Llegaron aquellos primeros portugueses con muchos sueños a cuestas y también con incertidumbres, a un lugar desconocido pero que les prometía un mejor futuro. El esfuerzo, el dolor por el desarraigo y las ganas de salir adelante, hicieron que todo ello se transformara en una excelente oportunidad para armar una nueva vida, y después vinieron las familias, los descendientes, que recibieron un legado que pasaron de generación en generación. Por eso es que nació la Sociedad Portuguesa que los nuclea a todos aquellos que llegaron desde Leiría -y a sus hijos y nietos- y allí es donde cada día muestran con orgullo las costumbres, el idioma y una cultura que permanecerá inalterable.

Los que llegaron fueron aquellos portugueses que unos pocos años antes, en 1917, habían sido "elegidos" por la Virgen de Fátima -formalmente Nuestra Señora del Rosario de Fátima- para dejar sentencias católicas, cuando un 13 de mayo de ese año se apareció a los tres pastorcitos: Lucía dos Santos, Jacinta y Francisco Marto, quienes afirmaron haber presenciado varias apariciones marianas en la Cova da Iria, entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917.

Aquí los portugueses comenzaron a aferrarse a sueños nuevos, adaptándose a una vida distinta, con otras costumbres y otro idioma, pero sin olvidarse -jamás- de su sangre y de todo lo que trajeron desde su país. Trabajaron juntos y formaron una comunidad que fue creciendo. Que se juntó para darse una mano y así levantaron una casa común para todos: el edificio de la Sociedad Portuguesa, en la calle 25 de Mayo 3269, que se erige con firmeza y orgullo desde hace 55 años, que se cumplen hoy precisamente, más allá de que aún falten algunos pasos para terminar esta gran obra que incluye un salón de fiestas realmente espectacular, además de tener cocina, baños y oficinas.

"La pandemia por el coronavirus nos frenó a todos, pero hasta que se inició la cuarentena habíamos hecho muchas actividades en 2019" contó Silvia Pereyra de De Jesús Costa, presidenta de la institución, quien recordó que "el 10 de junio es el Día de Portugal en homenaje al escritor Luís de Camões, quien falleció ese día de 1580 en Lisboa", por lo que ese es otro día importantísimo para la colectividad portuguesa en nuestra ciudad.

"Por supuesto, el 13 de mayo hicimos el acostumbrado acto para Nuestra Señora de Fátima en la Plaza Portugal (Amparo Castro y Balcarce) respetando el protocolo sanitario. Y además todos los días 13 de cada mes rezamos el Rosario a la virgen. En pandemia, a las 17 horas de cada 13, rezamos en nuestras respectivas casas enviando nuestras intenciones a todos quienes están rezándole", siguió diciendo la dirigente de la Sociedad Portuguesa.

"Cuando esto pase volveremos con las clases de la escuela de danza que está a cargo de la profesora Nancy Pérez, que se llama Rancho Folclórico Azinheira, que ha participado en varios eventos fuera de Olavarría mientras que otros que estaban agendados han sido suspendidos por la situación de pandemia, lamentablemente. Por supuesto, no podemos olvidarnos del Pesebre Viviente que hacemos todos los años y a nivel institucional integramos el nuevo grupo de colectividades en el que Alicia de Oliveira -nuestra secretaria- representa a todos los portugueses", terminó contando Silvia Pereyra.