Los grupos de riesgo
"Se agregaron a la inscripción otras comorbilidades que por ahí no estaban tan precisas". Además, "en estas nuevas formas de comportamiento de la enfermedad se mostraron como más vulnerables las personas embarazadas".
En base a la evidencia científica nacional e internacional se decidió ampliar la población. Así, la recomendación de vacunación contra el COVID-19 para el grupo de personas de entre 18 y 59 años con factores de riesgo se actualiza de la siguiente forma.
Diabetes tipo 1 o 2 (insulinodependiente y no insulinodependiente). Obesidad grado 2 y grado 3. Enfermedad cardiovascular: insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria, valvulopatías, miocardiopatías, hipertensión pulmonar. Enfermedad renal crónica (incluidos pacientes en diálisis crónica). Enfermedad respiratoria crónica: enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), fibrosis quística, enfermedad intersticial pulmonar, asma grave. Cirrosis. Personas que viven con VIH. Pacientes en lista de espera para trasplante de órganos sólidos y trasplantados de órganos sólidos. Personas con discapacidad que residan en hogares, residencias y pequeños hogares. Pacientes oncológicos y oncohematológicos con diagnóstico reciente o enfermedad "ACTIVA" (menos de 1 año desde el diagnóstico; en tratamiento actual o haber recibido tratamiento inmunosupresor en los últimos 12 meses; y enfermedad en recaída o no controlada). A los pacientes que requieran o realicen tratamiento quimioterápico se recomienda recibir el esquema completo de vacunación (2 dosis) al menos 14 días previos al inicio del tratamiento o se sugiere demorar la vacunación hasta el momento en el cual exista una recuperación medular estable o se encuentren en fase de consolidación. Personas cursando tuberculosis activa. Personas con discapacidad intelectual y del desarrollo que inhabilite las capacidades individuales de ejecutar, comprender o sostener en el tiempo las medidas de cuidado personal para evitar el contagio o transmisión del Covid y/o se encuentren institucionalizados en hogares de larga permanencia; y/o requieran asistencia profesional domiciliaria o internación domiciliaria. Personas con Síndrome de Down, priorizando inicialmente a aquellos mayores de 40 años, en quienes se ha evidenciado un aumento sustancial de la mortalidad por Covid.