Una contradicción muy frecuente en la realidad como lo sería afirmar que el kirchnerismo es la identidad política que más ha trabajado para dinamitar el Mercosur y consecuentemente aportar a la libertad de comercio que pretendieron siempre los norteamericanos.

Y efectivamente, han hecho todo lo posible para contribuir al Alca, cuando aquí aplaudían a Chávez quien bromeaba fraseando: "Alca..., pero Alca-rajo".

Ahora lo terminaron rajando a Uruguay. Hicieron todo lo posible para que su presidente, harto ya de luchar contra lo imposible, es decir, un acuerdo racional con Argentina, decidiera hacer lo suyo por el bien de su país. Ni a Cristina Kirchner ni a Alberto Fernández les conviene tener un ejemplo de racionalidad en el vecino en una referencia tan cercana.

Perón decía que lo más importante de la política estaba en lo internacional, pero al parecer sus aparentes discípulos no han tomado en cuenta este apotegma de su líder. Y aquí surge otra vez la paradoja. Porque se ufanan de defender los derechos humanos y respaldan a Venezuela y a Nicaragua gobernados por regímenes denunciados hasta el cansancio por ser represivos y a la vez se pelean con un demócrata como Lacalle Pou.

Alberto y Cristina dicen compartir el eje doctrinario de un color político que se adjudica la justicia social y han llevado la pobreza hasta el 50 por ciento de la población profundizando de modo irritante la desigualdad social. Se dice que la política es el pensamiento en acción, entonces, tomando esta definición, el actual gobierno es la paradoja materializada históricamente. Para Fernández, los vacunatorios VIP o privilegiar las vacunas en el sector hegemónico "no es un delito". Lo mismo dijo la Justicia. Dentro de esta confusión el país quedó sumergido en una absurda contradicción.

Alberto y sus yerros

Lo mismo que con Octavio Paz, el Presidente volvió cometer un ridículo yerro histórico. Cuando habló de "Macacha" Güemes, la recordó como la esposa de héroe salteño cuando en realidad fue su hermana. Indudablemente, Alberto tendrá que fijar claramente estas referencias si no quiere seguir haciendo el ridículo creándole relaciones incestuosas a nuestros héroes.

En estos días, la aparición de Facundo Manes está provocando un verdadero tembladeral en la interna de Juntos por el Cambio. El neurólogo le estuvo causando varios dolores de cabeza al Pro ya que habría logrado el acompañamiento de peronistas como Miguel Pichetto y Joaquín de la Torre, aunque el curismo, que representa hoy al pichettismo, está convencido de seguir acompañando a Ezequiel Galli tanto en el distrito como en la Sección. Y ya están negociando lugares en la lista.

En ese marco, el intendente Galli, acompañado por los diputados provinciales de Juntos por el Cambio Alex Campbell y Juan Carrara, y el Secretario de Gobierno Municipal Hilario Galli visitaron dos ciudades de la Séptima, una de ellas, profundamente radical.

Con este gesto, Galli dio una prueba de amor a Rodríguez Larreta, para ampliar su electorado y junto con Azul tienen casi la mitad de los electores de la Séptima. "Vamos a hacer un gran esfuerzo para sostener las tres bancas en el Senado", dijo el jefe comunal local quien pelea por una de ellas para su primo y Secretario de Gobierno, Hilario Galli.

En tanto, el diputado Alex Campbell le hizo unos mimos al Intendente al calificarlo de "ejemplo de liderazgo en la sección", erigiéndolo en el jefe seccional del PRO.

Juntos y divididos

En el otro rincón, el radicalismo confía mucho en su candidato y apuesta a algo más que una interna sino que parece moverse como si buscara un rol hegemónico en el espacio.

La interna es virulenta y se lo enfrenta a Rodríguez Larreta como si se estuviera disputando con un enemigo. El atenuante es que el radicalismo es un espacio racional y suele saber volver muy rápido de esas emociones y enfrentamientos laclausianos. Pero, desde ayer que están utilizando la venta de elementos de represión para las FF.AA. de Bolivia en el momento del golpe institucional como argumento de la interna, lo que no deja de ser una manera de escupir hacia arriba.

