Las escuelas, con protocolo estricto y la mirada atenta por el aumento de casos en la ciudad
La incidencia es muy baja y el contagio no se dentro de las escuelas. Sin embargo, hay que estar alertas y no relajarse, intensificar protocolos y cumplir con el debido distanciamiento, dicen referentes gremiales consultados. Con la segunda ola de casos positivos de coronavirus en la ciudad, las instituciones escolares están atentas a la cuestión sanitaria.
Mientras que comenzaron a restringirse horarios para ciertas actividades, referentes gremiales de la educación posan la mirada en las escuelas donde todavía el número de contagios no genera alarma, pero hace encender la luz de alerta.
Con un nivel de incidencia bajo y contagios que no se dieron dentro del ámbito escolar, de 500 burbujas que hay en el Distrito, alrededor de 20 están actualmente aisladas por casos positivos o sospechosos.
En el contexto total, el número no parece ser significativo, pero "vamos monitoreando la situación día tras día", expone la secretaria gremial de Suteba en Olavarría, Verónica Danelli.
De todas maneras, "vemos preocupación de los docentes", dice a su turno Matías Nuñez -secretario adjunto de la Unión de Docentes de la Provincia de Buenos Aires (Udocba)- al tiempo que adelanta que desde el gremio a nivel provincial ya se analiza solicitar la vuelta a las clases virtuales si el número de casos detectados sigue en aumento.
Lo que destacan es el trabajo articulado entre Provincia y Municipio, y los hisopados que permiten tener el resultado dentro de las 24 horas.
Desde ambos gremios sostienen que los contagios no se dan por el momento dentro de los establecimientos escolares sino que se dan en otros ámbitos, un dato que pudo confirmar EL POPULAR con fuentes oficiales.
"Por eso no se plantea el cierre de las instituciones, porque creemos que los nuevos casos se están generando en lugares ajenos a lo educativo", analiza la referente de Suteba.
De todas maneras, "esto es un día a día, uno no se puede relajar porque estamos viendo que los aumentos de casos positivos en la ciudad se están dando muy rápidamente", remarca.
Para Matías Núñez es indispensable apelar a la responsabilidad individual, "vemos que un problema muy importante es lo que rodea a la escuela. Los chicos llegan hasta la puerta sin el barbijo puesto y cuando se retiran lo primero que hacen es sacarse el tapabocas".
Cuando recién la pandemia comenzaba en el país, en marzo del 2020, las escuelas fueron de las primeras actividades que se cerraron y comenzaron un camino de virtualidad. Este año, la posibilidad de que esto ocurra está latente, pero lo que cambia el panorama -por lo menos por ahora- es que la gran mayoría de los docentes están vacunados, a lo que se suman los estrictos protocolos que forman parte del plan jurisdiccional para el regreso seguro a las aulas.
En cuanto a la vacunación, aunque es voluntaria, tuvo una muy buena recepción tanto de las dosis rusas de la Sputnik V, las chinas de Sinopharm o las indias de AstraZeneca.
Solamente en Suteba-Ioma la vacunación llegó a 1200 personas entre personal docente y auxiliares. Se suman las dosis que se aplicaron en el Servicio Territorial N° 2 y en el Hospital de Oncología. Se estima entonces, que gran parte del personal está vacunado teniendo en cuenta que el universo total contabiliza poco más de 4 mil.
Instituciones "cuidadas"
Olavarría está dentro de los 27 distritos de la Provincia catalogados como de riesgo epidemiológico por la suba de casos en los últimos días, de acuerdo al último informe presentado por el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
Por eso, en las escuelas buscan intensificar los protocolos que se establecieron desde las distintas modalidades y niveles educativos, siempre siguiendo el plan jurisdiccional bajado desde la Provincia.
Esto "marca de alguna manera muy sencilla un cuidado importante dentro de las instituciones educativas. Se está llevando adelante en todas las escuelas y la verdad es que los docentes se han comprometido mucho con el protocolo", define Verónica Danelli.
La referente de Suteba apunta en que "hay que estar alertas y mirar permanentemente los números. En caso de ser necesario, desde Educación y el ministerio de Salud seguramente tomen alguna medida rápida". Mientras tanto, "el protocolo establece que si hay tres burbujas aisladas en una misma institución o casos positivos dentro de esas burbujas hay que cerrar la escuela. Todo está diseñado para que las instituciones estén cuidadas".
Danelli destaca una ventaja que tenemos en ciudades más chicas del interior y es que "no hay tanta necesidad de utilizar el transporte público que es un foco de contagio".
Por otra parte, "confiamos en que las nuevas medidas de restricción en la ciudad ayuden a contener el pico de contagios que tuvimos en los últimos días".
Burbujas aisladas y una situación que hasta el momento parece contenida forman parte de la realidad de distintas instituciones educativas que activan protocolos e intensifican cuidados.
En medio de la pandemia, destacan la designación de cargos directivos que es "algo muy importante en este momento en que las escuelas necesitan tener alguien al frente y eso da mucha tranquilidad". En tanto que el nivel inicial ya pudo asegurar la presencialidad de 4 horas, algo que en primera instancia no se había podido hacer efectivo.
Por contrapartida, una problemática que se hace cada vez más evidente es el desgaste de personal frente a docentes o auxiliares que deben aislarse. "Hay escuelas que quedan casi vacías, eso se está empezando a notar", asume Matías Núñez en referencia a instituciones que sostienen la presencialidad con uno o dos cursos.
"Es sumamente importante estar dentro de la instituciones educativas, transitar la escuela o el jardín no es lo mismo que quedarse en casa", define Verónica Danelli después de un año de completa virtualidad.
De todas formas, remarca que "si hay que volver a la casa, se volverá. Si es necesario no vamos a dudar en pedir eso". Por eso, la importancia hoy radica en la responsabilidad individual, un término que Matías Núñez pone en un lugar preponderante para poder frenar la curva de contagios en ascenso.
La vuelta a clases fue tema de debate a principios de año y una realidad concretada desde el inicio del ciclo escolar, en marzo. Las instituciones escolares tuvieron que estudiar protocolos, realizar cambios en las aulas para tener espacio suficiente, articular burbujas y conjugar presencialidad con virtualidad. No fue tarea sencilla pero se convirtió en algo esencial para poder garantizar un regreso lo más seguro posible.
Puertas adentro, alumnos y docentes "están contenidos" con protocolos definidos y detallados. Pero la escuela está inmersa en la sociedad y es allí donde es necesario posar la mirada, por lo menos por ahora.