[email protected]

Para el concejal del Frente de Todos, Ubaldo García, "hubo un brutal ajuste en diferentes áreas y tenemos un Municipio que ha estado en retirada, abandonando a los vecinos". Con esta sentencia durísima, el edil pretendió simplificar su opinión acerca de la Rendición de Cuentas del ejercicio 2019/20 que se va a tratar en la sesión del lunes.

A su juicio, "falta obra pública ya que la que hubo no supera los 50 millones de inversión cuando lo normal era de 700 millones. Es cierto que el año pasado fue atípico, pero igualmente faltó gestión", y remarcó que se emplearon 194 personas nuevas en la planta de personal".

En tanto, el concejal de Renovación Peronista, Germán Aramburu, "hay una falta de operatividad y de gestión y pese a que a través de los decretos de emergencia se le dio al Intendente facultades para actuar, no las usó como hubiésemos deseado".

En una palabra, para Aramburu, "se subejecutó el presupuesto, se hicieron compras directas en las que se pagaron precios más altos y siendo que Olavarría es un municipio rico, ahora venimos para atrás".

Por su parte, el edil del bloque de la UCR, Martín Lastape, "fue un año atípico, pero no se hicieron nuevas inversiones, no hubo obra pública y el fondo de infraestructura escolar se podía haberlo ejecutado en el semestre pasado. El funcionamiento del Municipio se llevó el 80 por ciento del Presupueto porque todo eso fue a parar a la estructura, sueldos y servicios, alumbrado...No hubo inversión pese a que los ingresos, tanto el impuesto a la piedra como las tasas, no se resintieron".

Personal y obras

Ubaldo García advirtió que "en deuda se paga más del doble (314 millones) y van a estar 4 años para recuperar lo que se perdió en un solo año. En el impuesto a la piedra se mantiene la recaudación, la cobrabilidad de las tasas se mantiene alrededor del 63 por ciento", tras lo cual añadió que "el aumento del 32 por ciento que se aumentó por la facultad del intendente de hacerlo en virtud de la inflación, no incidió en el porcentaje de cobrabilidad".

Luego simplificó: "Olavarría tiene una estructura económica vinculada a ingresos fijos y también se ata el pago de las trasas a la renovación de la licencia de conducir".

Rematando luego que "hubo un brutal ajuste de 600 millones y en diferentes áfreas. Tenemos un municipio que está en retirada y ha abandonado a los vecinos".

Agregó que "hubo un superavit de 132 millones y una diferencia, con el déficit de 354 millones que lleva a una suma de 486 millones. Se gastó mucho o mal en 2019, entonces", concluyó.

Apuntó que "hay un gran desorden administrativo y si bien hubo alguna caida en la coparticipación, esta fue mínima. Además, hay 194 empleados nuevos", tras lo cual señaló que 114 se habían jubilado, se habían empleado 45 más en salud pero no se tenía por qué reemplazar a los que se jubilaron. No tiene por qué reemplazarlos", subrayó.

Preguntado si su bloque aprobaría la Rendición de Cuentas, respondió "no sabemos si la vamos a aprobar. Si se sigue administrando así vamos a tener problemas de infraestructura. No se están prestando los servicios y no es un momento para seguir sumando personal", concluyó.

Gestión y proyecto de ciudad

Para Martín Lastape, "el contexto del año pasado fue atípico, pero no se hicieron inversiones. pudieron haber ejecutado el fondo de infraestructura escolar y no lo hicieron. El 80 por ciento del presupuesto se lo lleva el mantenimiento en sueldos, servicios...No hay inversión, no hay obra pública y en el presupuesto de este año han incluido las mismas obras que las del año pasado. La cobrabilidad se mantuvo y el impuesto a la piedra se mantuvo también lo que se había presupuestado".

Lastape no entiende "por qué hubo superavit porque entonces hay plata que no se usó". Sobre el personal dijo que "el gasto representa el 58 por ciento del presupuesto cuando en la gestión de José Eseverri estaba entre el 48 y el 51 por ciento". Tras ello sostuvo que generalmente se aprueba la Rendición de Cuentas aunque puede haber alguna observación".

En tanto, el concejal de Renovación Peronista, Germán Aramburu, sotuvo que "hay una falta de operatividad y de gestión que preocupa. No hubo apoyo a los trabajadores ni a los comerciantes, es decir, se le dio herramientas pero no las usó o no lo hizo como uno querría. El presupuesto lo volcaron a la salud, a las compras directas, venimos para atrás", remató.

"Pero insisto, hay un gran problema de gestión cuando la cobrabilidad es buena, al menos se mantiene en los valores históricos. No hubo obras ni de pavimento, ni de cloacas..., es decir, falta un proyecto de ciudad y cuando no existe so no se sabe qué hacer con los recursos. Olavarría es un municipio grande y este gobierno ha bajado mucho la vara. Hubo un notable aumento en las horas extras, muchísimas en salud, y si bien la pandemia lo podría justificar, igual es mucho el aumento. En general se observa un gran desmanejo, falta de gestión y existe una gran ausencia de proyecto de ciudad", cerró el concejal de Renovación Peronista.