Para la psicóloga, la importancia en la adopción es cómo se significa a ese bebé. Dice que "hay un lenguaje de amor y de afecto que antecede al propio bebé".

Diferencia entre "la adopción y la apropiación ilegal". La primera "es un acto jurídico mediante el cual se crea un lazo de parentesco entre dos o más personas, pero además, en la adopción hay alguien que elige qué hacer con ese bebé". Por el contrario, "la apropiación ilegal es una práctica sistemática del terrorismo de Estado que consistió en secuestro, desaparición y ocultamiento de la identidad de hijos de desaparecidos".

En estos casos "los chiquitos fueron concebidos por sus padres biológicos con mucho amor, pero fueron atravesados por una historia política sangrienta. Ese bebé no fue pensado para ser cedido, fueron pensados como proyecto de vida. Ese proyecto de vida que antecedió a este bebé fue truncado por el terrorismo de Estado. Ese bebé fue arrebatado, ahí no hubo una elección de los padres biológicos".

En los casos de apropiación ilegal, "estos chicos fueron muy esperados, no sólo por los padres biológicos sino también por toda la familia. Se arma todo un imaginario de cómo va a ser este bebé, qué nombre le vamos a poner, si será nena o será nene. Imaginariamente ese bebé aparece en mi discurso, en el discurso familiar. Entonces ya se le va haciendo a él o a ella un lugar, un lugar de espera, de ser esperado. No es lo mismo significar a un bebé que estoy esperando como una carga, como un obstáculo o esperarlo como algo lindo, como algo que es producto de un amor, de un lazo entre dos personas".