Provenientes de la ciudad de Coronel Suárez, Rodolfo Gon llegó a la ciudad Olavarría junto con su familia cuando contaba con 11 años.

Desde ese momento comenzó su historia como "canillita" en la ciudad y la zona vendiendo los diarios Tribuna y El Popular, actividad que continúa hasta la actualidad.

En realidad, hay que hablar de una historia de una familias de canillitas, ya que también lo fueron su papá, su hermano, un primo y ahora se sumaron dos de sus nietos. Ahora, con 64 años, Rodolfo reparte sus días trabajando primero en el servicio de distribución del diario en la ciudad de Olavarría y horas más tarde realizando en la venta del diario en la localidad de Villa Alfredo Fortabat, de donde es "el canillita histórico", desde la década del 60, exactamente hace 53 años. Este jueves 7 de noviembre, junto con el resto de los canillitas de la ciudad, festejarán su día y por eso, hoy no salió el diario en papel a la calle. Puede mantenerse informado en www.elpopular.com.ar

Sobre sus inicios, Rodolfo relata que "yo vine a Olavarría de Coronel Suárez con 11 años. Y enseguida comencé a vender el diario Tribuna en bicicleta por las calles. Cuando vinimos acá, paramos en la casa de un primo hermano de mi papá por parte de la familia de mi abuela, y él tenía un reparto de Tribuna, aunque también trabajaba en los galpones del ferrocarril. A la mañana también repartía algunos El Popular, pero unos pocos".

El trabajo de canillita los complementaba con los estudios primarios: "Por esos años para estudiar yo iba a la Escuela 17 nocturna, que no me querían tomar porque no tenía la edad, pero como era por razones de trabajo me aceptaron, aunque no la alcancé a terminar, porque también agarré un trabajo en una bicicletería", cuenta.

"En esos años repartía en bicicleta por toda la ciudad, empezando en Villa Floresta -en Pueyrredón y Leal-, que era la zona donde vivían mis parientes. Después mi papá se hizo la casa cerca de allí, en Pueyrredón y Urquiza, y él también vendía diarios -primero tuvo la parada en Urquiza y Del Valle, y luego pasó a Pringles y Del Valle-, y además era verdulero".

Sobre su llegada como canillita a Villa Alfredo Fortabat, cuenta que "yo ya desde los 11 años empecé a irme a Loma Negra con mi hermano para vender diarios allá, donde quedamos hasta el día de hoy. Vendíamos diarios El Popular, y también pasteles y empanadas a los camioneros que iban a cargar cemento a la fábrica Loma Negra; parábamos en la zona de la Chapería y vendíamos mucho ahí, eran 35 colectivos de obreros diariamente que iban. Ya a las 3 de la mañana estábamos con los diarios; nosotros nos íbamos en el colectivo El Serrano, con un primo que había venido de Bahía Blanca e íbamos con la canasta de empanadas y los diarios, que nos dejaba Ernesto Ducuing".

"Cuando cumplí los 18 años, saqué el carnet de conductor y comencé a trabajar con Ducuing en el servicio de distribución del diario El Popular que él tenía, y cuando él se retiró continué con su hijo Memo, que siguió la distribución en los kioscos y a los canillitas. Comencé con una Rastrojera Bordgward, con caja de madera, que después con los años fui cambiando".

En referencia al trabajo de canillita señala que "es sacrificado, ya que hay que salir llueve, truene o caigan barretas de punta... hay que estar en la calle con los diarios para entregárselo a los clientes". Simultáneamente con la venta de diarios, en una época Rodolfo la complementó como colectivero en la empresa 25 de Mayo, donde estuvo 17 años. También trabajó como conductor de combis, transportando alumnos a la Escuela Nº 34 en la zona de la Estancia "Santa Dominga" (en un camino entre Blanca Chica y la ruta 226), "de donde tengo muy buenos recuerdos, ya que en los lugares donde repartía diarios me colaboraban con cosas para la escuela", indica.

Sobre su actividad de canillita en la localidad de Loma Negra, cuenta que "a mí el trabajo de canillita me ha permitido conocer a mucha gente, de la que terminás haciendo amigo. A cualquier casa que voy, entro como si fuese mi casa. Tengo un cliente en Loma Negra -donde dejo la bicicleta-, debe hacer 10 años, Coco Rojas, que me dio la llave de un galponcito que tiene para guardar las bicicletas, y ahí mismo dejo el auto con el que voy hasta allá. Hay días que hago todo el reparto en auto, y otros días voy en el auto y allá hago el recorrido en la bicicleta"

"Yo empecé la venta en Loma Negra con mi hermano Mario; él después se dedicó a otros trabajos y me dejó también su parte. Luego, como yo terminaba tarde, llegaba a las 2 de la tarde a mi casa, un día le dije a mi nieto Lautaro ''no te querés ganar unas monedas... ¿no me ayudás a repartir diario en Loma Negra?, pero yo te pago...; y me dijo "Sí, abuelo''. Después mi otro nieto Lautaro le dijo a mi esposa ''yo quiero ir con el abuelo... ¿me llevará?... (se emociona). Así con ellos dos hacemos el reparto juntos en la Villa los días domingos. Ellos también me ayudan a armar e intercalar los diario en El Popular antes de salir, cuando no puede ir mi hijo", añade.

En la actualidad, Rodolfo Gon todos los días a la madrugada hace la distribución del diario El Popular junto con Guillermo "Memo" Ducuing en los kioscos y algunos canillitas de la ciudad. Luego en la mañana realiza el reparto de los diarios en toda la Villa Alfredo Fortabat y Villa Laclau, y los días domingos -día en que se venden más ejemplares- con la colaboración de sus nietos Emiliano y Lautaro, entre las 8 y las 12.30. "Yo tengo una parada, donde pongo el auto, y allí la gente lleva los cupones del Popusuerte, y quieren que yo los espere con el mate. Cuando voy por las casas, soy como de la familia: ellos me esperan con el mate y si hay tiempo charlamos un rato", concluye.