La capilla Beato Ceferino Namuncurá retoma las actividades para poder culminar su edificio
La obra se inició a fines de 2012. En diciembre de 2019 se celebró la primera misa en el interior del edificio. La pandemia frenó la culminación de los trabajos. Ahora se reanudaron los trabajos.
La capilla Beato Ceferino Namuncurá se encuentra ubicada en el corazón del barrio Villa Mailín, un sector de la ciudad de Olavarría que en los últimos años ha tenido un importante desarrollo y crecimiento poblacional, y se encuentra en los últimos tramos para la finalización de su edificio. La Iglesia Católica proclamó a Ceferino Namuncurá como beato el 11 de noviembre de 2007 y su devoción es popular en la Argentina desde mediados del siglo XX.
La obra de la capilla tuvo sus inicios a fines de 2012 y desde entonces ha tenido un constante avance, a través del trabajo llevado adelante por el grupo parroquial, a través de la distintas actividades para recaudar los fondos necesarios. Un hecho importante se produjo en diciembre de 2019, cuando se concluyó el techado y se celebró la primera misa en el interior del edificio; pero en marzo del año pasado, la pandemia de coronavirus frenó todo los trabajos.
Ahora, con el mejoramiento de situación sanitaria y el restablecimiento de las actividades sociales, el proyecto de la obra está retomando su impulso y por ello sus referentes apelan a la colaboración de la comunidad y las empresas olavarrienses para finalmente lograr concretar la conclusión de la obra edilicia.
EL POPULAR Medios estuvo en el predio de la capilla Beato Ceferino Namuncurá, donde dialogó con el padre Marcos Picaroni, responsable de la parroquia San Cayetano con sede en barrio CECO, de la cual depende la capilla, y Martín Bidegaray, Rubén Vales y Astrid Bidegaray, integrantes del grupo parroquial.
Picaroni comenzó señalando que "la futura capilla Ceferino Namuncurá está ubicado en un predio ubicado en las calles Mendoza y Las Heras. La obra se inició en el año 2012 y ya se ha logrado techar, con la colocación de las tejas. Estamos en esta etapa que si bien podemos reunirnos adentro, ya hemos hecho celebraciones para Navidad, nos faltan aberturas y toda la parte de electricidad, es decir que todavía nos falta un buen tirón... Pero estamos muy deseosos de poder iniciar las actividades aquí dentro de la capilla en futuro no muy lejano".
Sobre las expectativas del proyecto, el párroco de San Cayetano indicó "el objetivo es que en cada zona haya un lugar de presencia religiosa, pero no solamente que sea un lugar de celebración religiosa y de oración, también un lugar que despliegue también una actividad social y vecinal. Ha habido otras capillas en los últimos años, como surgió la del Perpetuo Socorro hace 10 años, el Sagrado Corazón hace 20 años, y está bueno, esperemos que Ceferino Namuncurá sea la próxima".
En referencia a los orígenes del proyecto de la capilla en el barrio Villa Mailín, Martín Bidegaray contó que "nació porque mi señora, hoy fallecida, fue catequista en el sector durante muchos años; entonces nosotros veíamos la posibilidad de hacer un lugar para reunir a los chicos, para que después de terminar la catequesis, ello chicos tuvieran otras alternativas. Queríamos sumarles otras actividades, no sólo para hacer una celebración religiosa, sino tener un punto de reunión o que trabaje un grupo scout... para motivarlos y de paso sacarlos un poco de la calle.... A raíz de ello, el proyecto nació en 2012 con el padre Pancho (Vallejos, que era el párroco anterior de la parroquia San Cayetano). Nosotros lo pensábamos hacer más chico, pero después se dando esto que se ve...".
