La quimera de las vacunas, la foto de la unidad pero con efecto contrario, y la política local
El ministro de Salud admitió que con el tema vacunas se han dormido. Además dijo que no había aviones para traer la rusa al país. Todo un grotesco, La reunión en La Plata en donde Kicillof y Cristina jugaron de local mientras Alberto y Massa fueron visitantes absolutos. "La Corriente" suma peronistas olavarrienses. El reproche de Rossi. El posible retorno de José. El ataque de Lestelle. El Municipio y el superávit. El radicalismo y la autonomía.
La Plata es un lugar especial para Cristina. Allí nació, conoció al padre de sus hijos y que la iba a catapultar primero al Parlamento y luego a la presidencia de la Nación.
Allí fue a pelearlo a su gobernador, Daniel Scioli, a quien luego debió respaldar porque se le venía abajo su propia imagen y las posibilides electorales del motonauta. Fue ese invierno que ella en persona, acompañada por la decana de Periodismo y su gente, lo denunció a Scioli de ocultar muertos de la inundación, algo gravísimo que no hubiese hecho ni siquiera la oposición más recalcitrante.
Pero Cristina se desdobló y lo hizo. Después no sabía cómo volver para que su candidato tuviese alguna posibilidad de ganar. Y Scioli no paraba de temblar.
Ahora Cristina volvió a su ciudad buscando la foto de unidad del gobierno con la cual se pretendió despejar las dudas de fuegos internos y en verdad el acto acabó confirmándolos.
Frente a tantos comentarios e hipótesis de posibles confrontaciones internas, sea entre el Presidente y su Vice, sea entre ésta y el presidente de la Cámara de Diputados, Cristina Kirchner eligió el escenario y allí se los llevó a todos. Eligió su ciudad, haciéndolo sentir local a su discípulo, Axel Kicillof, a quien inexplicablemente le otorgó el privilegio de anunciar el aumento de la AUH, algo que le correspondía al Presidente, pero, como diría la abuela "Cristina hace lo que quiere". Es su gobierno y se atribuye ese derecho, el de arrebatarle el anuncio al Presidente. Encima en La Plata se siente de local como podría sentirse en la Tercera Sección Electoral. Cristina, como Boca, define siempre de local. Diagramó unilateralmente el plan económico del gobierno y les pidió que se vayan a quienes no se sientan kirchneristas o ella considere tibios. Alberto parecía su secretario de Gobierno.
En tanto, un racinguista como Ginés González García parece estar algo aturdido con las vacunas. Explica la carencia de ellas, sean cuales fueren, apelando a argumentos tan absurdos como los de Carusso Lombardi frente a una derrota. Si hasta dijo que no había aviones, lo que equivalía a que el país se había quedado inexplicablemente sin su flota aérea. Con razón a los argentinos les está vedado volar a cielos de promesas cumplidas.
El ministro nos obligó a quedarnos con vacunas que deja a los mayores de 60 años a merced de la peste. De esta manera, y casi com un crimen perfecto, se podría concretar aquella profecía de Bioy Casares en "La guerra del cerdo", novela que cuenta el afán de una sociedad de quitarse de encima a los "viejos".
Cambio de figuritas
Fue el acto de Kicillof, y así lo sintió el gobernador. Su discurso interminable se pareció mucho a una película argentina en la que nunca falta tema alguno. En efecto, cada film debe contener las problemáticas de los maestros, jubilados, derechos humanos, pobreza, marginalidad, inseguridad..., y todo ello estuvo contenido en su discurso como arrancado de una pelicula nacional. Además, no se perdió la oportunidad de cargarle al Presidente toda la responsabilidad de la quita de fondos a la CABA.
Ahora el Gobernador quiere la cabeza del Procurador provincial, Julio Conte Grand a cambio de algunos cargos que reclama María Eugenia Vidal para la Defensoría del Pueblo, el Banco Provincia y el Grupo Provincia, además de fondos para infraestructura municipal (FIM) tan necesarios en los municipios. Kicillof le quiere cambiar una figurita difícil por varias que no tienen la importancia de un cargo tan vinculado con la Justicia, una institución tan anhelada para Cristina en su quimera por lograr la suma del poder público.
Lestelle, con todo
Lo cierto es que Cristina dio una muestra más de poder frente a un Alberto que aflautaba su voz al vociferar que él era un tipo "de palabra", aunque no se sabe a cuál se refería, si a las expresadas hace dos años o a las actuales.
Honorato de Balzac solía decir que no cambiar de opinión significa creer en la infalibilidad humana y también de las ideas, y que eso era completamente soberbio y colmado de necedad. Pero parece ser que Alberto se ha tomado muy a pecho esta frase del genial escritor francés, y en vez de bancarse sus anteriores afirmaciones elige gambetearlas de una manera maradoniana.
De todos modos, esta es una particularidad no solo de Fernández o de Massa sino de muchos políticos, por eso no es dificil detectar a los diferentes.
