Se trata de una enfermedad que transmiten las garrapatas y que puede afectar al animal en cualquier etapa de su vida. También es llamada fiebre hemorrágica, tifus canino o síndrome hemorrágico. Genera enfermedad multisistémica grave que afecta a los glóbulos rojos del perro y muchas veces no presenta signos de enfermedad.

Existen 3 fases de Ehrlichia, por eso, tenés que estar pendiente de los síntomas que te ayuden a identificar a tiempo esta enfermedad silenciosa. "Yo me di cuenta tarde, lo veía desganado, apático y cuando le hicimos los análisis al principio no salió, y después ya era tarde", me dijo una señora en el parque que perdió a su Boyero de Berna por esta enfermedad.

La erliquia no distingue tamaño, raza ni cuidados. Claro que están más expuestos aquellos animales sin cuidado, pero aún quienes nos ocupamos de no tener pulgas y garrapatas, corremos el riesgo de tener erliquia en los animales.

"Lo que es muy muy importante en las épocas de primavera-verano, es hacer fumigaciones" remarcó Enriqué "porque muchas veces la gente no se da cuenta y dice yo le pongo una pipeta y no funciona, pero lo que pasa es que cuando nosotros tenemos que prevenir a las pulgas y garrapatas, tenemos que actuar tanto en el animal como en el ambiente". Insisten los profesionales sobre esto siempre porque no alcanza con tratar al animal.

¿Cómo detectamos que el animal está infectado? "Se hace un análisis de sangre, con una gotita de sangre de una oreja que es sangre periférica, se hace un extendido y se mira al microscopio y lo que se hace también se hace un análisis de sangre en el laboratorio y lo que vamos a tener ahí es muy característico de la enfermedad" detalló la veterinaria. Lo que aparece es "una anemia, o sea los glóbulos rojos al estar bajitos, una trombocitopenia que las plaquetas también están bajitas y los glóbulos blancos a veces están elevados". Ahora bien, qué podemos observar nosotros en el animal, cosas como "una descarga de sangre por la nariz epístatas que se llaman, y gotean gotitas de sangre, o en la saliva con sangre o en la materia fecal, o si lo observamos el cuerpo se pueden ver como pequeños hematomas que se llamarían petequias o equipos y dependiendo del tamaño".

Como siempre la recomendación es observar al animal y no minimizar la situación. Uno conoce a su mascota y si lo nota distinto, consultar al veterinario que quizás con un simple análisis de sangre nos podemos evitar un mal momento.

"No sabemos qué pasó el año pasado que fue tremenda la ola que tuvimos de esta enfermedad" remarcó Ángeles para dar cuenta que a pesar de ser una enfermedad "vieja", se mantiene vigente.