Bidegaray también explicó cómo fue la situación de la obra en este último año y medio y al presente: "A nosotros a la pandemia nos frenó todo, porque habitualmente hacemos cenas y bailes para juntar fondos... y nada de eso se podía realizar. Ahora vamos viendo que la situación se va mejorando, gracias a Dios, así que vamos a ver qué es lo que podemos hacer, siempre estamos dispuestos. Por ahora estamos haciendo cosas chicas, venta de pasteles cuando hay celebraciones y si todo sigue bien la idea es seguir recaudando fondos, porque se necesita mucho dinero... ahora estamos en fase de aberturas y claro lleva un buen monto de dinero. Pero bueno se ha hecho cosas siempre así... por eso nosotros creemos que vamos a llegar igual, despacito, sólo nos llevará algún tiempo más".
Los montos necesarios para poder concluir los trabajos hacen que se requiera la colaboración comunitaria. Sobre ello, Bidegaray señala que "nosotros tenemos un grupo de socios colaboradores que aportan una cuota social. El que se quiera adherir bienvenido sea, y las empresas también. Nosotros hemos recibido donaciones de empresas: las tejas fueron donadas por Cerro Negro, y ahora nos van a donar unos cuantos metros de pisos; y Canteras Argentinas nos ha donado arena. Pero estamos abierto a que se acerquen otras empresas. El objetivo primordial es cerrar la parte de afuera del edificio para poder usar el templo, porque nos ha pasado de que comenzara a llover en el medio de una celebración y hemos tenido que tapar con gazebos y lonas. Ahora queremos aprovechar que la pandemia se está alejando y llega el mejor clima del verano para trabajar".
Martín Bidegaray detalla que "el referente es padre Marcos Picaroni, en el templo San Cayetano; todas las donaciones importantes se pueden hacer por vía de él. Para quienes quieran hacerse socios sí pueden dirigirse al grupo de trabajo de la capilla: Rubén Vales, 15-450727; Astrid Bidegaray, 15-216782; o conmigo, 15681727".
Astrid Bidegaray acota que como vía de comunicación "también tenemos una página de Facebook ("Capilla ‘Ceferino Namuncurá’ Olavarría"), donde vamos publicando las distintas actividades. Por ejemplo, ahora el sábado 30 de octubre a las 17 horas el padre Marcos va a celebrar una misa, y a su término se va a realizar una venta de pasteles. También para el 7 día de noviembre, en la celebración mensual del día de visita San Cayetano en el barrio CECO, el padre Marcos nos invitó a tener la venta de los pasteles. En el grupo de trabajo también están Nora, que es la catequista y empezó este año, y también hay una maestra jardinera. Pero quien quiera acercase a colaborar, puede contactarse con nosotros".
Sobre las actividades a corto plazo en ámbito de la capilla, Marcos Picaroni cuenta que "en el verano comenzaremos a realizar misa periódicamente. En 2019 empezamos una vez por mes, pero después comenzó la pandemia y las suspendimos. Pero ahora mientras no usemos el interior de la capilla, periódicamente en los meses verano vamos a hacer misas en el espacio al aire libre contiguo al edificio, después en el invierno veremos.... Habitualmente nos vamos poniendo de acuerdo con los vecinos; por ejemplo, para el 26 de agosto celebramos una misa con la presencia de vecinos, devotos y peregrinos, con los gauchos a caballo".
En referencia a la figura de Ceferino Namuncurá, de la cual la capilla lleva el nombre, Astrid Bidegaray expresa que "es muy significativo para nosotros, porque además de ser argentino, Ceferino era humilde, era mapuche. Entonces nosotros acá en nuestro barrio, tenemos mucha gente de diferentes nacionalidades, la mayoría es gente trabajadora, entonces es un símbolo que nos acerca un poco. A eso se suma que tras su beatificación, la imagen podrá estar en el altar mayor".
Finalmente, Astrid destaca que "la colectividad boliviana tiene una gran presencia en el barrio, con lo cual en la capilla está previsto darles un altar para que coloquen la vírgenes y santos de los cuales son devotos. Porque además de compartir la fe del catolicismo, existe una gran reciprocidad, ya que cuando ellos hacen sus festejos de la Virgen de Copacabana nosotros estamos presentes, y ellos a su vez vienen cuando nosotros hacemos las misas".