Hicieron un agujero en la pared y robaron: es la séptima vez que hacen boquetes en ese local
"Uno ya no sabe qué hacer", manifestó con desilusión el propietario del local del barrio Nicolás Avellaneda donde delincuentes ingresaron a robar luego de hacer un boquete en una de las paredes. En los últimos meses ya sufrieron otro ilícito de similares características, pero cuando el inmueble estaba vacío hicieron boquetes en 5 oportunidades. Ninguna de las medidas de seguridad que han tomado hasta la actualidad impidió que los ladrones volvieran a ingresar.
El último robo ocurrió alrededor de las 4 de la madrugada del pasado lunes feriado, cuando los delincuentes hicieron un boquete con una maza en una de las paredes del comercio ubicado en la esquina de la avenida Avellaneda y Aguilar.
Si bien el servicio de alarmas se acercó al lugar en ese horario, cuando se activó el sistema, la propietaria de Estación Avellaneda 25 horas encontró los daños recién a las 8 de la mañana del mismo día.
"Aparentemente no vieron el boquete" y creyeron "que estaba todo bien", refirió el dueño del local sobre el servicio de alarmas. Los delincuentes lograron llevarse una suma de dinero que había en la caja registradora, pero además hicieron importantes daños en el interior, tiraron estanterías y los comestibles que había en los distintos sectores del local. "La verdad que no es común que se haga un boquete, que se trabaje durante horas, simplemente para ir y robar muy poco dinero y no tocar ninguna otra cosa sino tirar mercadería al piso", expresó con preocupación el damnificado.
El entrevistado refirió a EL POPULAR que "hace 45 días lamentablemente le hicieron otro boquete en la misma modalidad, entraron, pasó exactamente lo mismo. Y anteriormente antes que yo lo alquilase al local hicieron 5 veces boquetes: hacían un agujero, rompían las cosas y yo volvía a cerrar".
En todos los casos, y el pasado lunes también, realizaron denuncias en la sede de la comisaría Segunda de nuestra ciudad, y hasta el momento no han tenido novedades sobre los delitos anteriores.
El pasado lunes se acercó personal policial al comercio del Nicolás Avellaneda y estuvieron también peritos de la división local de Policía Científica, quienes levantaron distintas muestras en el lugar. Un dato importante es que los delincuentes huyeron el lunes a la madrugada pero dejaron abandonada una maza junto a los escombros generados por la rotura de la pared, que fue secuestrada.
La investigación es instruida por la Unidad Funcional de Instrucción Nº 4 que coordina la fiscal María Paula Serrano.
Boquetes
En cada uno de los robos ocurridos en este local los delincuentes ingresaron mediante agujeros que hicieron en las paredes, ya sea por el patio o por uno de los laterales del comercio de grandes dimensiones que se encuentra en la esquina de Aguilar y Avellaneda. Estación Avellaneda comenzó a funcionar allí pocos meses atrás, y sus dueños fueron víctimas ya de dos robos de similares características.
"Es el séptimo (robo) y en los últimos 45 días, dos; siempre a través de un boquete, porque después el negocio está todo cerrado, porque lo cerramos todo por esa cuestión de que no pudieran ingresar desde el patio hacia el local, clausuramos puertas, clausuramos los ventiluces de baños, todo con pared, y adelante todo el negocio tiene persianas eléctricas así que es imposible ingresar", describió.
Cuando construyeron el inmueble, el local tenía acceso directo a través del patio, pero por los continuos boquetes el propietario se vio obligado a hacer continuas obras: "Primeramente tenía comunicación al patio el negocio, después tuve que clausurar la comunicación al patio porque me rompían las rejas, me rompían las puertas, rompieron los ventiluces".
Finalmente el dueño del local, que prefirió no hacer pública su identidad, indicó a Diario El Popular que decidió hacer público el último robo con el objetivo de prevenir que sucedas otros casos, "no con el fin de estar enojado ni nada con nadie porque la policía realmente pasa, nosotros vemos que hay presencia policial siempre pero tampoco podemos pretender que haya un policía en cada esquina".