¿Causas de este fenómeno que excede a la ciudad de Olavarría?

Más de uno: la pandemia y sus efectos colaterales, la toma de conciencia de los beneficios que acarrea para la salud, moda, ahorro de dinero, etc.

En junio se batieron todos los registros de venta de bicicletas en Olavarría según Julio González, propietario de Aspen Bici, pero la marca no llegó a esa meta y se frenó.

"Gracias a Dios se ha movido muchísimo la venta de bicicletas. Para hacerse una idea, en post cuarentena estricta, es decir en junio, hicimos nuestro récord de ventas desde que tenemos la distribuidora mayorista, julio lo superamos y al 21 de agosto alcanzamos los números del mes pasado, o sea que lo vamos a superar" anticipó.

Julio tiene un local de ventas minorista en la avenida Pueyrredón, y un depósito mayorista que distribuye desde Olavarría hacia el sur, como guiado por la Ruta 226, en esta parte de la provincia de Buenos Aires, La Pampa, Río Negro, Neuquén y Chubut, con 361 bocas de venta como clientes.

Ese mercado más amplio ofrece un diagnóstico más certeros. "Estamos hablando de un 60% de aumento en las ventas al por mayor" completó.

Los datos a nivel minorista no son menos sorprendentes.

"Nosotros estábamos vendiendo alrededor de 10 bicicletas por mes y en los últimos diez días vendimos unas 30 bicicletas. A tal punto que nos quedamos sin bicicletas; me voltearon el stock. Hoy estoy debiendo 8 bicicletas a gente que me adelantó la plata. Algo que jamás me pasó en la vida" reveló.

Pero hay otro detalle que se suma para colapsar los tiempos de trabajo de los bicicleteros.

"No está sólo el cliente que compra la bici nueva, sino que están aquellos que sacaron la bicicleta vieja del galpón y la traen para que se la arreglemos" dijo.

Típica pyme del interior, con 8/10 empleados, la oferta de Julio se vio ampliamente superada por la demanda. Sin embargo, es conservador en su postura empresarial.

"Mañana sale el intendente y nos dice ‘volvemos a fase 1’, y qué hago" graficó.

"Somos una típica empresa familiar, somos precavidos, no tomamos gente aprovechando esta ola. Todo el mundo en la pandemia cobró el ciento por ciento de los sueldos y no vamos a hacer locuras, pero estamos desbordados" reconoció.

"Tengo insumos y no podemos armar lo que quisiéramos porque no hay tiempo. Me están entrando para arreglar entre 10 y 15 bicicletas por día y laburo desde las 8 de la mañana hasta las 19, aunque cerramos a las 17. La verdad, hoy tenemos un buen problema; sigue siendo un problema, pero un buen problema" afirmó.

Su situación la comparte con otros actores del mercado olavarriense.

"Nosotros les vendemos a casi todos los bicicleteros de la Ciudad, y todos atraviesan una situación similar, porque he hablado con otros para que armen bicicletas para mí, y también están tapados de trabajo" señaló.

Ante semejante ataque de la demanda, los argumentos de sus clientes tienen matices comparados con otras ciudades.

"Creo que las razones dependen de las ciudades. En Bahía Blanca, Mar del Plata, Neuquén o el Alto Valle, que andan por los 500 mil habitantes, claramente ha influido la idea de escaparle al transporte público y eso tiene que ver con la pandemia" opinó.

La bici está siempre, según Julio: "Cuando el país anda mal la gente se vuelca a la bicicleta por necesidad, y cuando el país anda bien la mayoría lo hace por vocación".

"Hay una moda a nivel mundial que viene muy fuerte con el cicloturismo, y desde Aspen nosotros siempre la hemos incentivado".

Ciudades como Olavarría tienen cascos urbanos chicos que permiten asistir al trabajo sobre dos ruedas.

"Estamos hablando de 8 Km diarios. El tipo que va a trabajar no hace las grandes distancias que sí necesita un laburante de Mar del Plata, Bahía Blanca o en Buenos Aires. Son distancias cortas, entonces el tipo agarra la bici" comentó.

Los valores de las bicicletas parten de unos 25 mil pesos y trepan a cifras siderales para mercados específicos.

"Nosotros empezamos desde 24.500 pesos; un 80% apunta a la MTB, y la gran mayoría requiere una rodado 29. Lo más chicos que armamos es de 21 velocidades" especificó.

De ahí hacia arriba, es para agarrarse fuerte del manubrio.

"Tenemos hasta una bicicleta de 800 mil pesos, rodado 29, marca Sar, con equipamiento Shimano de última generación, cuadro de carbono, asiento y portasilla de carbono… Eso ya es para un ciclista de elite" aclaró.

Julio hace fuerza por los insumos nacionales, pero el "menemato" destrozó a la industria nacional de la bicicleta en los 90.

"Nosotros teníamos en Rosario un cordón industrial impresionante dedicado a la bicicleta, y a eso lamentablemente lo destruyeron" recordó.

La producción de palancas, cajas, cadenas, piñones y shifter está monopolizada por dos marcas en el mundo.

