Un equipo de ingenieros, graduados y estudiantes avanzados de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Centro, junto a empresas colaboradoras, diseñaron un prototipo de respirador artificial (dispositivo de asistencia respiratoria mecánica), a partir del empleo de componentes netamente nacionales, que cumplen con las exigencias de normas de calidad para equipamiento médico. Dicho prototipo se encuentra en la última fase de pruebas a cargo del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y si son satisfactorias, podrían empezar a fabricarlo inmediatamente.

Así lo confirmó el rector Roberto Tassara, en una entrevista con el ciclo "Tandil despierta" (Eco TV y 104.1 Tandil FM). "En estos días se viene la prueba final del INTI para habilitar su fabricación, que se comenzará a hacer en la facultad, con el apoyo de los graduados y está involucrada toda la comunidad académica, hay mucho entusiasmo", afirmó.

El respirador que diseñaron en la Facultad de Ingeniería de la Unicén, sede Olavarría, pasó dos pruebas cruciales. La primera, en el Centro de Femeba, donde los resultados fueron destacados. La segunda evaluación fue en la Asociación Argentina de Analgesia y Reanimación, institución que tiene el simulador más avanzado de todo el país, el que se considera "gold estándar" o patrón de referencia de máxima certeza. Y en las últimas semanas se han desarrollado las pruebas de calidad en el INTI, que conforman el último eslabón para habilitar su producción.

El avance fue pergeñado por un equipo que integran 14 ingenieros y estudiantes avanzados al mando de Pedro Escobar, bioingeniero, docente e investigador en la Facultad de Ingeniería de la Unicen con sede en Olavarría.

La diferencia que planteó el grupo de trabajo al iniciar las tareas de investigación fue que no intentaron mecanizar el proceso respiratorio de la persona, sino que buscaron alternativas para crear un aparato que tiene como principal función proveer a un paciente del oxígeno que no le garantizan sus propios pulmones.

El respirador mezcla aire comprimido y oxígeno -ambos de grado medicinal- y los introduce en el paciente a una presión controlada para no dañarle los pulmones, a partir de sensores y alarmas especiales, con suministros de fabricación nacional.

Tecnología nacional a bajo costo

El aparato fue ideado para una construcción en tiempo récord y con costos por debajo de los que actualmente están disponibles en el mercado. Según las estimaciones, su costo comprenderá la décima parte de la valuación de uno de su tipo y podrá producirse con componentes nacionales en tiempo récord. Si un respirador, en el mercado, cuesta cerca de 18 mil dólares, el equipo que ha desarrollado la Unicen costaría unos 1800 dólares.

La casa de estudios que hizo el diseño también podrá fabricarlo, posibilidad que también constituye una novedad. Con los insumos disponibles, cada aparato se puede montar en 6 horas y controlar en otras cuatro, lo que significa un insumo de tiempo de aproximadamente 10 horas por respirador. En su etapa inicial, el proyecto contempla una línea de montaje de 100 respiradores al mes y con posibilidades de escalar.

Sin dudas, será una gran contribución para los distritos de la región que no cuentan con la aparatología suficiente y cuya preocupación por no poseer elementos de estas características se hizo evidente ante el contexto de demanda que se inauguró con la pandemia de Covid-19 y sus severas consecuencias sobre el sistema respiratorio. (EL ECO)