Las vacunas y los ricos, una reunión privada, buena pero tardía y la nueva figura seccional
El verano puso al descubierto nuevamente las falencias para combatir la pandemia. Argentina y las góndolas vacías de vacunas. El presunto sabotaje, la investigación y la necesidad del diálogo que debió haber llegado antes. La negociación entre Galli y Valicenti. Kicillof quiere instalar su propio referente en la Séptima. La interna radical ya tiene números.
Enero ayudó un poco a morigerar la dinámica política y los ejes volvieron a ser la pandemia y la política sanitaria. El Gobierno comenzó a naufragar cuando se encontró con que no podía apelar a medidas generales como el confinamiento colectivo y la imposibilidad de continuar emitiendo.
La gestión de Ginés González García comenzó a hacer agua por todos lados. No testearon, no aseguraron la compra de vacunas, tampoco quisieron invertir en logística y Argentina pasó a ser uno de los países más perjudicados por la peste y por los funcionarios encargados de combatirla.
La Gestión apeló una vez más a la épica anticapitalista y antilaboratorios y la esgrimieron funcionarios que con mayores patrimonios que el mismo Rockefeller.
Buscaron chivos expiatorios para canalizar sus incapacidades y comenzaron a culpar a Pfizer por la carencia de vacunas, y la verdad de la transacción quedó encerrada bajo un absoluto secretismo de Ginés y el Gobierno lo que genera aún más desconfianza en la población. De pronto Pfizer quedó como el enemigo del régimen y ni el mismo Laclau se hubiese animado a tanto.
El recurso de la épica no sirve más, la población quiere vacunas y no relatos, pero el Gobierno todavía no enendió todavía algo tan básico y elemental.
El Covid 19 no se previene con discursos sino con vacunas. El Gobierno demostró palmariamente su inutilidad para formular una verdadera, seria y responsable política sanitaria y Argentina terminó cayendo en las manos de un único oferente de vacunas, Rusia, un régimen (como también China) que por un lado no tiene una política científica independiente del Estado y en donde, por más que algunos apelen a sus pergaminos científicos como premios nobeles y otras cosas más, en este tema prevalece la decisión política de un gobierno que maneja autocráticamente su producción científica. Quien conoce (y de esto hay muchos teóricos nacionales que afirman lo mismo) cuál la lógica de una ciencia tan dependiente del poder político sabrá que esto es tan nocivo como no tener inversiones.
De pronto, Argentina quiso gambetear a los grandes laboratorios del mundo para "no caer en las garras del capitalismo medicinal", y acabó siendo un cliente más de un régimen que no tiene ningún control institucional en su propio país. Algo parecido le ocurrió con las finanzas cuando el país decidió romper con el FMI y luego debió aceptar un crédito de Venezuela pagando un 15 por ciento de interés anual cuando lo conseguía al 4 por ciento del mismo Fondo.
Riquezas y vacunas
Por esa falta de pragmatismo y esa indolencia irreductible, Argentina salió a comprar vacunas y se encontró con las góndolas vacías de ellas y de cualquier marca.
Mientras otros países, fundamentalmente los poderosos, se iban con los changuitos llenos, Argentina se iba con el suyo vacío no teniendo otra alternativa que comprarle al amigo de Cristina, ex KGB y envenenador de opositores, quien, com dice el ex gran campeón mundial de ajedrez, Garri Kaspárov y férreo opositor a Putin, "no se anima a aplicársela" como debiera hacerlo para dar un mensaje aleccionador.
Los argentinos están y estamos dispuestos a dárnosla, pero el único problema es que no hay disponibles y no queda otra alternativa que comprar al menudeo.
Porque en este mundo, capitalista o supuestamente socialista, así como se distribuye la riqueza, se reparten las vacunas. Y a los países pobres, (no sé qué responsabilidad tiene nuestro gobierno en esto) solo le quedan las migajas.
En tanto, el CEO del laboratorio Moderna asegura, como una profecía apocaliptica de San Juan, que "vamos a vivir con este virus para siempre".
Más vale tarde...
Hace unos dias trascendió como algo inusual que hubo una reunión privada entre el Intendente, Ezequiel Galli, el subsecretario de Minería provincial, Federico Aguilera y el diputado provincial César Valicenti.
El encuentro fue bastante corto en duración y solo habrían tratado los pasos a seguir para aplicar la vacunación de la segunda dosis al personal de salud. Demás está decirlo que todo encuentro para el diálogo y el consenso es muy bueno, pero ¿por qué no la hicieron antes para evitar todo lo que pasó después?. Entonces, fue una reunión buena pero tardía.
Pero, como ya pasó bastante agua bajo el puente con la pérdida de las primeras 400 dosis, y la investigación penal correspondiente, los funcionarios provinciales no quieren que el tema se complique más de lo que está.
