Fernando Rivarola, el fiscal en la mira del país por cambiar la carátula de una causa de violación, es de Olavarría. EL POPULAR pudo confirmar que tuvo una carrera en la Policía Bonaerense, aunque no ejerció en nuestra ciudad, y que se recibió de abogado en La Plata.

Distintas fuentes recordaron a miembros de la familia Rivarola, entre ellos Fernando, quien era el menor de tres hermanos, en el barrio Santa Isabel de nuestra ciudad. Quienes supieron ser vecinos del sector contaron que la familia tenía activa vinculación con la capilla del mismo nombre.

Además, también los hermanos integraron la fuerza de seguridad aunque migraron para cumplir funciones en otras ciudades. Fernando se quedó en La Plata después de recibirse allá por 1984 y estudió abogacía. Hizo carrera en la Policía y, luego, también en el Poder Judicial bonaerense siempre en el conurbano.

La consternación y rechazo contra Rivarola surgió en el país al conocerse su accionar en la fiscalía de Rawson donde justificó la violación en patota de la adolescente al asegurar que se trató de una necesidad de "desahogo sexual" de los varones que la atacaron. Las mismas sensaciones, además de la sorpresa de un nombre y una cara conocidos, describieron las fuentes que contactó EL POPULAR. Algunos desempolvaron lindos recuerdos de la infancia y la juventud compartida sin poder compatibilizar aquella persona que conocían con quien hoy quiere reducir tamaño crimen para prácticamente exculpar a los violadores. Hay otras personas en nuestra ciudad, en tanto, que revivieron viejos dolores y creen entender que hay una continuidad entre quien vivió en Olavarría hasta mediados de los 80 y quien hoy vuelve a victimizar a una joven que padeció el horror.

De los seis acusados en el caso que se investiga en Rawson, Rivarola pidió la absolución para la mitad. Los tres restantes -Ezequiel Quintana, Leandro Del Villar y Luciano Mallemaci- consiguieron un cambio en la calificación que les permitirá mantenerse en libertad: de "abuso sexual con acceso carnal agravado", con una pena de hasta veinte años de prisión, pasó a un caso de "abuso simple". En esta maniobra, el fiscal oriundo de Olavarría consideró que se trató de un "desahogo sexual" de los atacantes. Si el juez Marcelo Nieto di Biase homologase el polémico acuerdo impulsado por la fiscalía -que incluye un arreglo económico para la niña- los violadores quedarían prácticamente impunes.