"En una época en que la saturación y la repetición se convirtieron en el modo de producción privilegiado para crear desde celulares hasta chistes, apareció en el ecosistema mediático un espacio vacante. No había, hasta entonces, una publicación digital especializada en internet, medios y política. Encontramos un terreno baldío y sobre él diagramamos una revista, que llamamos Plaza", explicó este lunes la defensoría a través de un comunicado.

Plaza llega al ecosistema digital en una época en que la saturación y la repetición se convirtieron en el modo de producción privilegiado para crear desde celulares hasta chistes, ocupando un espacio vacante e inédito en la temática.

"Encontramos un terreno baldío y sobre él diagramamos una revista", explicaron al respecto.

La motivación primordial del equipo editor es la construcción colectiva, tantas veces postergada, de una comunicación democrática, diversa y plural, donde se la comprenda como un derecho de los pueblos.

La comunicación es un campo dinámico y polimorfo, con una presencia inmanente en la vida de nuestras sociedades, no es posible pensar la política del siglo XXI sin hablar de comunicación, no es posible preguntar cómo se construye el estado anímico de la ciudadanía sin preguntar por la circulación de sentido que promueven los diversos medios y redes sociales.

Lo mismo ocurre con aspectos fundamentales de lo social, como la educación o la salud, esfera en la cual la incidencia de los mensajes informativos quedó fatalmente comprobada durante la pandemia por Covid 19.

Como en una plaza de juegos, a la revista Plaza es posible entrar desde todas las direcciones.

"Es un espacio donde es probable el encuentro con aquellos con quienes de otra forma no nos cruzamos en las trayectorias profesionales, políticas o personales, en un ámbito donde la diferencia se mitiga a favor de la coalición" detallaron sus editores..

"Lo que buscamos es poder llevar al espacio público una reflexión y la promesa de una acción sobre los discursos sociales que nos están formando. Cuáles son sus significaciones y cuáles son sus lógicas de producción, para poner ese conocimiento, esas opiniones, a mano de las audiencias que tienen derecho a ejercitar la crítica sobre la cultura en la que están inmersas", remarcaron.

La organización y la movilización

frente al odio y las fake news

La propuesta de Plaza para enfrentar los discursos de odio, las fake news, la violencia simbólica y mediática, trolls y ciberataques masivos, la desinformación en términos generales es hoy un problema que atraviesan todas las naciones.

Antes de proponer un apagado de las fuentes de estas operaciones, especialmente las redes sociales en internet, desde plaza se propone "pensar también la potencialidad de internet como propiciador de nuevas formas de organización, movilización y protesta ciudadana".

Un símbolo de lucha

contra la desigualdad

Como medio especializado, la propuesta también pasa por poner en discusión pública los problemas vinculados a la comunicación en un contexto en el que la desigualdad en el acceso a la información, de un lado, y la concentración del mercado de la comunicación cada vez en menos y más poderosos actores, vuelve urgente el establecimiento de marcos normativos y legislativos para que la actividad se adapte a los estándares internacionales de derechos humanos que el Estado argentino adscribe.

"Hoy estamos lejos de la diversidad, el pluralismo y el pleno ejercicio de la libertad de expresión, en Plaza ponemos el tema sobre la mesa para tomar mejores decisiones y exigir mejores soluciones", indicaron desde la DPSCA.

Contenidos

A manera de secciones, la web de Plaza desarrolla cuatro segmentos temáticos: Quinto Poder, que abarca a la comunicación como negocio y la vinculación entre política, economía y medios; Juego de Espejos, representaciones mediáticas de temáticas, sujetos y colectivos sociales; Falsos Verdaderos, con temas relacionados a la desinformación, y Algunos Hitos, espacio dedicado memoria de productos mediáticos que vale la pena recordar.

Actualmente, el medio lleva publicados cerca de 40 textos y es leída en todas las provincias argentinas, en todas las redes sociales y comienza a sugerirse como un espacio de referencia.

Colaboradores

Por Plaza han pasado Horacio González con un texto epifánico sobre el pueblo, la plaza y la lluvia; Gabriela Borrelli alzando la pregunta por las voces lesbianas en la historia de la TV y la radio; Martín Becerra en un artículo que imagina cómo será el próximo periodismo; Alejandro Kaufman sobre el Covid y la enfermedad de la mentira; Nancy Pazos sobre la equidad de género en los medios; Adriana Carrasco sobre una serie que cosechó mucho debate; o Daniel Rosso sobre el nuevo personaje bizarro de la política local; entre otres.

En continua transformación, en ella se pueden encontrar textos que nacieron urgidos por la coyuntura, en un año electoral, con una aguda crisis social, con la población hiperconectada y bombardeada con información y entretenimiento, que necesita tomar decisiones.

También se pueden leer textos atemporales, como uno que pregunta por los usos de los mensajes de voz en la mensajería instantánea o uno sobre cómo hizo el feminismo para comunicar la nueva era que inauguró Ni Una Menos en 2015.

Junto con la Defensoría del Público, la revista Plaza forma parte de un amplio acuerdo social contra los discursos de odio y la violencia política en entornos mediáticos y digitales, un acuerdo que también incluye formas creativas de democratizar la palabra en un escenario en donde hay unos que históricamente se han oido por sobre otros, otras y otres.

"Se trata, una vez más, de que la comunicación cierre con todes adentro. Pensamos y escribimos sobre internet, medios y política. Hicimos una revista y le pusimos Plaza", puntualizaron. Télam