El Fuerte Independencia fue el primer asentamiento fronterizo que se instaló en 1823 con la intención de asegurar tierra adentro ante el avance de las potencias extranjeras de la época como lo eran los ingleses, franceses y portugueses. Posteriormente, el gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, promulgó la construcción de una serie de fuertes y fortines que conformaban una frontera de seguridad interior para que los pueblos originarios interactúen con los eurocriollos.

En este sentido, Julio Merlo, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Sociales de la Unicen y del Incuapa (Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Paleontológicas del Cuaternario Pampeano), señaló que "la permanencia a lo largo del tiempo del Fuerte en el lugar tiene que ver con el intercambio que se produjo con los pueblo originarios, de otra forma hubiera sido imposible poderlo mantener. Siempre sostengo que pudo perduran por esta reciprocidad que hubo entre los pueblos originarios y los eurocriollos instalados en el fuerte".

El hecho de que lo que fue el Fuerte Independencia se ubique en el centro de la ciudad de Tandil complica las investigaciones debido a que no queda nada estructuralmente visible. "Al explorar una zona urbana, solo se puede excavar en espacios públicos o en patios de casas. Obviamente, no se puede excavar dentro de un hogar, salvo casonas antiguas que se están por demoler. El espacio tuvo muchas modificaciones a lo largo de los años, se sigue reutilizando y se sigue construyendo sobre él y eso nos va restringiendo cada vez más la posibilidad de recuperar materiales arqueológicos", afirmó Merlo, Director del proyecto.

El proceso de investigación

El trabajo realizado en este 2021 comprende recolecciones superficiales realizadas en el Parque de la Independencia, es decir, en la parte posterior del Fuerte. En el mismo, se encontraron materiales líticos, lo que son instrumentos de piedra o desechos de la talla de instrumentos de piedra que eran utilizados por los pueblo originarios para el procesamiento de alimentos.

En este sentido, el arqueólogo Merlo comentó: "Hemos encontrado las primeras lozas que se introdujeron en el país. A su vez había presencia de materiales provenientes de Europa y también encontramos fragmentos de botellas que indican que se les otorgaba a los pueblos originarios bebidas alcohólicas, esto habla de que ese contacto entre los pueblos originarios y los eurocriollos estuvo constantemente".

Los trabajos de campo realizados se extienden por un máximo de 15 días en donde se extraen los materiales del lugar. Posteriormente, esa evidencia es enviada a un laboratorio del Incuapa donde son limpiados, procesados y analizados. De esta manera, se van obteniendo datos e información de las actividades que se hicieron en el fuerte.

Una vez analizados e inventariados, los materiales regresan a la ciudad de Tandil ya que son considerados patrimonio de la ciudad. En este caso, los materiales estarán en el Museo Histórico del Fuerte Independencia de Tandil.

Trabajo interdisciplinario

El equipo de trabajo está conformado por Horacio Villalba (geología, Incuapa, Facultad de Ciencias Sociales); Anabella Galvano (comunicación social, Facso); Augusto Olivan (arqueología, Incuapa, Facso); Carla Dátola (historia, IEHS, Facultad de Ciencias Humanas) y Claudia Gogorza (Física, CIFICEN, Facultad de Ciencias Exactas). Además de una serie de miembros y alumnos colaboradores.

La investigación cuenta con una financiación otorgada por la Secretaría de Ciencia, Arte y Tecnología de la Unicen, en el marco del plan de Proyectos Interdisciplinarios Orientados (PIO SECAT) el cual pone énfasis en la realización de trabajos interdisciplinarios.

En este sentido, Merlo dijo que: "no solo se trabaja desde lo arqueológico sino que participan historiadores que analizan analizan los documentos y nos acompañan en las excavaciones para poder comparar los documentos con el registro arqueológico. Están trabajando geólogos para ver la estratigrafía del lugar y geógrafos que nos muestran cómo se fue modificando el lugar y tener una visión de cuáles pueden haber sido los movimientos o corrimientos de materiales arqueológicos".

Mientras que, agregó: "También participa gente del Cificen de Tandil que se encarga de analizar los materiales que encontramos y, de esta manera, poder determinar las fechas de los mismos".

Finalmente, la idea es terminar con la investigación para 2023 ya que se cumplen 200 años de la ciudad de Tandil. Posteriormente, la idea del equipo es continuar trabajando con el Fuerte Blanca Grande y con los demás fuertes y fortines que hubo en Olavarría.