La elección es una cuestión de sentido común: los celus de los años 2000 tienen menos funciones, no son táctiles, tienen buen rendimiento de la batería y excelenter señal y un sonido sumamente fuerte. Además, la pantalla se ve en cualquier lugar.

"Hay gente que no lee la pantalla pero sabe qué botón tocar para atender o contestar", comentó Natali y hay "mucha gente, remisera, que viaja o anda fuera del hogar y los utiliza de resguardo por las dudas".

"Mi clientela es gente grande en su mayoría. Buscan que tenga la hora, la fecha, el diccionario", mencionó y aclaró que hay problemas para quienes los compran en un mercado como el de las redes sociales es difícil confiar en el aparato que se adquiere por la procedencia. También "hay equipos nuevos de marcas chinas que son iguales, que no tienen reparación, como el ZTE que se rompe y no se pueden arreglar. En cambio los viejos Nokia, Motorola, la tienen".

Los "viejitos" más vendidos

La lista de los más vendidos comprende el Nokia 1100 o 1600, el Motorola C115. Tienen un valor de unos 5 o 6 mil pesos, sumamente diferente a lo que vale un smartphone. Además, al comprarlo en un comercio como la Unión Telefónica el usuario se asegura de que anda bien, tiene batería nueva y un cargador que funciona como debe.

En el caso de los smartphone "son cada vez más grandes y es incómodo. La gente grande, de más de 50 años, entre que se pone los lentes o saca el teléfono para desbloquear la pantalla, le es incómodo en lo cotidiano. Los chiquitos los seguís teniendo en la mano y los grandes es más complicado", expresó Natali.

"Yo solamente quiero llamar por teléfono y que me llamen", dicen cotidianamente en el local y por eso también muchos los llevan consigo en los trámites diarios aunque tengan un smart esperándolos en casa.