Daniel Lovano

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Este lunes se cumplirán cuarenta años del inicio de la mayor catástrofe sufrida por Olavarría y buena parte de la provincia de Buenos Aires, la inundación de 1980, que arrojó un saldo trágico de más de 30 mil evacuados, muertos, desaparecidos y pérdidas económicas incalculables en la Ciudad.

La inundación del 80 será imborrable en la memoria de quienes lo vivieron, y dejó para siempre su marca en la historia.

Coincide el aniversario con otra circunstancia que significará un registro imperecedero, en este caso en el contexto global de la pandemia de coronavirus.

No había alertas próximas que hablaran de la bravura del Tapalqué en aquel tiempo, pero los archivos expresaban que solía salirse de cauce para incursionar por las calles de la Ciudad.

EL POPULAR, en una edición de marzo de 1900, daba cuenta de que "la fuerte lluvia que empezó a caer el sábado a las 10 de la noche y sin interrupción continuó hasta las 8 de la mañana del domingo ha producido una gran inundación.

"Las obras de desagües y nivelación que se empezaron a construir hace 4 años y que aún no están terminadas han sido insuficientes para librarnos de la enorme masa de agua, que como una avalancha y con una rapidez espantosa convirtió las dos terceras partes de la superficie del pueblo en un mar".

Tres años más tarde EL POPULAR publicó que "las fuertes lluvias que se han venido desencadenando han originado la inundación de los barrios bajos del pueblo en la parte sud y este".

El antecedente más importante fue el del 5 de julio de 1919.

"El desborde del Tapalqué produjo estragos. Jamás los habitantes han conocido un peligro tan grande como en esta fecha" decía EL POPULAR.

Las lluvias se sucedieron a lo largo de días, descargando 320 milímetros durante los dos meses previos. En los lugares más altos el agua llegó a 0,50 m de altura, y a 2,5 m aproximadamente en los más bajos.

El desastre provocó 4 muertos.

En mayo de 1941 hubo otra inundación, que los memoriosos se atrevieron a comparar con la de 1919.

En la inundación de 1955 nuevamente el pueblo trazó un paralelo con la de 1919. El agua alcanzó en las proximidades del ferrocarril hasta 1 metro de altura, y la última gran inundación fue la de noviembre de 1985.

Ninguna de ellas comparable con la tragedia de fines de abril de 1980, que se extendió a los primeros días del mes de mayo.

Fue un domingo especial el 27 de abril de 1980.

La nota completa en la edición impresa de diario El Popular