militantes de la colectiva VisibilidaDrag, Madame Lú -Victoria Altavista, activista trans e integrante del Sindicato de Trabajadores Municipales-, representantes de espacio CHE Sida como Carlos Rodríguez, las chicas de Socorristas Olavarría, Movimiento Popular Nuestra América entre otros. 

Hubo tiempo de reflexionar y de hecho, muchos de los carteles que llevaban no dejaban de preguntar ¿Dónde está Tehuel?. El pedido en consonancia con el colectivo nacional es por la incorporación al Código Penal la figura de Travesticidios, Transfemicidios y Transhomicidio, para que se condenen los crímenes por odio. En lo local, reforzaron el reclamo para que se implemente de manera "real" el Cupo Laboral Trans. 

La convocatoria fue en el Paseo Jesús Mendía, para después encolumnarse y marchar hasta el Centro Cultural Universitario en Pueblo Nuevo. Allí, alrededor de las 18.15 empezó "la segunda parte" más refugiados del frío, con todo el ritmo del cosplay, rodeados por una feria militante. 

Cosplay: actividad que consiste en disfrazarse de un personaje de ficción, generalmente de un cómic o de una película, aunque también de otros ámbitos culturales.

No somos muchos, no somos pocos -como dice la canción de Los Caligaris-, pero estamos más libres, un poco más felices y llenos de amor, en la lucha por un mundo mejor.