En los últimos días comenzaron los trabajos de campo paleontológicos a la vera del arroyo Tapalqué en el sector del Salto de Piedra. Las tareas son realizadas por docentes-investigadores de la Facultad de Ciencias Sociales y del Conicet, radicados en el Instituto Incuapa (Unidad Ejecutora Conicet – Unicen) con sede en la misma Facultad.

La campaña de excavación se enmarca en el proyecto de investigación que desde hace cuatro años lleva adelante el Incuapa (Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Paleontológicas del Cuaternario Pampeano), en el que participan además investigadores del CCT Tandil, Bahía Blanca y España. El proyecto es dirigido por el licenciado José Luis Prado y tiene por objeto el estudio de la evolución de la fauna y ambiente de la cuenca del arroyo Tapalqué.

"Nosotros estamos estudiando los cambios climáticos asociados a la fauna que vivía en distintos momentos del tiempo. Desde acá nosotros podemos ver como ha sido la evolución del clima desde antes que aparezcan los primeros pobladores, en el momento que aparecieron y cómo siguieron las variaciones climáticas. El objetivo es obtener restos de fósiles de mamíferos", señaló Prado.

Las investigaciones en este sector de la ciudad comenzaron hace muchos años pero en el 2017 se realizan de forma sistemática. En esta nueva etapa, la utilización de nuevas técnicas y metodologías permitió realizar nuevos descubrimientos.

"Con la utilización de la resonancia electromagnética para datar y nos dio una edad de 150 mil años. Con lo cual es todo una novedad para esta zona porque todas estas secuencias del arroyo Tapalqué y el sur bonaerense teníamos dataciones que no daban antigüedades mayores de 30 mil años", indicó el paleontólogo Prado.

"Esto nos da una perspectiva nueva de la antigüedad que tenían estos depósitos, estos métodos de termoluminiscencia como el método de resonancia electromagnética nos permiten llegar a estas edades. Estos nuevos métodos tienen una mayor resolución y nos permiten ver bien la antigüedad", añadió.

Al mismo tiempo, Prado comentó: "hemos detectado, pero tenemos que comprobarlo, un evento paleomagnético en torno a 40 mil años que está descrito en el hemisferio norte pero que no en América del Sur. Todavía no lo hemos publicado pero estamos repitiendo los análisis para comprobar que no hayamos cometido ningún error".

Procesos de trabajo

La cercanía que tiene el Salto de Piedra con la ciudad permite realizar un análisis más exhaustivo. "La localización del lugar nos permite hacer una excavación sistemática, estamos excavando en cuadrículas con un método de mucho detalle que a veces si uno está en medio de la Patagonia es imposible", aseguró Prado.

"Uno acá tiene toda la infraestructura, vamos al laboratorio, vemos las muestras al microscopio, si no nos gustan las cosas volvemos a repetir el análisis y lavamos el sedimento para recuperar microfósiles", explicó.

En cuanto a la metodología utilizada por los profesionales, señaló que "una vez que se descubre el fósil hay que hacer todo un proceso de extracción, se lo lleva al laboratorio donde es tratado por dos técnicos especializados en la preparación y limpieza de ellos y una vez que están preparados recién ahí se comienza a estudiarlo desde el punto de vista sistemático y tafonómico".

Al mismo tiempo, afirmó que los análisis que no son posibles realizarlos en nuestra ciudad son enviados "una parte a España y otra parte a Australia".

Cabe destacar que esta nueva campaña significa una gran oportunidad para los alumnos de arqueología de la Facultad de Ciencias Sociales que trabajan en el lugar.

El aporte desde España

Dentro del grupo de investigadores que trabaja actualmente en esta campaña en el Salto de Piedra se encuentra la paleontóloga española, María Dolores Marín Monfort, quien arribó a nuestro país para realizar una beca postdoctoral en la Universidad Nacional del Sur de Bahía Blanca. Su beca se vincula específicamente con la taxonomía y la histología, para lo cual realizan cortes histológicos y a partir de ellos realizan interpretaciones sobre lo que se observó en la formación del yacimiento, tanto a nivel de superficie como histológico.

A partir de contactos previos con José Luis Prado arribó hace unos días a Olavarría con el fin de trabajar en la campaña de excavación.

"Lo primero que realizamos es la campaña de investigación donde se toman una serie de datos, de inclinación, de orientación y después, en la parte de laboratorio, analizamos los restos en superficie", explicó Marín Monfort. 

"El otro día estuve analizando los restos de este yacimiento, tenían marcas de carnívoros entonces esto nos puede indicar como se ha formado el yacimiento. Luego miramos si los restos de los fósiles están redondeados, esto te puede indicar que han sido arrastrados por una corriente", agregó.

Respecto a su especialidad, explicó que "la tafonomía consiste en analizar las marcas en la superficie de huesos para ver cómo se ha formado el yacimiento. También cuando hacemos cortes histológicos y vemos otra serie de variables que tienen los ejemplares que nos dan indicaciones del ambiente o de cuando murieron".

Para finalizar aseguró que el Salto de Piedra "es uno de los sitios más bonitos en los que he trabajado, me ha encantado y me parece un lugar idílico".