Para encontrar estabilidad, "la clave del dólar va a pasar exclusivamente por el acuerdo con el FMI. Acuerdo que al día de hoy todavía están negociando vía Zoom porque la delegación del Fondo volvió a Estados Unidos pero se reúnen todos los días y no se están poniendo de acuerdo".

Sin embargo, para torcer el rumbo de la economía "ese acuerdo tiene que salir sí o sí y ésa va a ser la clave porque significa que los vencimientos de deuda que tiene Argentina con el FMI este año y el año que viene se van a pagar más adelante y no en la fecha prevista originalmente", explicó.

El profesional resaltó que de prosperar el ansiado acuerdo, "al diferir la deuda que tenemos en dólares lo que estamos haciendo es que los dólares frescos que entren a Argentina, producto de la venta de los granos, queden como reservas del Banco Central, que durante el año 2020 se perdieron y mucho".

Sin dudar, Schmale advirtió que "respecto de la inflación para este año, se espera que sea alta. En nuestra consultora estamos manejando un piso de no menos de 47 o 48 por ciento, producto de que tenemos una inflación de costos en general, y todavía faltan los aumentos de la energía eléctrica y del gas, que es de lo que se abastece la industria y un aumento, que todavía falta también, de los combustibles más las paritarias".

A causa de los impactos de las tarifas "en 2021 nos vamos a tener que acostumbrar a la inflación alta". En consecuencia, "eso va a traer aparejado que el poder de compra de tu bolsillo va a estar cada vez más chico. Para tener una idea, en promedio, la carne durante el año 2020 subió un 74 por ciento. Y también en promedio, los sueldos en 2020 subieron un 26 por ciento. Es decir que tu bolsillo pudo comprar mucho menos carne vacuna".

El contador sostuvo que "ésa es la realidad de por qué los bolsillos están cada vez más flacos, y si no miren lo que les está llegando de Impuesto Inmobiliario o de patente en estos días", previno.

Por el lado "de la industria los problemas están sectorizados, depende de lo que se fabrique. Hay empresas industriales que están vinculadas básicamente con el sector de la construcción que no van a tener ningún problema. Pero hay otras que están vinculadas con el sector metalúrgico que sí van a estar complicadas. Aquellas empresas que fabrican para comercios, sacando al rubro alimentos en general o de consumo básico, también van a estar complicadas", anticipó Schmale.

En cuanto al comercio, las restricciones trajeron cambios sustanciales. "Estoy viendo que hay una nueva modalidad de compra en general, donde lo online está disparando. También las nuevas modalidades de pago se están disparando. Y estamos viendo que últimamente las compras se apuntan a los alimentos básicos de primera necesidad". Sin embargo, "todo lo que es productos suntuarios o compras de que se te antojó alguna cosa, eso no se está viendo porque tenemos los bolsillos flacos. En general los argentinos estamos en esa situación".

Pero las condiciones podrían relajarse en parte en la segunda mitad del año debido a la proximidad de las elecciones legislativas. "Como cualquier gobierno, tiene que estar jugando en julio o agosto, tirando vía subsidios o vía asignaciones, vía crédito barato, plata en los bolsillos para llegar a unas elecciones tranquilas. A partir de ahí creemos que puede haber un final de año, un segundo semestre en materia económica un poquito más aliviado que el primero".

El campo

El analista económico Gabriel Schmale planteó dos escenarios simultáneos para el sector agropecuario durante el año 2021. Por un lado, las complicaciones acarreadas por el clima y rindes de cereales y oleaginosas por debajo de lo esperado. Por el otro, valores por encima de los obtenidos en 2020 en el plano internacional.

El profesional indicó que "respecto del sector del campo, al día de hoy tiene dos problemas. Uno, que estamos en pleno proceso de la Niña, donde está todo seco a pesar de las pequeñas lluvias que están cayendo porque a veces el agua no alcanza y algunos temporales de viento que han volteado algunas de las plantaciones que había".

Derivado de esas restricciones "en ese proceso, se espera una cosecha que en rindes no va a ser buena como se esperaba. Pero como hay otros países que están igual que nosotros más esto, que China abrió sus importaciones y empezó a comprar, hace que los precios internacionales estén subiendo".

En definitiva, "eso puede hacer que, con precios internacionales como el de al soja, que está hoy a 522 dólares por tonelada, al igual que otros productos relacionados, el sector del campo esté bien", definió Schmale.

La actividad comercial, en baja debido a la arremetida del coronavirus

Al evaluar el itinerario de la economía durante 2020 y el impacto propiciado por la pandemia, el contador Gabriel Schmale enfatizó sobre los mecanismos instituidos para mantener distintas actividades a flote y lograr algo de rentabilidad pese a las variaciones de la cuarentena.

Como respuestas a las limitaciones acarreadas por la expansión del virus, "surgieron muchas formas nuevas de comerciar, tanto en la forma de pagar, como de comprar o vender. Entonces, hay empresas que se pudieron readaptar fácilmente y otras que lamentablemente no lo pudieron hacer".

Como consecuencia de esos vaivenes, "a partir de ahí, todo eso hizo que el balance económico de 2020 sea negativo", consideró el profesional. Las marcas en los balances económicos fueron acordes con ese impacto y derivaron en "un producto bruto interno (PBI) que cae, con el consumo que cae y las empresas que, salvo excepciones, están vendiendo mucho menos".

En ese contexto, el analista económico precisó que "cuando hablo de excepciones, me refiero a empresas que básicamente pudieron estar abiertas y cosas que pasaron en esta pandemia que hay que estudiarlas y las estamos estudiando a diario. Como por ejemplo, el tema de las ferreterías, que en un primer momento pudieron estar abiertas y muchos de los que estábamos encerrados tuvimos la posibilidad de hacer los arreglos chiquitos en la casa", refirió Schmale, para agregar que esa posibilidad se extendió "luego los corralones de materiales, que también teníamos la posibilidad de ir a comprar cuando estábamos en casa".

En un escenario de incertidumbre, "esos dos sectores no lo sufrieron tanto, a diferencia de otros. Con otros me refiero en general al sector de la marroquinería, calzados, tiendas de vestir, joyerías, bijouterie, que como comercio minorista la pasaron muy mal".