Fiesta "del Julepe", también "Noche de brujas", "Víspera de todos los Santos" o sencillamente "Halloween". Más allá del término que se utilice, la celebración en Argentina pasa cada vez menos desapercibida y Olavarría no es excepción.

Cada 31 de octubre, zombies, brujas, vampiros y vampiresas, calabazas, monstruos y fantasmas recorren casa por casa amenazando con hacer un "truco" si no reciben "dulces".

Originaria de Europa, la celebración se popularizó en Estados Unidos y de a poco va incorporándose a nuestro calendario, a pesar de las críticas de quienes sostienen que es parte de la influencia cultural que nos llega constantemente desde el país del norte y aunque el festejo se popularizó sobre todo en niños y adolescentes, cada vez hay más adultos que también preparan disfraces o accesorios especialmente para la ocasión.

La internalización de Halloween se produjo en la década del '80 por la influencia estadounidense difundida a través de la televisión y el cine, según analizan los especialistas de este fenómeno. La publicidad hizo el resto al promocionar niños disfrazados para este día fantasmagórico. 

Halloween viene a ser un ejemplo de marketing y globalización que traen costumbres importadas. Pero ¿de dónde viene esta fiesta en realidad? Periodista, miembro de la Academia Argentina de Historia y uno de los más grandes divulgadores del país, Daniel Balmaceda explicó perfectamente en sus redes sociales los orígenes del término: "en Escocia el Día de Todos se llamó 'Al Hallows Day'. Sumamos 'even' (el final del día), presente en 'evening' (tardecita). Por lo tanto, la víspera del Día de Todos los Santos ('the evening before All Hallows'), también fue 'All Hallows Evening', 'Hallow Even' y 'Halloween'".

"Halloween es una fecha clave, como cualquier otra que tenemos en el calendario. Y cada año nos sorprendemos más con la gente que viene a comprar, ya sea accesorios como disfraces. Hace tres o cuatro años, Halloween es furor", admite Marianela desde el cotillón que funciona en Neochea entre Vicente López y Alsina.

¿Qué buscan? "Los niños siempre llevan la caramelera principalmente" que en forma de calabaza y de colores variados, al final del día terminará repleta de golosinas.

Se suman los disfraces de esqueleto o diablito, y accesorios como tridentes, capas, vinchas o los tradicionales colmillos de Drácula. Como condimento, la sangre falsa "es una de las cosas que más se llevan también".  

Dónde empezó todo

¿Dónde empezó todo? El ritual proviene de un antiguo festival celta que nació hace más de 3 mil años conocido como "Samhain", que significa "fin del verano" y se celebraba al finalizar la temporada de cosechas en Irlanda para dar comienzo al "año nuevo celta".

 Durante esa noche se creía que los espíritus de los difuntos caminaban entre los vivos, y se realizaban fiestas y ritos sagrados que incluían la comunicación con los muertos. Los sacerdotes Druidas iban de casa en casa demandando todo tipo de comidas extrañas para su propio consumo y para ofrecerla después en el festival de la muerte.

Si la gente se negaba a sus demandas hablaban una maldición demoníaca sobre el hogar, y la historia cuenta que alguien de esa familia moría en transcurso del año.

La palabra "Halloween" se empezó a usar en el siglo XVI y es de origen escocés "All Hallow's Eve" (víspera de Todos los Santos). Fue en 1840 cuando esta festividad llegó a Estados Unidos y Canadá, donde quedó fuertemente arraigada. Fueron los inmigrantes irlandeses quienes difundieron esta costumbre en ambos países.

Ellos solían colocar una vela encendida dentro de una calabaza inspirada en la popular leyenda de "Jack el tacaño", que consiguió engañar al diablo. El primer desfile tuvo lugar en Minnesota en 1921. En los años setenta la televisión y sobre todo el cine popularizaron la fiesta.

Según la popular enciclopedia digital Wikipedia "es una celebración internacional que se celebra el 31 de octubre, víspera de la fiesta cristiana occidental del Día de todos los Santos. Coincide con el primero de los tres días que componen Allhallowtide, el tiempo del año litúrgico dedicado a recordar a los muertos, incluidos los santos (a través de reliquias), mártires y todos los fieles difuntos".

Se festeja internacionalmente el 31 a la noche, sobre todo en la angloesfera, como Canadá, Estados Unidos, Irlanda o el Reino Unido. Y en menor medida en otros lugares como España, Chile, Argentina, Perú e Iberoamérica, países donde llegó esta celebración por contagio cultural".

Cómo se vive en Olavarría

Romina vive en Sierra Chica, pero en una escapada a nuestra ciudad ayer por la mañana aprovechó para llevar accesorios de los más variados para sus dos hijos. A la tarde, las calles de la localidad cambiaron su tranquilidad habitual y se convirtieron en escenario de grupos de niños vestidos para cumplir con este ritual que se celebra desde hace varios años. En la puerta del comercio familiar, Nicolás y Martín de 10 años, repartieron y recibieron muchos caramelos. 

A la celebración entre amigos y vecinos se sumaron algunas instituciones, principalmente jardines de infantes. En Barquito de Papel por ejemplo, se adelantaron a la fecha y celebraron con máscaras y disfraces el viernes pasado. 

El Jardín Libertas tuvo una actividad especial con los alumnos de 1° año del nivel Primario. En el turno tarde, la hora de inglés sirvió de excusa perfecta para sacar los disfraces de las mochilas y compartir esta celebración.

León (5 años) y Silvestre (2 años) son hermanos y tampoco quisieron perderse la Fiesta del Dulce o Truco. Y Catalina (de 8) vivió por primera vez la celebración con sus compañeros de Arte. 

Hace 12 años que el taller de arte Lajirafléutica sale a la calle con disfraces. "La primera vez recorrimos el barrio Mariano Moreno al compás de un bombo de murga. Con el tiempo se convirtió en una tradición y hoy lo seguimos haciendo de diferente manera en el Barrio Bancario 1", contaba Virginia Erbón, impulsora de este espacio, en las vísperas del festejo.

"Para les niñes es otra oportunidad de jugar y divertirse pero 'puertas afuera' y con la gente del vecindario.

Los días previos preparamos con mucho entusiasmo la decoración del salón. El tema que sobrevuela las clases es EL MIEDO y mis alumnes aprovechan para sacar afuera aquello que los atemoriza: las pesadillas, la oscuridad , los monstruos, perderse en el supermercado, etc. Las cosas feas como los zombies, el brócoli y las arañas quedan plasmados en dibujos, pinturas y guirnaldas realizados por ellos".

A la tradicional fiesta de Halloween "le damos un giro creativo y la convertimos en 'La Fiesta del Julepe' porque no hace falta que los vecinos nos conviden con dulces. Nos alcanza (y nos sobra) con sus caras de asombro cuando abren la puerta.

La gracia está en tocar timbre, esconderse, asustar un poco y si recibimos alguna cosita rica se disfruta el doble".

La gente, los recibe con simpatía. Como dice la profe de arte: "¿quién se puede resistir a abrirle la puerta a una versión infantil del conde Drácula, a una mini bruja, al diablito colorado o al pequeño esqueleto flúo?".