Por eso, la interna seccional promete ser un verdadero thriller en pos de las tres bancas en disputa. El macrismo confía en su acuerdo con Azul, con Hilario Galli y Lucrecia Egger en los dos primeros lugares dejándole el tercero a Alejandro Celillo que quiere renovar. Pero todo dependerá del piso que se acuerde para distribuir los lugares de la lista, si tres, dos o uno por uno.

Pero Ezequiel estaría convencido de que si bien Manes es un candidato no deseado por el PRO, también podría ser un elemento divisor del radicalismo y buscaría, con el apoyo de Rubén "Bebe" Lanceta, beneficiarse con ello. La versión que circula es que Manes encabezando, luego un candidato de Stolbizer y tercero Emilio Monzó. ¿Será Omar Duclós el margarito? Aunque algunos hablan de que el azuleño podría integrar la lista distrital, pero, como dice el refrán, "alguien que fue Papa no puede ir después de monaguillo". Y recomiendan no dejar de lado a Franco Cominotto en la nómina de los candidateables.

El panorama en Juntos por el Cambio es complicado. En CABA, Patricia Bullrich ya adelanta su pelea con Rodríguez Larreta, la actitud de Vidal en la Provincia estaría afectando al mismo Santilli. "Amagó con inmolarse y después buscó una zona de confort", dicen desde adentro.

Bali pega la vuelta

Decíamos que ante los números malos que el FDT muestra en general, siempre según las encuestas que se conocen, no les quedaría otra alternativa que subirlo a Macri al ring.

Dicen que Cristina ya los mandó a medir a Gabriel Katopodis, a Juanchi Zabaleta, a Insaurralde y los obligarían a encabezar la lista. La Vicepresidenta sospecha de todos ellos que jugaron para Florencio Randazzo en 2017, y por eso los obligarían a jugar de lleno para neutralizar al ex ministro del Interior.

Cristina se haría cargo del triunfo y la derrota se la endosaría a Alberto y acelerarían su hundimiento para apurar el cambio de mando, si no real, al menos político y blanquear de una vez por todas la pretensión hegemónica de Cristina. Al Presidente ya lo relegaron a un rol prácticamente secundario.

Florencio Randazzo ya lo confinó a Eduardo "Bali" Bucca sobre quien adelantó que "no va a estar en una lista mía y yo no pongo las manos en el fuego por él" y lo acusan por lo bajo de haber "arreglado con los K porque fue oposición en la campaña y en la Cámara acompañó al kirchnerismo en el 90 por ciento de los proyectos".

Es que el bolivarense se ha venido manejando de una manera completamente errática, sea con Randazzo o con Lavagna, y, como bromeó un peronista, "Bali, como Facundo Cabral, vive diciendo ‘no soy de aquí, ni soy de allá...", o lo es pero muy transitoriamente.

Ahora, el médico bolivarense ha avanzado bastante en su acercamiento con el kirchnerismo y se dice que ya estaría trabajando con el Instituto Patria, con lo cual podría ser el primer candidato seccional del FDT y ganar ese tercer senador que tanto necesitan los K bonaerenses.

El dilema de César

Este miércoles se presentan las listas y se fijan los pisos para las Paso. En JxC, Diego Santilli desplazó a Jorge Macri que ya parece afuera de todo, al menos por esta elección, María Eugenia Vidal ya encabeza la lista de CABA y Patricia Bullrich quedó herida y ya le batalla contra Rodríguez Larreta por la candidatura en 2023. Ezequiel Galli debió cerrar con Santilli -no le quedaba otra alternativa- y todo lo que pase en la Sección es todavía incierto.

El Intendente ya cuenta con Bruno Cenizo para liderar la lista de concejales aunque no sabe si desperdiciar electoralmente a un "tanque" como Germán Caputo cuya imagen lo obligará a pensar y repensar a quien elige para encabezar la lista distrital.

En el kirchnerismo, el diputado César Valicenti se ha venido dedicando a la política institucional aunque con algunos problemas como los habría tenido con la cooperativa Bolsas Olavarría y la UIO, que últimamente ha tenido un protagonismo inusual para una corporación de pymes.

El legislador provincial les organizó un encuentro con el Gobernador para promover su idea de una provincia enfocada en la producción y en la generación de empleo. El plan es construir una alianza estratégica con estas empresas que son, al menos en Olavarría, la matriz productiva de la ciudad.

Pero al diputado se le presenta una encrucijada entre la cooperativa y la UIO a partir de algunas rispideces surgidas entre ambas y que nació por un crédito "blando" que el legislador le habría conseguido al presidente de la UIO cinco o seis años atrás, y las consecuencias que éste trajo aparejadas.