Quien no se guardó nada esta semana y ni tampoco dibujó fue Alberto Lestelle que no tuvo reparos para utilizar un epíteto muy utilizado contra la Coordinadora en la década del ochenta contra la denominada Coordinadora. Efectivamente, el ex diputado y ex funcionario calificó a La Cámpora de ser una "cargocracia", esto es, una agrupación cuyo objetivo sería el de conseguir puestos políticos, y lo nombró con nombre y apellido a César Valicenti como el líder de ese grupo kirchnerista. Enumeró algunos de los puestos conseguidos y criticó esta orientación de la política, con lo cual el dirigente que hoy construye con otros pares filo duhaldistas, se desmarcó claramente de alguien que ha ido a más de una vez a sus empanadeadas en su propio domicilio de Parque Arano.
Se enojó Agustín
Otro que tampoco se ahorró críticas para los grupos cerrados del Frente de Todos fue el ministro de Defensa, Agustín Rossi, uno de los líderes e impulsores de la llamada "corriente de la militancia nacional", o simplemente "La corriente".
El ministro de Defensa hizo lo opuesto a su función, es decir, atacó duramente a todos aquellos sectarios y los denominó "orgas", un concepto más cercano a lo militar que a lo político, al verticalismo que a la horizontalidad, y más propios de la uniformidad que a la diversidad y a la tolerancia.
Exhortó a funcionar mediante el diálogo y la búsqueda de consensos y sin el espíritu de "orga". En esta reunión virtual participaron Cristina Alvarez Rodriguez, Adriana Capuano, Sergio Milesi, quien parece haber encontrado su lugar de un peronismo moderado, horizontal y con sello local, el ex concejal del peronismo azuleño Pablo Puppio, la hija del "Chinchu" Gasparini, una funcionaria de Tapalqué, de Saladillo, de Bolívar..., en fin, casi toda la Séptima en busca de un peronismo abierto y respirable que logren captar ese voto independiente que se les escapa a medida que Cristina y a veces Alberto hacen todo lo posible para re-crear la grieta, contando muchas veces con la colaboración de Mauricio Macri. El martes, Milesi, Puppio y los referentes de cada distrito se van a reunir con Alvarez Rodríguez para diseñar la política de la agrupación para las próximas elecciones legislativas.
Tanto Cristina como Mauricio ven en este escenario la oportunidad para renacer y a la vez reducir las posibilidades de cualquier otro competidor moderado, caso el de Horacio Rodríguez Larreta en JxC o Sergio Massa en el FDT.
La grieta es funcional a ambos, y los mantiene vivos pese a que son los dos políticos con peor imagen. Ambos miden unos 60 puntos de rechazo, pero se mantienen vivos con la sangre de sus ocasionales víctimas.
Pobrezas y miserias
El país perdió casi cuatro millones de empleo en nueve meses, y por más que el índice publicado por el Indec acuse un 11,7 por ciento de la clase económicamente activa, hoy se dice que la tasa real es del 20,6 por ciento si se añade la gente que lo perdió y que ya no busca un nuevo trabajo porque intuye que no existe. El Indec los considera "inactivos", y los excluye de los desempleados. De todos modos, es un dato similar a otros lugares del mundo pero con otra capacidad de recuperación.
Entonces, si la realidad ya había desaparecido como referencia de verdad, tal como afirmaba Aristóteles, ahora también lo poco que quedaba de ella, se la distorsiona y se la hace desaparecer con los números.
Escuchándola a Cristina y a Alberto, uno piensa una vez más que aquel cuento de Cervantes del "rey desnudo" era verdaderamente profético. Cristina creyó entregar un país próspero y productivo cuando desde 2009 que no se producía un solo puesto de trabajo en el mundo privado y además dejó el cargo con un 30 por ciento de pobreza. Macri lo elevó a un 34 por ciento y la pandemia y la cuarentena albertista la subieron hasta un 47 por ciento.
Pero, volviendo a 2015, la Vice estaba viendo a un monarca vestido cuando en realidad el rey exhibía su desnudez. Luego transfirió su propio temor a algún ministro/a (todo el mundo miró a Marcela Losardo) por no animarse a enfrentar a la Justicia o no ser tan K, no se sabe, al pedirle que "se busque otro laburo", mientras el pobre Alberto recibía una nueva humillación al verse atacado en la figura de su socia. Y, presa de su obsesión contra el poder judicial, la Vice consideró que el rol de éste no es de cuidar la vigencia de la ley y garantizar el Estado de Derecho sino el de disciplinar la política. Lo de Cristina ya es propio de un talk-show.
El encuentro platense confirmó la supremacía de Cristina Kirchner en el Gobierno y el sometimiento incondicional y definitivo de Alberto Fernández que hoy se ha resignado a ser un melifluo adulador de su compañera.
