Esteban Navarro hubiese cumplido 33 años: crimen sin juicio ni juzgados
Darío Machado // @dariomachado9
"Sería más fácil si pudiera hacer Justicia", es una expresión que tiempo atrás dijo Graciela Alderete cuando recordaba un nuevo aniversario de la desaparición de su hijo, a fines de octubre de 2004. Los años a Graciela le dieron fortaleza y seguridad para seguir su lucha, sola, sin bajar los brazos, para que llegue la Justicia que pareciera estar cada vez más lejos.
Como lo hace desde hace varios años, Graciela se comunicó este lunes con EL POPULAR para rememorar que este 21 de julio su hijo Germán cumpliría 33 años, con el objetivo que se recordara en la edición impresa de este Diario, aunque desde hace varios meses este matutino no se publica los días martes.
Y recordar a Germán genera en la voz de su madre una sensación de amor con desolación. Es que Graciela ha recorrido estos casi 16 años desde el crimen de su hijo en una lucha continua, que en muchas oportunidades la encontró sola y sin recursos. Pero su reclamo de Justicia siempre estuvo vigente, siempre logró hacerse escuchar y ella se convirtió en referente de padres y familiares de víctimas de homicidios que sucedieron en los últimos años en Olavarría.
Desde hace tiempo ya la causa por el homicidio de Mara Navarro se encuentra en un limbo, desde que se determinó que fuera archivada y sobreseyeran al último de los acusados. Pasaron casi 16 años de su desaparición y nunca se llegó a la instancia de juicio para determinar cómo y quiénes asesinaron al adolescente de 17 años en octubre de 2004. En abril del año siguiente sus restos fueron encontrados en un predio de ruta 226 y Rivadavia, y 48 horas más tarde las topadoras limpiaron el terreno.
*A 15 años de uno de los crímenes más aberrantes: Mara Navarro presente
Recordar a Esteban Navarro remite también a años de desidia y abandono del Estado. Su madre se encargó de decir y repetir a gritos que Mara y dos jóvenes travestis más habían participado de manera obligada en una despedida de solteros en una sede policial de Olavarría antes de desaparecer. Sus palabras hicieron eco en la sociedad pero cuando llegaron a la Justicia se las llevó el viento.Y Graciela sólo pide que su hijo no sea olvidado.