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La Sociedad de Beneficencia se fundó el 19 de noviembre de 1912. Ese día se constituyó una comisión provisoria y se fijó como fin principal la creación de un asilo para huérfanos. El 24 de noviembre, en una reunión llevada a cabo en el Centro Social Recreativo (más tarde Club Social), se conformó la primera comisión directiva de la Sociedad, la que estuvo encabezada por la señora Tila de la Pesa de Amado.

El reconocimiento oficial se produciría al año siguiente, cuando el 13 de mayo de 1913 el gobernador Eduardo Arana firma el decreto cuyo texto transcribimos: "En virtud de lo informado por la Inspección de Sociedades Jurídicas en el expediente letra S, número 229, año 1913, el Poder Ejecutivo decreta: art. 1° Apruébanse los estatutos de la Sociedad de Beneficencia, del partido de Olavarría; art. 2° Queda, al mismo tiempo, reconocida en el carácter de persona jurídica; art. 3° Comuníquese, etc.". Tan sólo unos día después de formalizada en términos legales la institución, el 25 de mayo de 1913 sería colocada la piedra fundamental del Asilo San José, bautizado así en honor al patrono de Olavarría y que, con el correr de los años, sería llamado Hogar de Niñas San José.

Abrimos aquí un paréntesis para relatar algunas circunstancias y hechos que son, por lo menos, llamativos. Podríamos afirmar que la actual Sociedad de Beneficencia, fundada como indicábamos en 1912, es de las instituciones más antiguas y destacadas en lo que hace a la asistencia a los más desfavorecidos. Por supuesto no era la única en aquellos años ni en estos. Lo curioso es que no fue la primera Sociedad de Beneficencia, hubo otra de igual nombre fundada en 1889. El 5 de octubre de ese año se aprueban el estatuto y el reglamento de la Sociedad de Beneficencia de Olavarría (recordemos, la primera), los que son elevados inmediatamente para su reconocimiento ante las instancias provinciales correspondientes. Ese mismo día se conforma la primera comisión directiva que será presidida por Walda O. de Lavié. En un trámite sumario, el 18 de octubre la Provincia aprueba los estatutos y le otorga personería a la flamante institución.

La primera Sociedad de Beneficencia parece no haber tenido el destino o desarrollo que seguramente desearon sus creadores. El 30 de septiembre de 1904 es sancionada la Ley 2.865, por la cual se transfieren "a la Municipalidad de Olavarría los bienes que pertenecen la disuelta Sociedad de Beneficencia de esa localidad, y que se consideran vacantes (...). Los bienes a que se refiere el artículo 1° serán destinados a construcciones e instalaciones en el hospital municipal de Olavarría". Finalmente, el 29 de febrero de 1912, el gobernador José Inocencio Arias decreta el retiro de la personería jurídica de esta primera Sociedad de Beneficencia. Es probable, sin arriesgar una aseveración rotunda, que esta institución se corresponda con la que comúnmente era conocida con el nombre de Damas de Caridad y que estuvo vinculada a la concreción en 1894 de lo que a la postre sería el Hospital Municipal de Olavarría.

Volvamos ahora a la actual Sociedad de Beneficencia, la segunda. Fundada, decíamos, en noviembre de 1912, reconocida por la provincia en mayo de 1913, ese mismo mes también sería colocada la piedra fundamental del Asilo San José, anhelo principal de la institución. Tan sólo tres años después, el 25 de mayo de 1916 esta aspiración se verá concretada con una vistosa inauguración. Una primera versión del plano del asilo fue concebida por Paris Giannini, correspondiendo la versión final a Antonio Galbiati, mientras que la construcción fue confiada a Galbiati y Bonnel. Acompaña esta nota una imagen inédita de las obras que corresponde al año 1915. Los actos inaugurales contaron con un tedeum, una procesión con la figura de San José desde la iglesia hasta el asilo, discursos a cargo del padre Francisco Romano y Ramón Rendón, lectura de composiciones y por la noche una kermés y baile.

A partir de allí se iniciaría el transcurrir de una historia que ya suma 105 años en cuanto al edificio se refiere; algunos más en cuanto a una institución señera en la ayuda y atención a los que más lo necesitan. Una obra y unos fines que nunca acaban, pero que se concretan con realizaciones (ampliaciones, refacciones y mejoras) y acciones (campañas como el Día de la Flor o el Día del Kilo, entre otras) que hablan de la ayuda que otras instituciones y muchos olavarrienses le brindan, pero sobre todo del empuje de las integrantes que, con tesón y empeño, trabajan por tan nobles fines que la originaron en 1912.

(*) Investigador de la historia olavarriense - (Instagram: @olavarria_del_ayer)