"No tenemos la ciudad blindada. Tenemos muchos ingresos y para facilitarle los controles a las fuerzas de seguridad y salud lo que hicimos fue limitar la mayoría de los accesos y dejar solo dos" puntos abiertos, explicó Galli en diálogo con CNN radio.

El intendente reconoció  que "hace cinco o seis días decidimos limitar los accesos a la ciudad" y explicó que "pudimos hacer una especie de embudos donde la gente cae en los controles", con lo que lograron identificar a "317 personas que habían venido a la ciudad provenientes de otros países o ciudades con coronavirus".

"Así los pudimos aislar. Los visitamos día a día. Fue algo muy importante.

Eran vecinos del distrito que llegaron del exterior o jóvenes que estudiaban en Capital Federal y llegaron a hacer la cuarentena en la casas de sus padres", agregó Galli.

El intendente de Olavarria reconoció que "hay una gran demanda social desde ayer; se duplicó lógicamente, lo que hoy nos está ocupando y también preocupando" y dijo que "probablemente sea más largo (el período de aislamiento total) de lo que esperábamos al principio".

En ese contexto explicó que están esperando "ayuda del Gobierno provincial y nacional y estamos articulando con los entes locales para poder asistir a cada una de las familias que vayan necesitando la asistencia del Estado".

El Intendente dio cuenta que desde hace 15 días están preparando el sistema de salud del municipio para atender posibles casos de coronavirus y aclaró que aún "no tenemos ningún caso confirmado, pero ayer apareció un caso sospechoso"

Entre las medidas de emergencia adoptadas, Galli dijo que se está acondicionando a una Iglesia "para utilizar un gran salón calefaccionado para armar 30 camas si es necesario".

"Tenemos 300 camas comunes y 30 de terapia intensiva. La mayoría en el hospital Municipal y tres clínicas privadas que están trabajando con nosotros", indicó.