Las denuncias por fishing aumentaron un 3.000 % en un año y siguen creciendo
En los últimos dos meses, la oficina local de Defensa del Consumidor recibió 10 denuncias, y en el país los casos crecieron treinta veces. Los bancos suelen desentenderse y las vías administrativas se transforman en judiciales. Los delincuentes suelen aprovechar además operaciones comerciales para sacar datos.
"Son casos famosos y reiterados", dijo la titular de la Oficina de Defensa del usuario y el Consumidor, doctora Andrea Imbrogno. "A la gente le sscan datos por medio de perfiles truchos, o por facebook" y los anzuelos son variados, desde "supuestos créditos preacordados, operaciones comerciales, por ahí les dicen que ganaron un sorteo, y aprovechan para cambiar claves y sacan créditos que luego transfieren a distintas cuentas".
Como se dice comunmente, los "enganchan" con todas estas maniobras dolosas y la gente no sabe cómo resolver la situación a la que la han llevado. "Hay varios casos, pero los más frecuentes son estos relacionados con los créditos preacordados, algo muy dificil de imaginar en el país".
Andrea Imbrogno sostuvo que en su dependencia tramitan varios casos y que en los últimos dos meses se han sumado unos diez, pero la tendencia viene subiendo y en un año "los casos subieron un 3.000 por ciento en todo el país", dijo.
Algunos logran resolverse por vía administrativa y otros llegan a niveles judiciales", tras lo cual puntualizó que "los bancos muchas veces no quieren hacerse cargo de estas cosas pero un artículo de la ley de defensa del usuario y consumidor los califica de "cosa riesgosa y dice que se debe tener mayor previsión. Es decir, se les podría imputar falta de seguridad y vamos por ese lado", explicó.
Casos y casos
La cifra de crecimiento de estos delitos se alarmante y ante la suba de un tres mil por ciento, el Banco Central se ha venido preocupando y la gente por total impotencia acude a las oficinas de los derechos del Consumidor en sus respectivos distritos.
Muchas veces, el reclamo administrativo se suele trabar porque "los bancos se desentienden y dicen que no es cosa de ellos, pero es como decía, deberían tomar mayores recaudos para proteger la seguridad de los usuarios. Entonces, si no se pueden arreglar por esta vía se acude a la Justicia".
"Muchas veces la gente recibe comunicaciones supuestamente de bancos a los que le han truchado los logos, pero la gente no se da cuenta y entra en esa trampa o ‘pesca’ que le están haciendo. Le sacan los datos, la clave, se la cambian y luego disponen de todos los fondos que se tienen depositados", señaló la doctora Imbrogno.
"En algunos casos han llegado a sacar créditos que luego transfieren a otras cuentas y a la gente comienza a llegarle los débitos de los pagos. Es ahí cuando se dan cuenta y vienen a reclamar".
Tras ello recomendó "no dar la clave a nadie, verificar que los de los bancos no sean perfiles falsos... en fin, mirar bien todo. A una mujer que había puesto algo en venta le pidieron el CBU y luego le hicieron sacar un token, lo que digo es que las operaciones comerciales son muy proclives a estos delitos. Después están los denominados créditos acordados aprovechando que las plataformas de los bancos son muy endebles, estos estafadores hacen estragos con la gente. En los últimos dos meses he recibido aquí unas diez denuncias y la resolución muchas veces depende de la voluntad de los bancos. Pero desde hace dos meses estos delitos han crecido mucho y la gente se encuentra de pronto con obligaciones a pagar como cuogas, intereses, comisiones, y los bancos muchas veces se quieren lavar las manos".
Entre otras figuras para engañar están los adelantos de sueldos, dinero a cobrar por Ansés y hasta una persona recibió una comunicación que le habían otorgado un crédito del FMI, como si fuera fácil", ironizó la abogada.
"Por ahí llaman alertando a la gente que su cuenta de Mercado Libre está a punto de ser hackeada y que les envíen sus datos para evitarlo. O, por ejemplo, que debe pagar algo porque la van a embargar o que ha ganado un premio. La gente se ilusiona y responde a todo. Hasta se han hecho pasar por empleados de bancos que salen pidiendo los datos del cliente, y la gente se los da", enumeró.
Recordó además un caso en el que "un señor había puesto en venta su auto, le pidieron todos los datos, pero él me dijo que tenía tantos embargos que no se preocupaba por lo que irían a hacer con ellos", dijo.