"En Rosario compro unas buenas llantas para mis armados, compro los rayos a un proveedor de Florencio Varela, y no hay mucho más".

"Acá en la Argentina no se producen cuadros, que es el moto de las bicis. Lamentablemente usamos cuadros de aluminio de China, que se hacen con materia prima que nos compran a nosotros. Somos unos vivos bárbaros: vendemos la harina y les compramos las galletitas" reflexionó.

Una hermana paqueta de la bicicleta convencional es la bici eléctrica.

Moda en Europa, llegó hace tiempo a Buenos Aires, pero en Olavarría Julio no le ve recorrido.

"Primero que hay una promoción para empujar ese sistema, segundo que es carísima y no son para ciudades como la nuestra, que son el 80% de la ciudades de la Argentina. ¿Quién necesita una bicicleta eléctrica para pedalear 20 cuadras? Si eso es que lo viaja un tipo para ir al laburo, y al que trabaja en las Sierras lo pasa a buscar el colectivo de la fábrica" subrayó.

No obstante una clara separación de consumidores, Julio aportó que "se están viendo muchos chicos que van a trabajar a las canteras en bici. Lo digo porque las vienen a arreglar todos juntos, pero no son tantos".

La bici tiene muy buena prensa por el lado de la salud, y con derecho. "Hay una movida muy importante en ese sentido. La gente sabe lo que es un ACV, un infarto y como empezar a prevenirlo. Eso a nivel mundial se ha trabajado mucho" apuntó.

Como deporte corre con ventaja, sobre todo una vez transitada la juventud.

"Otra gran ventaja es que no tiene impacto, se puede hacer estando fuera de peso. El típico caso -explicó- es de quien hizo un deporte hasta los 35 años, cerca de los 50 engordó 15 kilos y el médico lo manda a nadar o a andar en bicicleta. La mayoría se vuelcan a la bici, que tiene un viento de cola impresionante".

Para Julio, son demasiados los argumentos como para subirse a una bici.

"La pandemia, los costos, la salud, la moda. Al que empieza a ir al trabajo en bici lo miran medio raro, al tiempo se suma un segundo, luego un tercero y después terminan yendo todos" contó.

Julio mencionó que la magnitud de la demanda es tan grande, que hoy existe fila india de compradores en las veredas de las bicicleterías.

"Es de locos, yo nunca lo vi. Todas las noches nos sentamos con mi señora, estamos muy, pero muy cansados porque venimos forzando demasiado la máquina, y charlamos que esto puede ser un verano" admitió.

"La bicicleta ha masificado mucho su uso, pero lamentablemente también ha subido mucho el precio al ser el 95% de sus componentes importados. Estamos muy atados al dólar, que hace un año cotizaba a 45 pesos y hoy tiene otros valores" cerró.

Beneficios de andar en bicicleta

Los especialistas dicen andar en bicicleta reporta valiosas recompensas físicas y psicológicas, con beneficios para la salud tanto en el corto como en el largo plazo.

En primera instancia andar en bicicleta remite a recuerdos nostálgicos de la niñez, cuando ayudaba a descubrir un mundo más amplio que el universo "de a pie", según el sitio "labicicletaverde.com".

Se trata de un método de transporte conveniente: una bicicleta requiere mucho menos mantención que un auto y, para viajes más cortos por tráfico alto, la mayoría del tiempo se puede viajar más rápido en bicicleta que en automóvil.

No requiere pago de estacionamiento.

El ciclismo también puede duplicar la cuota ejercicio diario, de modo que el tiempo insumido en el camino o la vuelta al trabajo compensa agendar horas extra en el gimnasio.

Las bicicletas también son buenas para la comunidad. Un auto menos en las calles también reduce la cantidad de contaminación acústica en el barrio.

Es buena para el medio ambiente. El consumo del petróleo ha causado un incremento de emisiones de gases tóxicos, en estos incluidos el dióxido de carbono, monóxido de carbono, metano, etc.

Estas emisiones han sido conectadas con el "efecto invernadero", la reducción de la capa de ozono, una variedad de problemas de salud, y una reducción general en la calidad del aire.

Mientras los autos crean una tremenda cantidad de contaminación y causan muchos de los problemas medioambientales, el ciclismo propone una forma amigable con el medio ambiente para transportarse.

Es bueno para la billetera. El ciclismo también viene con un número de beneficios financieros.

Mientras los precios de las naftas suben, muchas personas han sido forzadas a buscar alternativas más económicas en comparación al auto.

Y, sobre todo, un montón de beneficios de salud: el ciclismo quema calorías, con la consiguiente pérdida de peso; fortalece y tonifica músculos; se gana resistencia y estamina; mejora la coordinación; cuida las articulaciones.

Incrementa la energía; mejora la salud cardiovascular, con lo cual también disminuye el riesgo de contraer enfermedades coronarias, alta presión sanguínea, ataques al corazón y más.

El ciclismo fortalece el sistema inmune; mejora la salud mental y andar regularmente ha sido conectado con años de vida extra.