Valicenti se enfrenta entonces con un dilema entre ideológico y político porque ¿a quién apoya?, ¿al cooperativismo o las empresas?. Por ahora jugó muy fuerte con la UIO y su desafío será no excluir a la cooperativa. Pero el conflicto es tan intenso y tan dificil de resolver que, como bromeó quien contó todo esto, "sería un mago si logra superar esto".

El diputado provincial lo sigue teniendo a César Longo en carpeta para ofrecerle al ciudadano local un candidato con perfil olavarriense.

El concejal Eduardo Rodríguez se reunió con Sergio Massa en la Cámara de Diputados y pudo reafirmar la representación del Frente Renovador en Olavarría. El edil, quien viajó con Inés Creimer y Gastón Sarachu, peleará por uno de los tres primeros lugares y pedirá otro más en la lista. La idea es formalizar una mesa chica del FDT y "trabajar por la unidad" como se lo pidió Massa.

Aunque el "morenismo" de Guillermo Moreno (Principios y valores) y el "randazzismo" podrían participar de la Paso, las terceras fuerzas no tendrían la suficiente relevancia por ahora para provocar una fuga significativa de votos que impida la polarización. Pero "todavía falta mucho" como dicen los políticos.

Un duelo enfermizo

La obsesiva rivalidad entre Cristina Kirchner y Mauricio Macri es una de las más enfermizas relaciones que existe en la historia argentina. Atravesados por un odio eterno e irreductible, ambos parecen encontrar en este "duelo" un extraño sentido de sus vidas.

Se parecen a aquellos personajes de Joseph Conrad en la novela "El duelo" que magistralmente llevó al cine el genial Ridley Scott en su film al que llamó "Los duelistas".

La historia está referenciada en dos oficiales del ejército de Napoleón quienes por un malentendido con una mujer comienzan a transitar una seguidilla interminable de duelos, siempre y cuando y de acuerdo cona las reglas napoleónicas, ambos tuviesen el mismo grado militar.

Los dos oficiales se necesitan para poder vivir. El motor es el odio y el afán de revancha para confirmar sus propias mismidades. Sus odio y el afán de pelear es tan obsesivo que por un momento traspasa el marco histórico y se transforma en un mito alucinante.

La historia entre estos dos personajes de ficción (aunque dicen que existieron históricamente) generan un estremecimiento indecible frente a este choque de obsesiones, y es la misma sensación que se experimenta cuando se asiste a este enfrentamiento entre Macri y Cristina K.

Lamentablemente, a los seres humanos los moviliza más el odio que el amor, las pulsiones negativas que las positivas, y ambos son prácticamente un emblema de estas patologías. Siempre hay algo de locura en ciertas obsesiones.

La batalla continúa hasta que uno de ellos vence definitivamente a su rival y le pone un fin unilateral al enfrentamiento condenando a su oponente al olvido y a la soledad vacua que le genera el sinsentido de no tener otro enfrentamiento o "la revancha".

Tanto Mauricio como Cristina parecieran buscarse desde el comienzo de los tiempos. Son dos almas bastante gemelas unidas por el odio recíproco y por el espanto, como diría Borges.

Ambos se buscan como si se procuraran un sentido a sus propias vidas. Y la búsqueda obsesiva es simétrica y recíproca. Si no es uno es la otra parte la que quiere subir al ring a su oponente. Luego de que Macri le pidiera la quiebra a Cristóbal López, es ahora Cristina o uno de sus representantes la que ordena la quiebra de Correo Argentino y la intervención de sus empresas. Ambos se necesitan como el yin y el yang, y ambos representan esa concurrencia simbólica de opuestos que encontró el poeta Charles Baudelaire en la realidad. En este caso no existe otra cosa que egoísmos mutuos y especulación electoral.

Ahora, mientras Macri se corre de escena y decide morir políticamente, Cristina se transforma en una suerte de doctor Frankestein que quiere devolverlo a la vida. El objetivo es devolverlo a la política para continuar la pelea infinita de aquellos dos militares napoleónicos de Conrad. Porque si uno muere, el otro también. Esta historia no tiene fin, porque si no son ellos, serán otros que continuarán esta prueba lamentable y trágica de la eternidad del odio.