El 21 de noviembre de 2016, Carlos "El Indio" Solari anunciaba que tocaría en Olavarría. No se trataba de un recital más, ya que el 14 de agosto de 1997 el entonces intendente Helios Eseverri tomó la decisión de suspender a último momento los shows que Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota iban a realizar el 16 y 17 de agosto en el Maxigimnasio de Estudiantes, argumentando que la misa ricotera significaría un peligro para la ciudad.

En aquella oportunidad, el cantante expresó en lo que fue la única conferencia de prensa de su carrera: "esta no va a ser la última vez que vengamos, pero quizás hay que esperar un tiempo. Los corazones jóvenes no tienen la posibilidad de cicatrizar durante un tiempo esas cosas".

Y así fue como un 11 de marzo de 2017, veinte años después de la suspensión, el ex cantante de Los Redondos se presentó junto a los Fundamentalistas del Aire Acondicionado en el predio La Colmena, en lo que fue el último show completo y en vivo del cantante con la banda.

Durante los días previos se vivió un ambiente nunca antes visto en nuestra ciudad. Las avenidas Pringles y Avellaneda se encontraban repletas de fanáticos que llegaban de todo el país, puestos de comida y de ropa y de ciudadanos locales que no se querían perder el fenómeno histórico que se estaba viviendo.

Horas antes del recital, el sol empezaba a bajar y comenzaba a notarse un clima cada vez más raro, repleto de nerviosismo entre la gente. Peleas, corridas y golpes se hicieron presentes en las calles, pero que afortunadamente no pasó a mayores.

Ya cerca de la hora del show, la multitud comenzó a circular por la avenida Avellaneda hasta los ingresos al predio. Se estima que la cantidad de personas fue entre 200 y 400 mil, de los cuales una gran cantidad ingresó sin entrada en mano y sin controles de seguridad, una marca registrada en los recitales del cantante.

El concierto arrancó como lo que se suponía que iba a ser: una verdadera fiesta ricotera. 'Barbazul vs. el amor letal' de Patricio Rey y los Redonditos de Ricota fue la canción encargada de abrir el show, seguida de Porco Rex y Arca Monster. Sin embargo, con el transcurso de las canciones el clima se iba poniendo tenso. 

Luego de la quinta canción, el show se interrumpió por aproximadamente 50 minutos debido a las fuertes avalanchas que se producían en el sector cercano al escenario, lo que generó que muchas personas resultaran heridas y ahogadas.

El recita continuó y pudo finalizar sin problemas, pero de a poco se supo que el ritual se había transformado en una tragedia: Javier León y Juan Francisco Bulacio perderían la vida por asfixia.

La salida, producto de la mala organización a lo largo de todo el fin de semana, también fue un caos. La misma se desarrolló por las angostas calles del barrio Los Robles y ocasionó empujones y falta de aire en los espectadores, quienes en algunos casos debieron subirse a autos y tejados de las casas vecinas para descongestionar el amontonamiento.

Por su parte, los medios nacionales, apoyados ingenuamente en los rumores de las redes sociales, brindaron datos erróneos sobre la organización del recital y levantaron sospechas infundadas sobre la cantidad de muertos. De hecho, se llegó a decir que la suma real era desde siete a once fallecidos.

Fanáticos varados

Al otro día del recital, se estima que 7 mil ricoteros quedaron varadas en Olavarría. En muchos casos, se trató de personas que fueron abandonadas por las empresas que contrataron para el regreso.

La Terminal de Omnibus quedó desbordada ante la imposibilidad de poder atender y trasladar a a semejante cantidad de personas. Es por ello que desde el Municipio, y con la ayuda de ciudades vecinas, se trasladó en colectivos y camiones a los perjudicados, que en algunos casos fueron derivados hasta Azul, Las Flores y las terminales de Capital Federal, Rosario y Bahía Blanca.

Cómo continúa la causa

Los imputados por las dos muertes y por las heridas que sufrieron otras ocho personas son los productores del show y directivos de la empresa "En Vivo S. A.", los hermanos Marcos Estanislao y Matías Iván Peuscovich y Gustavo Eduardo Zurita. La causa se encuentra bajo el encuadre penal de "doble homicidio culposo" y "lesiones culposas".

Por su parte, Solari fue desligado de la causa al haberse constatado de que no formaba parte de la organización del evento ni de la logística, sino que solamente de la "organización musical".

El juicio oral y público debía comenzar el 10 de febrero y se iba a desarrollar hasta el 14 de abril, con una audiencia semanal. Sin embargo, a fines del año pasado los imputados presentaron ante la jueza Cecilia Desiata un acuerdo en el que ofrecieron una "reparación económica" para parte de los damnificados, tanto con las familias de Bulacio y León como con varios de los heridos, lo que significó una resolución alternativa al debate oral y público. Se indicó en este sentido que la magistrada olavarriense consintió al pedido realizado desde la defensa de los hermanos Peuscovich y de Zurita, situación por la cual el juicio quedó suspendido.

En ese sentido, quienes firmaron esta conciliación renunciaron al rol de particular damnificado, por lo que, de prosperar el acuerdo, se declarará extinguida la acción penal y se sobreseerá a los productores en el marco de estos tres casos.

Sin embargo, el fiscal Ignacio Calonje, titular de la Unidad Funcional de Delitos Especiales con sede en la ciudad de Azul, a principios de este año apeló esta resolución ante la Cámara Penal de Apelación y Garantías del Departamento Judicial de Azul, presentación en la cual solicitó anular el acuerdo económico para garantizar que se sustancie el juicio oral.

En paralelo se manifestó que, mientras se espera la resolución de los camaristas azuleños, para abril próximo se espera que se sustancie el juicio también en el Juzgado Correccional, esta vez con algunas de las personas que resultaron heridas en el recital de marzo de 2017 y que no formaron parte del acuerdo que fue presentado y avalado por la jueza Desiata.