La quimioterapia es un tratamiento de primera opción para muchos tipos de cáncer, que entre sus efectos secundarios tiene la caída del cabello. Esto afecta no solo físicamente a la persona que atraviesa la enfermedad, sino psicológica y emocionalmente.

Valeria Bon padeció cáncer mamario en 2017 y sufrió la pérdida del cabello con la quimioterapia. Durante el 2020, cuando la enfermedad volvió a aparecer en su cuerpo se enteró de la existencia de los gorros hipotérmicos gracias a una de sus familiares, una semana antes de iniciar nuevamente el tratamiento.

En Estados Unidos ya había trabajado con máquinas de frío para este tratamiento, sin embargo Paula Estrada en 2009 adaptó la idea y creó esta opción "casera". Desde entonces por muchas personas que aseguran y demuestran que funcionan. Los gorros se usan 1 hora antes de empezar la quimioterapia, durante, y hasta 1 hora después de terminado el tratamiento. Se deben cambiar cada media hora.

La Asociación Americana Contra el Cáncer, una organización nacional de la salud que se dedica a la investigación y a brindar información acerca de la enfermedad, en su página oficial publicó que los efectos secundarios más comunes que ha tenido la utilización de los casos, han sido dolor de cabeza, incomodidad en la región del cuello y los hombros, escalofríos e irritación del cuero cabelludo.

"Se arma con geles especiales que se consiguen en farmacias, también hay dos distribuidores nacionales que los venden, son grandes y no se endurecen, es un gel que da frío pero no se llega a congelar del todo, y el casco se arma con 3 geles de un tamaño grande y dos más chicos en forma de cruz", explicó Valeria.

Estos cascos funcionan congelando los folículos pilosos del cuero cabelludo a temperaturas que van entre los -13 y los -16 grados centígrados, lo que ocasiona que estos folículos se contraigan y de esta forma la medicación utilizada no llegue, o por lo menos no en su totalidad, a ese lugar.

La coordinadora detalló que los gorros deben permanecer en el freezer 48 horas antes de su utilización. "Esto hace que junto con otros cuidados en el lavado y demás el pelo no se pierda del todo, se pierde más volumen pero no llegas a quedar pelada" afirmó.

"Estuve dos años pelada y en esta etapa que tengo mi cabello, encaro todo desde otro lugar porque me veo y soy yo, y anímicamente ayuda mucho", expresó Valeria, y agregó que el hecho de perder el pero afecta cuando "uno se ve en el espejo y ve la enfermedad en su rostro".

En las redes sociales de Quimio con pelo Olavarría, se detallan los cuidados a tener en cuenta para que la utilización del casco sea óptima. Uno de ellos es lavar el pelo con agua tibia, no utilizar secador ni planchitas, utilizar shampoo libre de sulfatos, entre otros.

Estos cuidados se deben continuar una vez finalizado el tratamiento, hasta que se note que la pérdida del pelo haya llegado a los niveles normales antes de la quimio.

En las redes sociales del proyecto se encuentran videos para armar los cascos e instrucciones de los cuidados necesarios. Valeria explica que con esta red solidaria se pretende ayudar y contener a las personas que transitan la enfermedad.

"La idea es ayudarnos, como lo hicieron conmigo y que se vayan prestando los cascos porque hay gente que puede hacerlos y hay gente que no, por cuestiones económicas, de distancia u otros factores, entonces la idea es ayudarnos entre todos los que transitamos esta batalla contra el cáncer", puntualizó.