Es que salvo un atentado extranjero, impensable, claro, no parece haber otras causas del presunto "sabotaje" denunciado el mismo día del hallazgo pero con una demora incomprensible para muchos.
La fiscal Viviana Beytía habría decidido investigar todo lo que tuviese que ver íntimamente con los pasos que se siguieron aquella vez cuando desde la Región Sanitaria IX decidieron guardar las vacunas en ese centro de salud pese a que existía ya toda la logística específica para hacerlo en el Banco de Leche.
La Fiscal, y como parte de "una lógica investigativa", como dijo una fuente judicial, se habría limitado a seguir minuciosamente esos pasos, lo que pasó en esas diez o doce horas desde que se descubrió el hecho hasta que fue denunciado, qué y quiénes pudieron haber hecho algo en ese espacio de tiempo, por qué no denunciaron ese supuesto "sabotaje" de inmediato, y qué hicieron los actores políticos provinciales durante ese tiempo y también antes de tomar la decisión de conservar las dosis en un lugar hasta ese momento posiblemente inapropiado habiendo uno alternativo que sí estaba en condiciones de hacerlo.
¿Es posible que la funcionaria judicial ordenara retener los celulares para rastrear llamados, whatsapps y todas las comunicaciones de esos días previos y las que se hicieron durante ese día del hallazgo?. "No me consta, pero sería parte de una rutina investigativa", deslizó la misma fuente judicial, casi con desdén por estar explicando un procedimiento que se explicaría por sí mismo.
Lo que siguió fue puramente político. La Provincia adquirió un generador de un millón y medio de pesos, una compra innecesaria, quizás, existiendo esa infraestructura ya en el Banco de Leche, y los funcionarios que habrían decidido guardar las vacunas en el Hospital de Oncología resolvieron inmediatamente acordar con el Intendente una solución salomónica con el objetivo de que tanto el Municipio y la Provincia tuviesen una función conjunta en la vacunación.
A partir de ese momento y del de la primera reunión, todo comenzó a solucionarse. Aparecieron mágicamente los subsidios para las empresas de transporte urbano e interurbano de pasajeros que se demoraban inexplicablemente desde Provincia, comos si se buscara generar un conflicto entre las empresas y los trabajadores.
Asoma Supply
Los subsidios, como explicó el apoderado de Ola Bus, Ramiro Di Giano a este Diario, por una cuestión "burocrática", se habían trabado en Provincia, puntualmente en la oficina de uno de Alejo Supply, uno de los preferidos del Gobernador y quien fue literalmente el conductor de su campaña ya que le manejó el vehículo para transportarlo por todas las rutas bonaerenses. Al respecto, Alejo Supply sería uno de los enviados por Kicillof para ser uno de los referentes del Gobernador en la Séptima, cargo que hoy ostenta el diputado provincial, César Valicenti. Por lo tanto no habría que descartar alguna incursión del chofer de Kicillof en la lista seccional de los próximos comicios.
¿Fue casual que de pronto y después de tanto tiempo de demoras, aparecieran mágicamente los subsidios o fue parte de un resarcimiento para el gobierno municipal? ¿Hubo algún pacto para que la causa de las vacunas se diluyera como tantas cosas que se diluyen en este país?.
Reacciones, fondos y la foto
Por un lado, la hipótesis del "sabotaje", como afirmó Galli, "pierde peso" con el paso de los días, y es eso, y la convocatoria a una reunión privada la que lo habría animado al Intendente a reclamar los subsidios para el transporte, los fondos de coparticipación y alguna que otra obra más con fondos provinciales.
De paso, algo llamativo: no hubo un solo comunicado del FDT respaldando la denuncia y el peronismo institucionalizado solo se expresó a través de los concejales de Renovación Peronista, Almada y Aramburu.
En Olavarría no sería la primera vez que permutan causas judiciales por costos políticos. ¿Comienza otra etapa en las relaciones entre Valicenti, Aguilera y Galli?. Además, ¿entró Borzi como prenda de negociación de esta reunión "privada"?.
En fin, las preguntas pueden ser millones, pero lo cierto es que la denuncia por presunto "sabotaje" que hicieron los funcionarios provinciales habría actuado como un revulsivo tras el cual se modificarían todas las relaciones entre el gobierno provincial y el municipal, incluso, hasta podría inaugurar una lluvia de impensados fondos para futuras obras. Ya se estarían planificando una para cada localidad y otras para la ciudad.
El otro dilema gira alrededor del autor de la foto, porque ¿a quien le interesaría exhibir esa camioneta provincial y hacer correr luego la existencia de la reunión con el Intendente?.
