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Pasó poco más de un mes desde que comenzó el ciclo escolar en medio de una pandemia que lleva más de un año. La virtualidad del 2020 dio paso entonces a pensar en las clases bajo distintas metodologías. Con grupos reducidos, la asistencia intercalada y la división en agrupamientos (lo que comúnmente se denomina burbujas) marcaron el eje educativo en estos tiempos.

Hubo que medir metros, redistribuir bancos y mesas, y hasta definir un ingreso escalonado con la obligación del barbijo y el alcohol sanitizante, la medición de la temperatura corporal y una declaración jurada.

La "nueva normalidad" llegó a todos los niveles educativos, y el Inicial es uno de ellos. Allí, ahora ya se trabaja con la jornada de 4 horas y en el balance de estas primeras semanas lo que surge es su estricto protocolo y una tarea que busca "cuidarse y cuidarnos" centrándose en el Plan Jurisdiccional que abarca a la educación.

En Olavarría funcionan 58 jardines de infantes que dependen del ministerio de Educación. De ese total, 44 son de gestión estatal (30 urbanos y 14 rurales) y 14 corresponden a la gestión privada -de los cuales 3 son también maternal-.

Tanto en unos como en otros, hay una estricta supervisión del cumplimiento de protocolos, coincidieron el Jefe Distrital de Educación Julio Benítez, y la inspectora de nivel Inicial de gestión privada Jorgelina González.

Las clases en los jardines de infantes comenzaron con un horario más acotado para las salitas de 3 años en el marco del período de adaptación que rige incluso desde aquellos tiempos de normalidad. Ahora, la jornada es completa para esos pequeños que inician esta nueva etapa. En las otras salas, por su parte, en principio se habían organizado agrupamientos reducidos que permitieron ir evaluando el desarrollo educativo en general y que ahora reacomodaron de acuerdo a la capacidad y matrícula de cada salón.

"Era una consulta de muchos padres que planteaban una mayor presencialidad, sobre todo en aquellos jardines con instalaciones amplias", dijo Benítez.

Así, se puso en marcha la tarea de inspeccionar jardines y salones, reubicar mobiliario y medir distanciamientos; contabilizar cantidad de alumnos y redefinir nuevos agrupamientos.

Testimonios, cambios y una mirada positiva

Las modificaciones no pasaron inadvertidas entre las familias. Y de hecho, EL POPULAR se hizo eco de algunos testimonios de padres que visibilizaron estos cambios pero que destacaron la organización y la minuciosa protocolización dentro de las distintas instituciones.

Su hijo comenzó salita de 3 en marzo, con la sala dividida en 3 agrupamientos o burbujas y con la asistencia de una hora diaria, semana por medio. "Esta semana, la sala quedó dividida en dos (de 8 nenes pasaron a ser 12) y van casi el horario completo, Pero pasaron a una sala más grande", contó a EL POPULAR una de las madres consultadas.

Destacó la transparencia con la que trabaja el jardín de su hijo menor, "yo creo que son lugares muy cuidados. Los nenes entienden a la perfección y los docentes están muy comprometidos con los cuidados".

En un maternal "hicieron una burbuja con 10 nenes, pero las instalaciones tienen capacidad para eso. Personalmente estoy muy tranquila porque veo que se toman absolutamente todos los recaudos", dijo otra mamá.

En otro jardín "ya pasaron a ir las 4 horas, semana por medio. Los nenes necesitan estos espacios y los cuidados que vemos son realmente muy estrictos", relató la madre de un niño de 4 años.

En otro caso, "vi a un nene que no pudo ingresar y tuvo que volverse a su casa porque se había olvidado el barbijo y otro que tenía 37.2 grados de temperatura y tampoco pudo entrar. Esos controles son súper importantes".

Reorganización en tiempos de Covid

La nueva disposición de agrupamientos permite garantizar una mayor presencialidad, explicaron Benítez y González. Y se implementó teniendo en cuenta cada punto planteado en un Plan Jurisdiccional que "se cumple a rajatablas".

Las modificaciones desembocaron en cambios de organización fundamentalmente. Hubo salas que pasaron de tener 8 o 9 niños a 12, en su mayoría bajo la modalidad de presencialidad programada. Esto eso, asistir semana por medio pero con una rotación de alumnos durante algunos días de la semana.

"Hemos pensado juntas para garantizar la presencialidad. Se han cambiado mesas o se han mudado a otros espacios que estaban ociosos", apuntó la inspectora de nivel Inicial de gestión privada en referencia a la terea que llevó adelante con directivos de distintas instituciones.

En Educación se trabaja bajo tres modalidades: presencialidad completa (esto es todos los días de la semana todas las semanas), semipresencialidad (donde la mayoría de las instituciones educativas dividieron salones en dos grupos que asisten semana por medio) y presencialidad programada (que garantiza la asistencia cada 15 días pero rotando algunos alumnos en distintas jornadas).

En este camino, en algunos casos "en principio se habían organizado tres agrupamientos en salas y, como existe la modalidad de asistencia programada permitió que se redujeran a dos, todo en el marco del Plan Jurisdiccional. Esto permite garantizar la presencialidad semana por medio", una metodología que se aplica actualmente en 3 de los 14 jardines de gestión privada. La mayoría, por su parte, asiste bajo el sistema semipresencial de concurrencia cada 15 días.

En la misma línea se ubicó Julio Benítez mientras confirmó que en nueve jardines en las últimas semanas se reorganizaron las salas y reagruparon burbujas. Por parte de las familias "no hemos recibido mayores quejas porque todo se desarrolla con el protocolo en detalle y los cuidados sumamente necesarios".

Con una situación sanitaria en la ciudad que preocupa, una curva de casos positivos que crece y la disponibilidad de camas de internación que disminuye; desde el ámbito educativo sostienen que "el balance es bueno" en cuanto a los cuidados y la tarea de prevención.

Con informes en mano, mañana habrá una reunión con autoridades educativas y salud Municipal para medir el impacto en las instituciones educativas.

Garantizar presencialidad, prevenir contagios, aislar ante cualquier síntoma o contacto estrecho, distribuir espacios y dividir grupos… Los tiempos de Covid requieren nuevas metodologías educativas y un plan en marcha que por el momento pareciera estar dando buenos resultados.