La eliminación del IVA a los alimentos básicos comienza a ser realidad, de modo paulatino, en los comercios de nuestra ciudad. Las primeras en aplicarlos fueron las cadenas y los grandes supermercados con sucursales en diferentes puntos y así, el sábado ya se aplicaban no sólo en Carrefour sino también en la Cooperativa Obrera, o en Supermercados Día. Otro es el panorama entre los almacenes y pequeños supermercadistas, que todavía no llegan a recibir las listas de proveedores en las que se refleje esa nueva realidad.

Lo cierto es que, en busca de paliar el impacto de la inflación tras la devaluación del peso de los últimos días, el gobierno argentino lanzó una nueva medida que impactaría en los bolsillos de los consumidores: a algunos productos de la canasta básica se les eliminó completamente el IVA, consistente en un 21% sobre los valores estipulados por sus elaboradores, a partir del viernes 16 del corriente.

La lista de productos incluye pan; leche en todas sus variantes; aceite de girasol, maíz y mezcla, arroz, azúcar, conservas de frutas, conservas de hortalizas y legumbres, harina de maíz y harinas de trigo, pastas secas, pan rallado y rebozador; huevos; yerba mate, mate cocido y té, polenta y yogur.

Para la Casa Rosada, la medida "ayudará a compensar el impacto de la devaluación en los precios". Por lo pronto, la norma tendrá vigencia hasta fin de año y regirá en todos los puntos de venta destinados al consumidor final.

Para sus detractores, en cambio, la iniciativa impuesta por el Decreto 567/2019 tendría poco efecto real en el bolsillo, ya que reducción del impuesto difícilmente se traduciría en una reducción de los precios de igual magnitud. Lo dijo claramente el ministro de Producción Dante Sica durante la conferencia de prensa en la que se anunció la eliminación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para una lista de alimentos básicos: "El objeto de la medida es ''absorber'' el impacto del cambio de la estructura de costos".

¿Cómo se traduce esa frase? Tras la devaluación del 33% que tuviera lugar entre el lunes y el miércoles posteriores a las PASO, las cadenas de distribución de alimentos y los supermercados ya han ajustado las listas de precios entre un 10% y un 20%. En muchos casos de forma preventiva, en otros amparados en la incidencia del precio del dólar sobre los costos. De allí que se hable de "absorber", según las definiciones de los más escépticos  ante el anuncio del presidente Macri.

Es que habitualmente inmediatamente después de la devaluación de nuestra moneda, los precios de los alimentos se incrementan haciéndose eco de aquella devalorización. Así, algunos opinan que "la reducción del impuesto difícilmente se traduzca en una ''reducción'' de los precios de igual magnitud. Más bien será absorbida por la cadena de distribución y comercialización, y en la góndola los consumidores percibirán precios muy similares a los actuales, o algunos más altos". 

Lo cierto es que, tras el fin de semana y la actividad limitada de ayer lunes, varios precios mantienen esos aumentos, aunque también se amplía la llegada de las bajas a diferentes sectores comerciales de la ciudad.

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