La escuela para niños sordos e hipoacúsicos es la única institución con estas características en el centro de la Provincia de Buenos Aires. Presta servicio frente a trastornos específicos del lenguaje y tiene como eje transversal los dispositivos educativos de inclusión.

Con una moratoria en AFIP a la que deben hacer frente, más el costo de los servicios y de mantenimiento de la institución, los números no cierran.

Ante este escenario lanzaron dos campañas: una consiste en la colecta de papel blanco y/o de color, cartón, revistas, diarios y libros en desuso. La venta del papel servirá para recaudar fondos para pagar los impuestos. Los interesados en colaborar podrán acercar los materiales a la sede de IDEO ubicada en Cerrito 3259, de lunes a vienes de 11 a 15.

Otra iniciativa es la de Socios Protectores que busca reunir una cuota bimestral de 200 pesos para solventar gastos de impuestos, moratoria y sueldo de personal auxiliar que "este mes tienen asegurado el salario, pero no sabemos el mes que viene", dijo Arrondo.

IDEO funciona a pulmón y cíclicamente debe afrontar situaciones económicas complejas para seguir en pie, pero la pandemia agudizó más la crisis en un 2020 donde no se pudo recurrir a eventos e iniciativas que estuvieron suspendidas en el marco del aislamiento y de los cuidados preventivos.

La cuestión financiera marcó toda la trayectoria de la institución, pero el año que pasó "fue muy difícil para todos. Igualmente, de alguna forma siempre que nos juntamos el plantel docente y los padres surgen ideas, y la comunidad siempre está colaborando con nosotros, ta nos conoce y la suma de todos no da una mano y un respiro, nos transmiten fuerzas para seguir".

El rol de la escuela

Como escuela, IDEO es la única institución de estas características en el centro del territorio bonaerense, razón por la cual su función es importantísima para nuestra ciudad y también para localidades vecinas.

Las propuestas pedagógicas se definen en función de las necesidades educativas derivadas de la discapacidad auditiva y los trastornos específicos del lenguaje, y con ese objetivo se brindan los apoyos necesarios y se buscan entornos que fomenten al máximo el desarrollo académico y social de los alumnos, garantizando un sistema de educación inclusiva en el marco del modelo social de la discapacidad.

Con más de 35 años de trayectoria, la escuela para sordos e hipoacúsicos cuenta actualmente con una matrícula de 52 alumnos. Propone la integración de los alumnos en los diferentes niveles de la educación convencional (Inicial, Primario y Secundario) y en la modalidad adultos.

La tarea se da en forma conjunta con las escuelas oficiales y privadas a partir de la puesta en marcha de Proyectos Personales de Integración, consensuados con las familias.

En 2010 IDEO incorporó el servicio de TEDL (Trastornos Específicos del Desarrollo del Lenguaje) que hace hincapié en la implementación de estrategias de intervención específicas, ofreciendo así el acceso a una educación en la que los alumnos puedan desarrollar al máximo sus posibilidades, revirtiendo su situación de incomunicación o exclusión social.

El contenido que abordan las docentes tiene en cuenta cada trayectoria particular y también las edades. "En estas propuestas de inclusión trabajamos con escuelas de Hinojo, localidades serranas, Loma Negra y escuelas rurales como Las Piedritas". En un año atípico, "todas las maestras manejan su auto personal y el costo del combustible ya es un montón. Todos en IDEO ponemos pasión por lo hacemos, pero son muchas las trabas. Pensamos en la calidad educativa, pero también en cómo subsistir pero no debería ser así", declaró Maitén Arrondo.

Y dijo que "IDEO sale adelante por el plantel docente que tiene, por el grupo de padres también. Uno ingresa a la institución y es una escuela luminosa, con mucho dolor, y eso lo logramos con el esfuerzo de cada una de nosotras. Ahora tenemos que hacer la recarga de los matafuegos pero no hay plata. El 10 de febrero tenemos que pagar una cuota de la moratoria y el 16 otra y no contamos con los recursos. Incluso el plantel de docentes colabora con una parte de su sueldo para poder pagar esta cuota. Ninguna se resistió a esto, todo lo contrario, pero a veces también resulta injusto y nos causa dolor porque tendríamos que tener todas las energías centradas exclusivamente en nuestra actividad que hacemos con profesionalismo y vocación".