La historia de un olavarriense que donó un riñón a su primo: "no lo dudé ni un instante"
Pasaron cuatro años y medio desde que Sebastián Matrella decidió ayudar a Ricardo Hoffmann para que mejorara su calidad de vida. Así, se convirtieron en protagonistas de un acto solidario que conmueve y ahora contaron su experiencia.
"La verdad es que no lo dudé ni un instante", dijo Sebastián Matrella en su relato sobre esta historia que emociona y conmueve. El olavarriense le donó un riñón a su primo Ricardo Hoffmann y ambos compartieron su experiencia con Canal Local en el marco del Día Nacional de la Donación de Órganos, fecha instituída con el fin de recordar la importancia de esta acción solidaria que permite mejorar la vida de aquellas personas que lo necesitan.
Cuatro años y medio atrás, Ricardo, conocido por haber sido presidente del Club Atlético Estudiantes, se encontraba atravesando un problema renal que se agravaba con el correr de los días, por lo que pronto se iba a ver obligador a realizar diálisis.
Para evitar esto, la única solución era un transplante de riñón. "En ese momento estaba la posibilidad de mi madre, mi suegro y algún amigo que se habían hecho algunos análisis", comentó.
Allí es donde apareció su primo Sebastián, quien actualmente se desempeña como concejal de la ciudad, y le ofreció a Ricardo un acto de solidaridad que le cambiaría la vida: cederle su riñón. "Un día vino Sebastián a casa y me dijo 'contá comigo si me necesitás'", destacó.
"Somos primos hermanos, tenemos una relación de toda la vida, además de que siempre fuimos muy cercanos", narró Ricardo, y añadió que este tipo de donaciones "es algo que uno nunca pide, que surge de las personas que lo sienten así, y él lo sintió en ese momento. A partir de ahí comenzó una catarata intensiva de estudios y análísis de ambos".
Consultado por si se esperaba este ofrecimiento por parte de su primo, Ricardo admitió que no, aunque aclaró que "no es que no lo esperaba por parte de él, sino que es muy difícil, que uno no espera y que cae del cielo. Ni yo puedo decir si hubiera hecho lo mismo en ese momento".
"Es un gesto de nobleza infinita, que lo ha tenido él y lo han tenido muchos donantes que han permitido que otras personas puedan disfrutar de un mejor estilo de vida. Hay muchos casos acá en Olavarría. Son ejemplos que están por demás demostrado que permiten alargar la vida de otras personas y que ojalá la gente se anime cada vez más a realizarlos", señaló.
Sebastián aseguró que la decisión de otorgarle uno de sus riñones a su primo "no lo dudé ni un instante, me puse en el lugar de él y de lo que podría estar sintiendo. Yo en su lugar hubiera pretendido que alguien pueda darme una mano y ayudarme, mi familia también tuvo mucho que ver y me apoyó".
Además, confesó que luego de este acto altruista "empecé a ver la vida de otra manera. Estoy contento de ver como está, disfrutando la vida".
Los días de la operación
Recordando los días previos al transplante, Ricardo indicó que fueron momentos muy especiales y de mucha emoción. "Me acuerdo que fui a caminar solo al parque e iba llorando por toda esa emoción del momento".
En cuanto al día de la intervención, ambos se encontraban a la par en sus respectivas camillas, realizando bromas ya que "queriamos superar los nervios de lo que iba a pasar"
"Cuando salí de anestesia, medio dormido, ya quería ver el partido de Argentina que jugaba noche", recordó entre risas.
Donar salva vidas
En la actualidad, el transplante le sirvió a Sebastián para ser más precavido y realizarse más controles. "Cuidarme con la sal, comer menos carne y tener una vida activa, no mucho más que eso. No me ha cambiado demasiado", destacó.
Si bien dijo que "es muy dificil poder dar una visión" para que otras personas donen organos, sostuvo que "ponerse en el lugar del otro ayuda mucho y tratar de ver de qué manera uno puede solucionarle la vida a una persona que tiene toda una vida por delante".
"Uno siente una satisfacción importante al ver que la otra persona puede disfrutar de la vida, y la verdad que eso llena bastante todos los días", celebró.