En España, Italia y también en Argentina se notó un brusco descenso de las consultas cardiológicas y las practica, según datos de la Sociedad Argentina de Cardiología, el Colegio de Cardiólogos Intervencionistas y las Sociedades Internacionales.

 A pocas semanas del establecimiento de la cuarentena por el coronavirus desde la Fundación Favaloro llamaron la atención por la disminución de las atenciones cardiológicas, sobre todo las consultas tardías, "en esta especialidad es muy importante la consulta a tiempo para poder plantear la mejor estrategia de tratamiento del infarto" afirmó el cardiólogo Ricardo Violante, médico de guardia de la Unidad Coronaria y Jefe del Servicio de Hemodinamia del Hospital.

No consultar a tiempo puede ser potencialmente grave

El profesional de amplia experiencia en cardiología explicó a El Popular que "cuando un paciente ingresa con más de 20 horas de evolución, las posibilidades de tratamiento son mucho menor que las de un infarto tratado dentro de las 4 horas".

Desde la Sociedad Argentina de Cardiología alertan sobre las enfermedades cardiovasculares, principal causa de muerte en Argentina, que no registran consultas a los especialista porque las personas que las padecen temen salir del aislamiento para no contagiarse de coronavirus. 

Al miedo a salir de la casa "se suman las razones económicas y mucha gente que ha abandonó la medicación ya sea porque no tienen las recetas, se les termina la medicación o no tienen plata para comprarla, es un combo de cosas en contra", analizó el doctor Violante. 

Como variable favorable se presenta el aislamiento y el "Quedate en casa" ya que hay menos estrés  todos los días.

"Hemos hechos teleconferencia con varios especialistas de Europa y todos remarcan la misma situación, hay muchos pacientes que no están consultando y cuando lo hacen ya es un poco tarde para saber cuál es la mejor estrategia terapéutica", manifestó a El Popular el cardiólogo olavarriense. 

La estadística indica que en Olavarría hay  entre 3 y 4 infartos por mes entre los pacientes que se atienden tanto en el sector público como el privado, "sino se atienden al mes siguiente vamos a tener  entre 7 y 8 porque en algún lado esos pacientes están", destacó. 

¿Cómo proceder?

El cardiólogo Ricardo Violante aconseja "consultar al médico, mantener contacto con el personal y tomar la medicación".

Acá en Olavarría las urgencias se siguen atendiendo, "a su vez hay un grupo de pacientes que no están considerados de emergencia pero han tenido un cuadro clínico grave y tienen el alta se necesitan continuar con estudios, es por eso que se decidió  en consenso con las autoridades municipales para hacer estudios en pacientes que no están internados pero su estado es delicado".


Desde hace un mes el servicio de cardiología del Hospital Municipal "Dr. Héctor Cura", se realizan en LALCEC, ubicada en la calle Mitre 2659.


Los estudios de pruebas de esfuerzo y ecocardiogramas se están realizando pero "se tiende a postergar el chequeo anual  sobre todo si el paciente no tiene síntomas", destacó en el sector privado los consultorios externos funcionan tomando las precauciones pero la gente no está consultando. 

En el  contexto  de Emergencia Sanitaria "se va consensuando para que haya camas en el caso que aparezcan paciente con coronavirus, se tratan de minimizar los tiempos de internación de cada paciente con patología cardiovascular", expresó el cardiólogo.

 La cirugía cardiovascular no se hace en ningún lugar del mundo a excepción de una  extrema urgencia y necesidad.

El Servicio de Unidad Coronaria sigue funcionando en el Hospital Municipal y "si existe una patología aguda grave de origen cardiovascular como un cateterismo u otro estudio invasivo lo hacemos", afirmó Violante. 

La Sociedad Argentina de Cardiológia plantea tres acciones básicas sobre cómo proceder frente a los problemas cardíacos duratne la pandemia:

1) Ante síntomas sospechosos consultar

Ante la aparición de síntomas como dolores de pecho, agitación, palpitaciones y pérdidas de conocimiento, es imprescindible consultar rápido al sistema de emergencias o a los médicos de confianza. El temor a la asistencia domiciliaria y a ser eventualmente internado es infundado en este momento. Las asistencias de emergencia dividen los tipos de consultas en fiebre-no fiebre, y las Instituciones Sanitarias han generado áreas y circuitos para los pacientes con COVID-19 que están aislados del resto del hospital. También los equipos profesionales se dividen en COVID y no COVID para evitar el contagio. 

2) Mantener el contacto con los profesionales que los atienden

A pesar de que se han levantado muchas agendas y las dificultades para trasladarse, en forma progresiva se están generando formas de consulta telefónica o por telemedicina con modalidades muy diversas. Tanto hospitales públicos como instituciones privadas ya han comenzado con teleconsultas.

3) No suspender la medicación

Los medicamentos cardiovasculares en la mayoría de las enfermedades crónicas tienen un efecto de prevenir complicaciones graves y prolongar la vida. No pueden suspenderse salvo consulta previa. Si en este momento tiene dificultades para acceder a la medicación comuníquese con los profesionales e instituciones que los atienden y busque los diferentes caminos para proveerse. (S.A.C)

No existe ningún tratamiento cardiovascular ni para la presión arterial que deba ser cambiado o suspendido por la epidemia. Todas las especulaciones sobre el tema han sido respondidas en forma unánime por las sociedades científicas internacionales y locales. 

La vacunación contra el virus influenza y la neumonía por Neumococo es muy relevante en pacientes mayores de 65 años o con enfermedades cardiovasculares crónicas, y no deben ser postergadas. 

¿Cómo enfoca la cardiología argentina esta epidemia?

Muchos de los integrantes de los servicios de cardiología institucionales tienen experiencia en la asistencia respiratoria y se están reentrenando para colaborar con los terapistas si nuestro país evoluciona a una gran demanda. Pero todos los servicios se mantienen con total funcionalidad para las emergencias no vinculadas con la epidemia. Muchas instituciones ya han comenzado a comunicarse con todos los pacientes que tienen en seguimiento para ayudar en el control de sus síntomas y el acceso a la medicación, a través de diferentes sistemas de atención virtual. El diálogo personal puede evitar consultas innecesarias así también como acelerar las que no pueden demorarse. 

Tomemos conciencia de que las enfermedades cardiovasculares no descansan durante la epidemia, así como muchas otras, y que postergar o demorar las consultas y los tratamientos puede tener consecuencias muy riesgosas.