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Pese a la recomendación taxativa que emana de la resolución 460 - 2021 del Ministerio de Jefatura de Gabinete de Ministros y el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, el arzobispo de La Plata Víctor Manuel "Tucho" Fernández anticipó ayer que "no es competencia de la Iglesia pedir un pase sanitario para los actos de culto" ni "realizar control" de vacunación contra la COVID-19.

En efecto, la disposición establece el "Pase libre Covid como requisito para asistir a aquellas actividades realizadas en el territorio provincial que representan mayor riesgo epidemiológico, además de cumplir con los protocolos, recomendaciones e instrucciones de las autoridades sanitarias".

Están mencionados en la letra de la administración estatal "actividades culturales, deportivas, religiosas y recreativas en espacios cerrados, como centros culturales, gimnasios, cines, eventos deportivos que signifiquen aglomeración de personas; salones de fiestas y boliches, fiestas, casamientos, actos y reuniones con gran participación de personas; bares y restaurantes".

"Al ingreso de un festival se puede echar a alguien, pero para nosotros es más complejo echar a alguien de la celebración de la comunidad. Para una cosa así tendríamos que contratar personal adecuado. Hay un problema de logística. Pero no nos oponemos a que el Estado haga ese control" señaló el arzobispo Fernándesz.

"Así se los comuniqué a mis fieles, como lo hicieron otras diócesis de la provincia de Buenos Aires" acotó.

"Pero varios medios salieron a decir que yo me rebelo contra el pase sanitario en La Plata. Lo peor fue el diario La Nación, porque afirmó que la Iglesia se opone al pase sanitario en los eventos masivos. Y esto ya es una barbaridad. De eso nosotros no opinamos ni nos compete. Cada vez más parece que los periodistas no saben leer un texto, o sino obran de muy mala leche. Cada vez todo se vuelve más rastrero", aclaró Fernández.

Palabras muy parecidas pronunció el obispo de la diócesis de Azul Hugo Manuel Salaberry (ver aparte), con competencia en Olavarría y una amplia región del centro bonaerense, que incluye además a Benito Juárez, Ayacucho, Bolívar, General Alvear, General La Madrid, Laprida, Las Flores, Rauch, Roque Pérez, Saladillo, Tandil y Tapalqué.

El "pase sanitario" consiste en la acreditación por parte de todas las personas mayores de 13 años de al menos dos dosis de la vacuna contra la COVID-19, aplicadas no antes de 14 días, ya sea mediante App "VacunatePBA", App "Mi Argentina" o el carnet de vacunación en formato cartón o tarjeta.

La medida empezó a correr a partir de este martes.

A esta cuestión se refirió también el licenciado Ramiro Borzi, titular de la Región Sanitaria IX: "El espíritu del pase sanitario apunta a lo preventivo".

Borzi resaltó que no es una medida coercitiva por parte del estado provincial y la ve casi como una invitación a vacunarse para aquellos que aún no lo han hecho o han retrasado la aplicación de una segunda dosis.

"Lo que se busca es que la gente siga tomando conciencia -porque la verdad es que ha habido conciencia- en esto de vacunarse, teniendo en cuenta que está todo facilitado: hay vacunas, hay vacunación libre para las dos primeras dosis y, creemos que no se da en todos los países del mundo, es para aprovecharlo" reflexionó.

Borzi se anticipó a los hechos, reconoció que existe una curva al alza, pero observó que "en el otoño - invierno de 2022 tal vez se replique en esta parte del mundo lo que está sucediendo en una parte de Europa, donde las olas son masivas".

"En Olavarría se han aplicado 220 mil vacunas entre todas las dosis, lo cual equivale a 10 años de la vacunación antigripal. Si bien las vacunas siguen en el mismo estadío, están probadas en la práctica, por lo cual negarse y no vacunarse no tiene ningún sentido" subrayó.

Con datos en la mano, especificó que "en Olavarría la franja etaria hasta hace una semana que tenía más dispersión para la aplicación de la segunda dosis iba en los jóvenes de 18 a 39 años, y tenían una cobertura de segunda respecto a la primera del 85%. Esta semana, datos del martes, ya es del 89%, o sea que estamos viendo que hay una reacción y debemos seguir así".

El titular de la Región Sanitaria apeló "a la conciencia de la gente y aquel que está un poquito relajado, que deje de lado el relax, que vaya y se vacune, y definitivamente logremos que la COVID sea una cosa del pasado".

