El acto, que comenzó pasadas las 18.30, tuvo como protagonista el ulular de la sirena de la fábrica de fondo, un sonido característico que indicaba el cambio de turno. Y si de sonidos se trata, se le suma a la interpretación musical de un ex alumno del Hogar Infantil, Eduardo Timpanaro, quien acompañado por José Larregle le dio un carácter mas emotivo a este momento que vivieron los lomanegrenses.

Una de las integrantes del Grupo de Amigos del Museo de Loma Negra, Sandra Areco, fue quien dio el discurso más emotivo, al resaltar que "esto comenzó hace muchísimos años cuando un grupo de mujeres se dedicaron a recolectar objetos y recuerdos y a partir de ahí surgió la inquietud de por qué no podíamos tener un museo para nuestro pueblo. Muchas fueron las propuestas generadas sin contar un lugar físico, pero aún hoy perdura en nuestros oídos el día que nos contaron que el Hogar sería nuestro espacio para el museo. Dos días después nos apropiamos del lugar con artículos de limpieza y empezamos nuestro trabajo. Agradezco a Maribel, a nuestra delegada, a Agustina Marino, a mis compañeras de los museos y a todos los vecinos que fueron acercando sus objetos más preciados. Muchas gracias y bienvenidos a nuestro Museo Hogar".

Luego de palabras alusivas de autoridades presentes y la bendición del lugar, reconocieron a ex empleados de la fábrica que cuentan con más de 80 años, hoy jubilados, y que siguen viviendo en la villa. "Un reconocimiento para quienes contribuyeron al crecimiento de la empresa y de la comunidad".

Al momento de descubrir la placa, se convocó a la jefa de Gabinete Margarita Arregui; a la directora de la Red de Museos, Maribel García; a la delegada Municipal Patricia Capp; y a Sandra Areco y Mauro Marín como representantes del grupo de amigos de Loma Negra que fueron el motor de este proyecto.

Finalmente, el intendente municipal José Eseverri; el representante de la Fundación Loma Negra Carlos Pica; el presidente del HCD, Eduardo Rodríguez; el secretario de Desarrollo Social, Cristian Delpiani; y la subsecretaria de Gestión Cultural, Agustina Marino, realizaron el corte de cinta que abrió, definitivamente, la puerta de los recuerdos de esta comunidad.

"Muy emocionada"

Sin ocultar sus sensaciones, Maribel García, directora de la Red de Museos, destacó que "la gente estuvo hasta último momento trayéndonos fotos, documentos, compartiendo. Poder trabajar con la comunidad, uno se siente parte. Nosotros prácticamente vivimos todas estos meses acá, todo el equipo de la Red de Museos de los Pueblos trabajamos muchísimo para poder lograrlo. Hoy acá está y lo tienen para poder compartir con toda la comunidad y mostrar quiénes son los lomanegrenses".

Con respecto a cómo se armó el museo, García indicó que "Al principio, como en cada uno de los pueblos que nos pasó, ellos tuvieron que entender también que esto no era venir, depositar algo e irse sino que cada objeto aquí es importante. Cada objeto tiene su historia. Por ejemplo, una salsa de tomates típica de Italia que se realizaba en un campo de la localidad. ¿Por qué no podría estar en el Museo? Eso es justamente un objeto de museo, que es algo que trae historias, sabores, y viene de mucho tiempo atrás y se comparte con la familia. Eso es lo valioso, cada cosa que tenemos puede estar en el museo como un objeto, y tiene que ser así. Las cosas que tenemos, y las cosas que queremos también pueden estarlo. No son cosas viejas que se depositaban y se olvidaban, sino que tienen esto de la vida cotidiana".

"Una realidad bellísima"

El director del área de Educación del Museo de Arte de Sao Paulo, Brasil y padrino del Museo Hogar, Paulo Portella Filio, destacó, en su momento, que "cuando el museo se inaugure voy a volver". Y volvió: "era un sueño, y hoy es una realidad bellísima. Una de las ideas más emocionantes que he encontrado en mi experiencia como museólogo, como trabajador en museos. Estoy muy contento de estar aquí. Desde ayer hasta ahora lo único que siento es emoción".

Con respecto al trabajo del Museo de los Pueblos, Portella lo calificó como "un trabajo extraordinario". "Con esa labor se rescata la identidad de los pueblos, de la historia, de las personas de estos pueblos, por supuesto que es un ejemplo para Brasil y toda Sudamérica, para el mundo también" destacó.

Mientras tanto, la señora de la caja registradora de 50 años reflexionaba que "es el tesoro más lindo que he tenido. Es el recuerdo del mercado que teníamos y funcionaba enfrente a la plaza" Incluso, la máquina funciona y tiene hasta australes. Una marca que tiene la vecina, y todos los lomanegrenses, con el nuevo museo.