Josefina Bargas

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Llegó con estridencia, pero se fue en silencio. El decreto del intendente Ezequiel Galli que limitaba la designación de familiares directos en los principales cargos del Ejecutivo quedó derogado el 29 de noviembre pasado por el mismo jefe comunal. Tuvo vigencia por 21 meses: cuando se iba a designar el Gabinete para el segundo mandato, Galli cambió de opinión y lo dio de baja. Entre los argumentos, sostuvo que causó "perjuicio" en el Municipio.

EL POPULAR accedió al contenido del decreto 4.582/19 en el que derogó el decreto 243/18. De esta manera perdió vigencia la disposición que establecía que no podían designarse en el Ejecutivo local "personas (...) que tengan algún vínculo de parentesco tanto en línea recta como en línea colateral hasta el segundo grado, con el Intendente y demás funcionarios con rango y jerarquía de Secretario".

La decisión local se adoptó en febrero de 2018, en paralelo con decretos en el mismo tono que habían promulgado los entonces presidente Mauricio Macri y gobernadora María Eugenia Vidal.

En tanto, a mediados de diciembre pasado a pocos días de la asunción de Alberto Fernández como presidente se derogó el decreto nacional. Pero en Olavarría ya había perdido vigencia.

La nueva medida, redactada a 10 días de la finalización del primer mandato de Galli como Intendente, lleva las firmas del jefe comunal y del entonces secretario de Gobierno, Ernesto Cladera. Se tomó en cuenta para el dictado el "nuevo período de gestión en la Administración Municipal y la consecuente necesidad de efectuar la designación de aquellos funcionarios que integrarán el Gabinete Municipal a partir del mes de diciembre de 2019".

Los funcionarios que asumieron en las seis secretarías municipales no tendrían impedimentos aunque el decreto estuviera vigente. ¿A fines de noviembre Ezequiel Galli pensaba que asumirían otras personas en los cargos, distintas de las que finalmente son secretarios?

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