Según explicó, la puericultora en el programa radial "Un Cacho de Mañana", por FM 98 POP, "nosotras abordamos los beneficios de la lactancia materna, los temas relacionados con el peso del bebé, la importancia de ingerir el calostro (a lo que llamó la primera vacuna que recibe el recién nacido) y poder acompañar al grupo familiar en la maternidad".

En general, la puericultura vino a cubrir un "bache y una demanda latente de ayuda por falta de contención y de conocimiento sobre todo esto", afirmó.

Es que, como dijo Lola Kolomietz, era una parte del nacimiento que "no lo cubría ni la obstetra, ni los neonatólogos ni nadie. Era una materia que se la estudiaba en el secundario en donde se pretendía preparar a la mujer para ser madre; luego se fue especializando y hoy es una carrera universitaria y una profesión ya instalada en hospitales públicos, sanatorios y atención privada".

Todo es nuevo

Fue siempre una demanda latente de muchas mujeres que -de pronto- se encontraban solas con su bebé sin saber cómo afrontar esa dificil y trascendente misión de ser madres. Como bien dijo Lola Kolomietz, "era una materia del colegio secundario y luego se creó una carrera a nivel universitario, pero no se sabe por qué desapareció para volver como una carrera universitaria. Se profesionalizó esta actividad porque no existía una red de contención para esas madres que necesitaban ese asesoramiento tan específico. Se terminó profesionalizando porque ante ese vacío, ya que no le correspondía ni a la obstetra ni al neonatólogo, surgió esta especialidad para estudiar y atender la responsabilidad de ser madre y el miedo al fracaso, el posparto y todo lo que está relacionado con el nacimiento".

"Somos como una guía y dependerá todo del grado de contención y acompañamiento. Si el chico llora por hambre u otra cosa, terminar con los mitos de que si no le pudo dar de mamar, la hija no va a poder hacerlo...Además, ser conscientes de que el calostro es la primera vacuna del bebé", explicó en "Un Cacho de Mañana", por FM 98 POP.

Según añadió, "hay momentos que son muy complicados para la mujer por falta de acompañamiento, contención, experiencia y un sinnúmero de emociones y situaciones. La madre primeriza no puede reconocer lo que le pasa por qué llora su niño porque él tampoco puede decir lo que le pasa. Lo expresa de esa manera y es un lenguaje que la madre debe aprender, y siendo cada bebé un ser singular existen muchas situaciones que se parecen. Las puericultoras atravesamos todas esas situaciones, la de la familia tradicional, la de las nuevas formas de familia..., hemos tenido que acompañar a una mujer porque su bebé no ha podido sobrevivir".

En cuanto a los cambios culturales y al rol del varón frente a un nacimiento, Kolomietz sostuvo que "hoy hay otra predisposición y el hombre se ha dado cuenta de que el hijo es de los dos. Se involucra mucho más porque además se han dado cuenta de que si no lo hace se pierden algo hermoso e irrepetible".

Entre otras emociones y cambios, Lola explicó que "la mujer se siente muy angustiada por la noche y la madrugada, cambia su reloj biológico...todo es nuevo y por ello necesita contención, acompañamiento y conocimiento que es lo que la va a ayudar a darle seguridad y relajamiento".

La puericultura "se ha institucionalizado en Buenos Aires, en los sanatorios privados, en los hospitales públicos y se contrata a nivel privado por el boca a boca o por derivaciones de los pediatras. Los bebés son todos diferentes de alguna manera y hay que interpretarlos, aunque hay un común denominador entre ellos. En Olavarría -agregó- tengo entendido que en algunos lugares a este tema lo abordan las enfermeras o alguna obstetra que ha hecho algún curso de lactancia. Es que a la mujer se le da el alta en el peor momento y la vuelta a casa es muy complicada", terminó diciendo Lola Kolomietz.