En Olavarría, la pandemia sumó 3.500 nuevas familias que debieron acudir al Municipio para conseguir la ayuda alimentaria que le alivie la grave situación económica que atraviesan. Son nuevos desempleados o gente que se ha quedado sin las changas que le permitían subsistir día a día, además de aquellos que acudían a instituciones intermedias que actualmente no están funcionando.

En este contexto, de las 3.200 familias a las que el Municipio asistía tradicionalmente, antes que el Covid-19 llegara al país y que se decretara el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio; en la actualidad pasaron a sumar 6.700.

Así lo afirmó el titular de Desarrollo Humano y Calidad de Vida, Diego Robbiani. Solamente allí hubo 4.500 llamados para solicitar ayuda alimentaria en este último tiempo.

De todas maneras, Robbiani destacó que en Olavarría "no hemos tenido problemas graves de salud vinculados a la alimentación", un dato que surge desde Atención Primaria a partir del trabajo que se realiza en los distintos CAPS.

Aunque la asistencia con alimentos se incrementó en un 110% en los últimos meses, el funcionario municipal reconoció que la situación podría haber sido más grave. En este sentido, admitió que la asistencia se complementa con la Tarjeta Alimentar, el bono contributivo del IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) que implementó la Nación y el incremento en la Asignación Universal por Hijo. "Esto contribuyó bastante" en un escenario actual de pandemia y crisis que lleva ya largos meses y que aún no tiene un horizonte de solución a corto plazo.

Por otro lado, el Municipio también absorbe familias que recurrían a instituciones intermedias, muchas de las cuales han debido cerrar sus puertas debido al aislamiento. "Para ello estamos en contacto con organizaciones sociales, políticas y deportivas que se comunican con nosotros y nos envían un listado con las familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad". Incluso, se creó la mesa de contención social que incluye a referentes políticos de distintos partidos que acordaron trabajar en conjunto para llegar a todos los sectores que lo necesiten en el marco de esta emergencia sanitaria.

Gran parte de los recursos necesarios para sostener esta situación ha llegado de donaciones y aportes de empresas, particulares y entidades deportivas. Y, aunque en las últimas semanas esta colaboración ha mermado, "estamos sumamente agradecidos", sostuvo Diego Robbiani al tiempo que afirmó que "estamos abastecidos para seguir sosteniendo esta demanda que esperamos que no crezca más".

Detección y distribución

¿Cómo se detecta a aquella familia que necesita de asistencia? "A partir de los llamados que recibimos en Desarrollo Humano y Calidad de Vida. Se generó una base de datos y se va dando respuesta a la demanda. A estas nuevas familias se le viene dando asistencia habitual con muchos casos de repetición de entrega de bolsas de alimentos", explicó Robbiani.

En este camino, desde el Municipio incorporaron nuevas líneas telefónicas que suman en total siete líneas de comunicación, de las cuales dos son teléfonos fijos y cinco celulares. La atención es de 8 a 20 en algunos de estos teléfonos, mientras que en otros la disponibilidad abarca las 24 horas.

En detalle, las líneas de celulares 15531118 y 15665710 funcionarán las 24 horas. Los números 15466029, 15616995 y 15332367 (celulares), 411041 y 411042 (teléfonos fijos) atenderán la demanda de los vecinos de 8 a 20.

Cada bolsa de alimentos alcanza para 15 ó 20 días y luego "se repite el esquema de asistencia". Para Robbiani, lo importante es que no se han detectado casos de salud graves debido a la alimentación. "Desde los CAPS se trabaja en este tema y los reportes son buenos en este sentido", aclaró el funcionario municipal.

Lo cierto es que desde que comenzó la pandemia se recibieron 4.500 llamados y, si bien la cantidad de pedidos no ha crecido, se mantiene constante.

¿De qué manera se distribuyen los alimentos? En el caso de aquellas familias que son asistidas tradicionalmente y que conforman lo que se denomina grupo con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), las bolsas de alimentos se distribuyen en los distintos servicios territoriales, donde los retiran a través de un sistema de vale. En tanto que, para las nuevas familias que son asistidas, el reparto se da a domicilio, casa por casa.

Para ello, los equipos de trabajo están conformados por trabajadoras sociales, administrativos y choferes con el objetivo de cubrir la demanda inmediata y otro grupo -también de empleados de la Subsecretaría- que están en el depósito armando bolsones de mercadería.

"Renovamos el trabajo de desarrollo social en las localidades. Mucha gente se tuvo que quedar en su casa y estamos volviendo al territorio", dijo Riobbiani.

El funcionario municipal aclaró que "hemos mantenido la habitualidad con unas 60 familias, con movilidad dentro del territorio. Además, se ha reorganizado el área (de Desarrollo Humano y Calidad de Vida) con personal de las área de Deportes y Cultura que han dejado de tener actividades normales y colabora con nosotros".