Puso como ejemplo que la mayoría de los últimos contagios en la Ciudad fueron en gente vacunada, "y se ve que no hay internaciones graves. No hay pacientes en terapia intensiva en toda la región sanitaria, pero hace un mes teníamos en toda la región 8 casos activos, y hoy tenemos alrededor de 220".

"Se ve una curva en aumento, y creo que es una lucecita amarilla para alertarnos, pero a su vez se comprueban los efectos de la vacunación, porque los casos no son graves. Por supuesto que no hay que relajarse, hay que seguir con los cuidados que ya son mínimos a lo que eran cuando la circulación estaba al máximo -y eso no fue hace un siglo- y utilizar esta gran herramienta que es la vacunación" insistió Borzi.

Obispo de Azul Hugo Manuel Salaberry: "Seguiremos alentando la vacunación"

En una carta a sus feligreses, el arzobispo de La Plata Víctor Manuel "Tucho" Fernández inició diciendo ayer que luego de "una reunión citada en la Gobernación con la ministra Cristina Alvarez Rodríguez, de la cual participé, quedó claro que no es competencia de la Iglesia pedir un pase sanitario para los actos de culto y realizar su control. Esto se debe tanto a dificultades de logística como a la imposibilidad de prohibirle a alguien que participe de una misa".

Casi las mismas palabras utilizó el obispo de la diócesis de Azul Hugo Manuel Salaberry en diálogo con este Diario.

"No es competencia nuestra pedir pase sanitario con lo cual, si el Estado en algún momento cree conveniente hacerlo, lo hará con sus propios medios" dijo Salaberry, y sin interrupciones acotó que "de nuestra parte nos podemos comprometer -como lo hacemos normalmente- a seguir colaborando con los cuidados comunes (barbijos, distanciamiento social, etc.) y alentando la vacunación".

Salaberry mencionó que en la reunión entre la ministra y el arzobispo de La Plata "sólo se aclaró que, si se hicieran eventos masivos de jóvenes, como campamentos, tendríamos que advertir que se necesita la vacunación".

Se refirió también a celebraciones tradicionales de la Iglesia, por caso casamientos, bautismos, confirmaciones, en estos tiempos de pandemia.

"Se arman burbujas familiares como una forma de decir, porque el término está más referido a los colegios. En un grupo familiar pueden estar juntos, a distancia de otro grupo familiar, con barbijos, alcohol al ingresar y lo que tiene que ver con la recepción de sacramentos o lo que fuere hay que sanitizarse las manos con alcohol" explicó el prelado.

En cuanto a estos episodios tradicionales de la Iglesia Católica, el obispo Salaberry confesó que no quiso "dejar de hacer nada este año, pero guardando estrictamente las normas sanitarias. Lo que estaba previsto hay que hacerlo, siempre de acuerdo a las condiciones que se presentan. En lugar de celebraciones masivas, se han separado grupos de no más de 30 personas".

Citó Saladillo, donde hubo 260 confirmaciones en 4 ceremonias en una plaza y con la presencia del que se confirma, más el padrino o la madrina y los papás.

"Y cada vez que salía uno por un lado, ingresaba el otro, pero antes había que limpiar todo. Así como en Saladillo, lo repetimos en otras ciudades" apuntó.

Para los casamientos, en específico, no están todos los bancos de las iglesias habilitados.

"Tenemos que cuidarnos" recomendó el obispo Salaberry, hoy con este repunte en los contagios. "Lo que pasa es que nosotros somos muy desordenados en las cuestiones ciudadanas" comentó.

Vacunado con las dos dosis, el obispo Salaberry contó que padeció el coronavirus en el invierno pasado.

"Yo estoy cubierto pero puedo transmitir, entonces hay que tener precauciones, evitar aglomeraciones. Probablemente no voy a tener problemas, pero sí puedo transmitir el virus" aconsejó.

El obispo perdió el pasado 4 de junio a alguien muy cercano, el padre José Luis Depascuale, (conocido como Padre Keli) quien se desempeñaba como Vicario General del Obispado de Azul y falleció de esta enfermedad con apenas 57 años.

"Fue durísimo para nosotros. Es muy traidor este virus, porque cuando él se dio cuenta enseguida avisó y se aisló, pero lamentablemente falleció a los pocos días" recordó con pesar.