La racionalidad tardía
Según el filósofo Gilles Lipovetsky, su llamada "Era del vacío", además de un furioso retroceso al individualismo tan extremo como el narcisismo, esta era incluye negociaciones políticas que solo pretenden una paz entre las partes y nada más. Algo así como recuperar la apatía tan deseada. Aunque -y vale destacarlo- en este acuerdo se beneficia una normal y correcta vacunación, algo que debieron priorizar desde un principio y que afortunadamente hicieron luego para poder corregir los errores anteriores.
Porque en el centro de este paradigma que vio el filósofo francés para esta parte del siglo veintiuno, está el de una racionalidad vacía que se semeja bastante a la apatía, al sinsentido y a la tranquilidad forzada que mantiene consolidado el status quo existente. Si bien es filosofía, también es la vida. Pero, visto esto con buena intención sería el de destacar el pragmatismo tan necesario para resolver los problemas de la gente algo que se debe anteponer a cualquier dogma o egoísmo político.
En este caso, si bien los actores logran la paz soñada, y existe algún beneficio para la gente que está esperando la vacuna. Es decir, además de lograr calmar las aguas, se obtiene algún rédito para la gente a cambio de una paz judicial para quienes sin querer quizás, o no, habrían escupido hacia arriba y queriendo recoger beneficios políticos acabaron cosechando problemas.
Entonces, en ese lugar en donde apareció de pronto un conflicto que se iba agrandando día a día como una bola de nieve, de pronto, el propio devenir inesperado de los acontecimientos trajo consigo la necesidad de recuperar esa racionalidad apática o pragmatismo tan necesario en la política, y mucho más en un país colonizado por una épica cínica, hipócrita, disfrazada de ideología.
Y quizás todo lo que vino después, la reunión de la semana pasada, la compra del generador, la llegada imprevista de los subsidios para el transporte, otros fondos y la última reunión privada en una oficina de San Vicente tenga que ver con la recuperación de esta calma artificial que les permite a cada uno seguir con sus propias cosas, sin conflictos visibles y con esa concepción de la política tan propia de este siglo.
Conversos y puristas
En el mismo oficialismo se debaten varias posiciones. Por ejemplo, están los dogmáticos propios y los radicales conversos (caso Moureau, Raimundi o cualquier otro) que actúan como San Pedro, quien luego de negarlo tres veces a Jesucristo y en una misma noche, decidió ir a Roma, al mismo corazón del Imperio Romano a morir crucificado y a confirmar su conversión.
Y para consumar ese patetismo que tiene nuestra política nacional, la ex diputada Elisa Carrió, comenzó a denunciar la intrusión de peronistas en las filas de Juntos por el Cambio, viendo en ello "una infiltración" de supuestos enemigos en vez de dirigentes que quieren sumar votos a su espacio.
Carrió es una dogmática del antiperonismo y seguramente terminará quedando sola y con un sesgo testimonial. La chaqueña es acendradamente antiperonista y es una de las mayores aportantes a la grieta.
Ya lo denunció a Cristian Ritondo, a Emilio Monzó, como puertas de una supuesta infiltración de peronistas a JxC. Salvo que esto forme parte de una estrategia particular e inentendible, Carrió creerá que los espacios políticos son puros y que no son el resultado de procesos históricos de mutaciones constantes. Lo cierto es que la jefa de la CC ya está viendo acechanzas peronistas por todas partes como si ella estuviese encerrada en una suerte de "habitación del pánico" sufriendo el acecho de peronistas que han logrado introducirse a ciertos lugares de la casa. El afán purista de Carrió aspira a reducir a la oposición a un pequeño grupo de "puros", pero sin ninguna posibilidad de acceder al poder.
Números
En la última encuesta del año de la consultora Starke Labs, los dos dirigentes políticos con mayor imagen positiva son el gobernador Axel Kicillof dentro del oficialismo, y el intendente de San Isidro, Gustavo Posse y el vice jefe de Gobierno porteño Diego Santilli dentro de la oposición.
Kicillof muestra una imagen positiva del 48,7% en tanto Posse (con 47,9%) y Santilli (con 38,6% y con apenas mejor diferencial de imagen) lideran en imagen positiva al grupo conformado por dirigentes nucleados en Cambiemos. Tras ellos, los consultados se inclinaron por el ex ministro de Seguridad de la provincia, Cristian Ritondo (con 35% de imagen positiva), quien es uno de los atacados sistemáticamente por Elisa Carrió quien ve en él a uno de los posibles infiltrados en la oposición. Pero la denuncia de Carrió es mucho más grave aún. La titular de la CC observa "fugas" de peronistas comandadas y perpetradas por Ritondo, Monzó y otros para hacer una especie de "entrismo" peronista dentro del JxC y luego incorporarse al Frente de Todos. En cualquier momento, Carrió arremete contra Pichetto.