Daniel Puertas

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El secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales, José Stuppia, se mostró satisfecho del rol cumplido por el gremio que conduce en el movimiento económico local, ya que "cuando todo estaba parado por la pandemia nosotros pudimos invertir, dar trabajo y permitir que muchos no la pasaran tan mal".

Stuppia, oscilando claramente en un optimismo irreductible basado en su "profunda fe cristiana, yo soy un hombre de muchísima fe" y una honda preocupación por la situación del país, que le hace temer que el próximo diciembre sea un mes "complicado para la Argentina, como lo ha sido antes en otros diciembres".

Reveló que en el congreso federativo que se desarrolló hace pocas horas en Mar del Plata uno de los temas de los que se habló fue "el de los trabajadores que han terminado votando a quienes los han perjudicado, pero eso no es culpa de los trabajadores, que son los más vulnerables, es la culpa de los dirigentes que no han sabido estar a la altura de las circunstancias".

Ahondó sobre el particular recordando que "a mí nadie me puede decir nada porque en la fiesta de los municipales de 2015 yo les dije a los compañeros que en el balotaje ente Mauricio Macri y Daniel Scioli debían votar por Scioli. Y me criticaron mucho por eso, pero yo creo que los trabajadores deben elegir al que menos los va a perjudicar".

Agregó que "ahora la estamos pasando mal, el peronismo está muy complicado, pero del otro lado ya están hablando de la flexibilización laboral, de quitarle más derechos a los trabajadores".

Tras dejar clara su posición frente a la próxima compulsa electoral entre la derecha y la izquierda en el país, Stuppia insistió en que "la responsabilidad de la crisis es de la dirigencia, sindical y política. Hay gente ocupando puestos para los que no está capacitada".

Agregó que "se dijo que hay trabajadores que fueron secuestrados y se enamoraron del secuestrador. El síndrome de Estocolmo, pero habría que preguntarse quién tiene la culpa de que la gente haya caído en ese síndrome, por qué hay tanta desilusión. Si en su casa lo tratan mal, si no encuentra lo que necesita, no hay que sorprenderse tanto de que el trabajador sea capaz de mirar hacia afuera".

En el mismo sentido, Stuppia dijo que "la dirigencia debe asumir, y me incluyo, que es la responsable de que hayamos llegado a la situación de que haya trabajadores que sean capaces de votar en contra de sus propios intereses".

"Como en el 2015 -prosiguió- yo me acordaba de la estafa con Sevel, de las cloacas de Morón y de que Macri despidió a mil compañeros del Correo, ahora no me olvido de los clubes que se veían en peligro de cerrar porque no podían pagar la luz".

Pero que "haya tantos trabajadores en la pobreza no es de un gobierno peronista, esta es una situación esquizofrénica, estamos viviendo en un país esquizofrénico. Espero que en diciembre no pase nada, no quiero ser agorero pero todo está muy complicado, creo que hay muchos riesgos".

Se mostró muy crítico con la dirigencia tradicional de la Confederación General del Trabajo planteando que aunque haya elecciones gremiales todo está armado para que los dirigentes se perpetúen en el poder" y recordó que "cuando ganamos las elecciones de los municipales una de las primeras cosas que hicimos fue salir de la Federación en la que estábamos. Yo tenía la experiencia de mis veinte años, cuando ganamos las elecciones de la Unión Ferroviaria. Con los compañeros Omar Iturregui, ya fallecido, y Marcelo Latorre armamos la lista Naranja para enfrentar a la Verde de José Pedraza, y le ganamos".

Pero "no nos dejaron ni siquiera asumir, nos echaron. Y desde entonces la Unión Ferroviaria dejó de ser un gremio en Olavarría".

También fue crítico de los intendentes bonaerenses, a los que acusó de que "les gusta que los sindicalistas roben con tal de que no hagan nada con los salarios que pagan, que en algunos distritos no alcanza siquiera a ser un subsidio. Sin independencia económica los gremios no existen y por eso no pagan bien los aportes. Por suerte nosotros tenemos un fondo de huelga muy fuerte que nos permite hacer frente a lo que venga".

José Stuppia insistió en que "la dirigencia no contiene a los trabajadores" y reiteró que está muy preocupado por lo que podría llegar a pasar, ya que "se están viviendo procesos sociales muy complicados". Para él "hay carroñeros que están esperando que pase lo peor para apoderarse de todo. En cada sector dos o tres empresas son dueñas de todo y están cartelizadas. Por ejemplo, el cemento no puede valer lo que vale. Y como eso, muchas otras cosas".

Volvió a lo local enfatizando que "quiero destacar que si de algo estoy orgulloso es de cómo actuaron los compañeros municipales durante la pandemia. No solamente los del área de salud, los más visibles, sino de todos los sectores, fueran trabajadores de la cultura o profesores de educación física o atendieran gente. Todos, absolutamente todos los compañeros municipales dieron un ejemplo. Y debemos agradecérselo a todos".