Kicillof decidió renombrar al Estadio Unico con el nombre de Diego Maradona, sumándo un nuevo y tal vez desproporcionado homenaje al ídolo, en tanto al pobre Alejandro Sabella se le adjudicaba tan solo una tribuna, casi como un premio consuelo o de segundo nivel para el recordado DT.
Fernández y Massa creen haber recuperado el poder adquisitivo del haber jubilatorio cuando la verdad es que los jubilados habían padecido dos ajustes en el año. ¿Qué es esto, ceguera o cinismo?. ¿Habrá que condenarlos a vivir con el sueldo que percibe cualquier jubilado común y corriente para que de una vez por todas se convenzan de la realidad, ese parámetro de verdad que afirmaba el filósofo griego para tomen conciencia de sus falacias?.
Verdades y mentiras
Si bien todos los gobiernos tienen su relato y el discurso ya se separó definitivamente de la realidad, el gobierno, a través del Presidente, de la Vice, de Sergio Massa continúa viendo un beneficio para los jubilados en donde existe un claro ajuste. Lo hubo en marzo de este año cuando no les aplicó el coeficiente de actualización y volvió a haberlo ahora con la nueva ley de movilidad.
Aristóteles decía que algo es verdadero si se corresponde con la realidad. Dos mil años después Perón lo simplificaría al decir que "la única verdad es la realidad". Pero el discurso volvió a distanciarse nuevamente de la única referencia de verdad, salvo que se quiera ver otra cosa.
Nadie hace autocrítica y muchos menos pide disculpas por los errores. Macri prometió pobreza cero en pocos años, y lo que sacó es un cero no solo por no cumplir sino por aumentarla.
La política ya está presa de los sofismas y las entelequias. Al perderse la referencia de verdad, todo se ha transformado en un juego perverso de quien gana la pulseada discursiva pero más allá de la referencia objetiva de la realidad.
Nada parece verdadero, nada parece falso, y nos hemos quedado sin referentes para separar ambas cosas porque la realidad en la política se ha esfumado como parámetro de verdad. ¿qué piensa un jubilado después de ambos ajustes? ¿qué opina un trabajador que siente haber perdido un 20 por ciento de su poder adquisitivo?. ¿Qué opinar frente a la formidable pérdida de los puestos de trabajo? ¿Casualidad o malas políticas ante la pandemia?. Es cierto que la peste es tremenda y que muchas economías tambalearon frente al avance destructor del virus, pero también es verdad que la cuarentena eterna no funcionó, y de eso hay que hacerse cargo.
Hay vida en los partidos
El intendente, Ezequiel Galli, disfruta de este momento porque el balance del año le habría sido contablemente favorable. "Hemos tenido superávit", anticiparon fuentes municipales con alegría, después de un año de sufrimientos, tensiones y estrés tanto por la pandemia como por la escasez de recursos a causa de la parálisis general causada por la cuarentena interminable decretada a nivel nacional. El jefe comunal lo daría a conocer oficialmente en pocos días,
En el encuentro virtual de "La Corriente" participaron las figuras más destacadas del peronismo no camporista y solo faltaron Alicia Almada, Germán Aramburu y faltó José Eseverri pero el ex intendnte anda en otra cosa. Actualmente estaría articulando con Mario Meoni para volver al massismo. Se dice que Sergio Massa habló con él por este motivo y le podría autorizar a usar la franquicia del Frente Renovador en Olavarría a compartir seguramente con Eduardo Rodríguez, y con algunas mínimas condiciones para tener una buena convivencia entre ambas representaciones. La idea de José, dijo una fuente del FR nacional a este columnista, es la de intentar volver al Municipio en 2023, aunque hoy eso se encuadraría en la ciencia ficción por todo lo que aún falta transitar.
Dentro del massismo, la Copebo que lidera el ex concejal Marcelo Latorre, continúa con las tareas comunitarias en plazas barriales y de las villas serranas. Esta vez los jóvenes del partido junto con su líder estuvieron ayer en Sierras Bayas, pintando juegos infantiles, arreglando placitas y demás y "a pura militancia, nomás" remarcan.
Quienes están en pleno movimiento son la gente de "Protagonismo radical" que postula a Gonzalo Dolagaray para conducir los destinos del comité local. Todos los partidarios de la Séptima se reunieron en Olavarría, con una buena concurrencia para diseñar la campaña y las estrategias a seguir con la mirada puesta en las internas de marzo. Franco Cominotto y su gente quieren ganar el partido y desde allí discutir de qué manera conformarían una alianza local con el gallismo. Ayer, el candidato a secretario general del comité Provincia desafió al oficialismo con un "no queremos concejales levantamanos", poniéndole límites al llamado voto orgánico en el Concejo. Además anticipó que anhelan conducir a la Provincia "pero con un radical a la cabeza", lo que también anticipa otra dura discusión con el PRO y los otros aliados.