Hubo una placa, palabras alusivas, recordatorios y también bailes y cantos entre los miembros de la comunidad educativa de la Escuela de Educación Especial Nº 503 "Mirta Amalia Sosa" por sus 50 años ininterrumpidos de actividad educativa, en el marco de un acto que unió lo protocolar con lo recreativo.

Fue durante la mañana del jueves último, cuando autoridades, docentes y ex docentes y alumnos se congregaron en el salón de actos del establecimiento, que tras un recorrido por varias sedes, hoy comparte el edificio con la Escuela de Educación Nº 504 "Prof. Mario Vitalone". Ese traslado definitivo a la locación de Ituzaingó 1879, esquina Las Heras, se vio plasmado en los hechos el 5 de marzo de 2016, cuando inició allí aquel ciclo lectivo.

Lo cierto es que el jueves hacia las 10, la ceremonia comenzó con el descubrimiento de una placa por el medio siglo de trayectoria. Lo protagonizaron la inspectora de Jefatura Distrital de Educación, Gabriela González y la inspectora de la modalidad Especial Corina Chuliver, junto a la directora de la EEE Nº 503 Nora Rodríguez; la presidenta de Cooperadora, Patricia Canosa y la ex directora Norma Manfrini.

Inmediatamente, se escucharon palabras a cargo de la directora Nora Rodríguez, seguidas a continuación por las de la ex directora Elena Pérez de Albéniz y la lista de discursos finalizó con el pronunciado por la inspectora Corina Chuliver. Todo, en el escenario donde se leía: "50: momento para celebrar las alegrías de hoy, las memorias de ayer y la esperanza del mañana".

Luego se concretó la entrega de tres recordatorios. Uno lo recibió la hermana de Mirta Amalia Sosa, la asistente social cuyo nombre le fue impuesto al establecimiento en marzo de 1996; otro le correspondió a la primera directora Olga Mendivian, y el último fue para la mamá de ex alumnos, Ana Vega.

Lo que siguió fue estrictamente recreativo: el baile a cargo de Valeria Potes y el ex alumno del servicio, Ezequiel Caldironi, la canción Bailamos todos a cargo de estudiantes de la propia Escuela 503 y de Arte Danza y después, la canción interpretada en lengua de señas Oncemil, de Abel Pintos.

Todo finalizó con una muestra fotográfica realizada por los estudiantes de la Escuela de Artes Visuales y, como cierre, un ágape y la entrega de souvenirs.

La Escuela de Educación Especial 503 nació como tal el 15 de agosto de 1969 para atender "niños de 3 a 16 años con alteraciones cerebromotrices, mielomeningocele, retraso psicomotor, hidrocefalia, y en articulación con el servicio de sordos e hipoacúsicos, ciegos y disminuidos visuales impedidos de concurrir al servicio ordinario común", había explicado a este Diario su actual directora, Nora Rodríguez.

La nota completa en diario El Popular