Propietarios de gimnasios de distintas disciplinas trabajaron en un protocolo que les permita retomar la actividad, bajo estrictas medidas de higiene y protección. El documento será entregado al intendente Ezequiel Galli para su análisis, y desde el sector son cautos en cuanto a hablar de expectativas.

Son unos 60 gimnasios de distintas disciplinas los que participaron en esta iniciativa, aunque por el momento prefirieron ser cautos y esperar ser convocados para realizar formalmente el pedido ante las autoridades municipales.

Según se pudo saber, el protocolo se plantea con diferentes fases y que pretende lograr la habilitación para reabrir las puertas de los distintos gimnasios, un sector que sufre el impacto de la pandemia luego de cerrar las puertas el 16 de marzo y sin poder funcionar todavía.

En Olavarría muchas actividades ya han conseguido la habilitación. Comercios, profesionales, inmobiliarias e incluso los hoteles que comenzarán a trabajar desde mañana, solo para aquellas personas exceptuadas que lleguen a la cuidad.

En este marco, resta ver qué sucederá con los gimnasios una vez que se solicite el estudio de este protocolo que presentarán al Intendente.

El protocolo hará foco en la desinfección de espacios y equipos de trabajo, así como un mayor distanciamiento entre máquinas.

Natatorios, estudios de pilates, institutos de yoga, entrenamiento funcional, salón de fitness grupal y box de crossfit son algunas de las disciplinas que participaron en la elaboración del protocolo.

A principios de este mes, EL POPULAR reflejaba en una de sus ediciones la situación crítica que atravesaban los gimnasios, uno de los primeros rubros en tener que cerrar sus puertas. Hasta el momento, la gran mayoría optó por ofrecer clases virtuales, con la intención de mantener a sus clientes y ponerse en movimiento. Sin embargo, argumentaban que esta alternativa no ofrecía garantías económicas y que el ingreso se había caído considerablemente.

Medidas

Consolidado como otro de los rubros con total afectación por el avance del coronavirus y la imposición de la cuarentena, el segmento de los gimnasios a nivel nacional también concentra ideas y define criterios de funcionamiento con vistas a retomar el funcionamiento.

En este sentido, la Cámara Argentina de Gimnasio, entidad que aglutina a más de 850 centros de entrenamiento, estableció un protocolo de pautas sanitarias diseñadas para neutralizar las posibilidades de contagio y a tono con especificaciones emitidas por los ministerios de Salud y Trabajo.

El criterio predominante es el distanciamiento social con foco, también, en el control de la salud de los clientes en la instancia de acceso a los gimnasios e higiene permanente de máquinas, vestuarios y salones.

El protocolo que elaboraron los propietarios de los gimnasios de nuestra ciudad llega en un momento en que la reapertura de determinadas actividades deportivas solicitadas a la Provincia por varios intendentes, entre ellos Ezequiel Galli, no consiguió una respuesta positiva, lo que llevó incluso a elevar el pedido directamente al Gobernador.

El documento que se entregará al Jefe Comunal hace eje en la desinfección de los sectores de trabajo y maquinarias, además de la disponibilidad de alcohol.

Se plantea, además, que se establecerá un distanciamiento entre los espacios y máquinas de 2 metros, también se suspenderán las actividades de contacto.

En cuanto al acceso y control se permitirá personas que no se encuentren dentro de los grupos de riesgo, se controlará la temperatura, se evitará el uso compartido de vasos y botellas, entre varias medidas presentadas.

Por otro lado marcaron la importancia de la actividad física para la salud física y mental de las personas. Aunque no dejaron de lado las dificultades económicas por las que están atravesando.

Situación

No hay dudas de que la pandemia impactó en la economía de distintos rubros que dependen de esa actividad para subsistir. Los gimnasios no quedan afuera de esta situación que era reflejada por este Diario a principio de mes.

Aquella oportunidad, desde gimnasios de distintas disciplinas contaban que la realidad era "muy complicada". Si bien quienes desarrollan esta actividad optaron por continuar con clases virtuales, confesaban que era una alternativa que no se comparaba con las clases en forma presencial y que lo que se podía lograr era el cobro de una cuota mínima, además de mantener a los clientes.

En este contexto, replicando la situación de los comercios que finalmente pudieron reabrir hace poco, muchos propietarios de gimnasios acordaron con dueños de los locales suspender el pago de alquileres hasta tanto la situación mejore, pero otros gastos fijos siguieron corriendo y los ingresos disminuyeron.

En este contexto, planteaban un panorama "complicado" que podría extender durante todo 2020, ya que analizaban que aunque la actividad pudiera retomarse, la situación económica en general continúa siendo difícil.