Josefina Bargas @JosefinaB [email protected]

La presentación del proyecto de ley para habilitar la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) por parte del Ejecutivo Nacional volvió a poner en la agenda legislativa el tema y se espera un pronto inicio del debate e, incluso, hasta hay un compromiso de rápido tratamiento en el Congreso. La semana pasada se realizó una manifestación en distintos puntos del país, incluyendo a Olavarría , que habían convocado desde la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito antes de que se conociera la presentación del expediente en el Parlamento.

En ese marco, EL POPULAR dialogó con la antropóloga Eugenia del Campo, integrante de la agrupación Socorristas Olavarría que desde hace tres años se desempeña en el acompañamiento a las personas que desean abortar. Informó que desde los inicios de la organización en nuestra ciudad, han acompañado a más de 800 mujeres que solicitaron asistencia.

Cabe recordar que en el Congreso ya se ha presentado otro proyecto con el mismo objetivo que el que ahora impulsa el presidente Alberto Fernández. La Campaña Nacional elevó una iniciativa en 2019 y fue la octava vez consecutiva que la organización dejó en manos de los legisladores un proyecto para despenalizar y legalizar el aborto. Sólo una de todas las propuestas presentadas tuvo tratamiento: la experiencia de 2018 marcó un antes y después en la sociedad a la hora de hablar (y discutir) públicamente el tema. Sin embargo, fue rechazada ya que tras la media sanción en Diputados, no logró sumar los votos positivos en el Senado. Se espera que en esta oportunidad el escenario sea diferente.

Socorristas lleva a la fecha acompañadas a más de 800 mujeres.

"Lo que es auspicioso es que en principio, el proyecto presentado es mejor que el de la media sanción. Pero no es tan bueno como el que presentamos en 2019" comparó del Campo. Apuntó a que el proyecto del Ejecutivo Nacional "sigue manteniendo la penalización del aborto para aquellas mujeres que deciden hacer una interrupción más allá de la semana 14. Todavía tienen que justificarlo. Eso nos dice que no se está observando al aborto como un derecho y es a lo que las luchas feministas le hacemos foco".

Consideró que en ese sentido, "si bien el estado tiene la obligación y el deber de bregar por nuestra salud, por cuidados, se plantea estrictamente desde ahí y trata de ser garantista". En términos personales, la antropóloga sostuvo que "no llega a ser garantista este proyecto de ley. Creo que le falta un poco".

En referencia al proyecto de ley, y acerca de uno de los aspectos centrales de las discusiones, expresó: "si me preguntás, la objeción de conciencia no la habría puesto, porque es una puerta para que maternidades o servicios enteros se declaren objetores. Y eso, en un lugar donde no hay diferentes opciones es una encerrona. A eso no lo vemos bien".

Acompañar en pandemia

Socorristas comenzó a trabajar en Olavarría en 2017 y desde ese momento Eugenia del Campo estuvo entre las integrantes e impulsoras. La organización acompaña a personas que expresan su deseo de abortar, brindan contención e información.

Ante la consulta sobre cómo se dio la tarea con la declaración de la pandemia, contó que "las mujeres siguieron abortando como cada día desde 2017 que nosotras venimos acompañando. Socorristas lleva a la fecha acompañadas a más de 800 mujeres. Hay diferentes tipos de acompañamientos, pero jamás dejamos a una mujer sola. Y en la pandemia, agudizamos mucho más los acompañamientos porque sabíamos que las condiciones no eran las mejores".

La atención de Socorristas en pandemia: "Las mujeres siguieron abortando como cada día desde 2017 que nosotras venimos acompañando".

Explicó que "una mujer que está viviendo violencias y tiene miedo de decirle a esa pareja violenta que está embarazada y que no piensa tenerlo, se le complica mucho más". Asimismo, también es más difícil para una mujer en esas condiciones acceder a los talleres y grupos de reflexión.

"Igual las socorristas nos organizamos y buscamos la forma" destacó para relatar que el mismo día en que se estableció la cuarentena se definieron todos los aspectos de trabajo para no detener la labor para "que todo esté a tiempo y que ninguna mujer esté peor" remarcó.

Charlas más largas

"Algo que sí cambio, fueron las llamadas. Revestían esa situación de angustia, miedo, desolación" relató sobre las mujeres que se comunicaron con Socorristas desde mediados de marzo en adelante. "Nosotras hablamos muchísimo de lo que es la intemperie del aborto, cuando una persona se encuentra ante una situación que le va a cambiar la vida y que no la tenía para nada prevista. Y encima, en un momento para histórico horroroso" explicó Eugenia del Campo. Más adelante afirmó que "esa sensación de vacío y soledad absoluta, quedaba reflejada en los llamados. Entonces le pusimos muchísimo cuidado, atención y amor sobre todo en la atención de cada llamado".

Estas sensaciones se tradujeron en que cada llamado y cada intervención hasta duplicó su tiempo de duración. Apuntó a que Socorristas despliega diferentes dispositivos a lo largo del acompañamiento a una mujer. "El primer dispositivo es cuando la mujer llama por primera vez. Ahí se la contiene, le contamos cuáles son sus derechos y qué opciones tiene. Luego, otra socorrista se contacta con ella, una vez que está tranquila y puede pensar con más claridad, y tienen un taller donde se le da toda la información" detalló sobre las diferentes comunicaciones.

  • El primer llamado, en general, se extiende por 15 a 20 minutos. "Ahora pasaba a ser de una hora o de una hora y media" contrastó. En tanto, los talleres que se brindan con información detallada duran en promedio 90 minutos a dos horas. "Pasaron a ser de tres horas" puntualizó.

"Es un esfuerzo para todas nosotras, que no somos muchas. Pero acuerpamos y si hay algo que no íbamos a dejar de hacer y en ningún momento se pensó, es apagar el teléfono. No era opción y nunca lo fue" cerró.