El intendente Galli anunció el pasado lunes la habilitación de reuniones sociales y corporativas y, si bien las formas parecen lejos de las expectativas de los empresarios olavarrienses agrupados en APSEO (Agrupación Proveedores de Servicios de Eventos de Olavarría), celebraron al menos una reapertura de la actividad casi 9 meses después de un parate absoluto.

En este tono fueron las declaraciones de Mónica Hernando y Emiliano Ruiz, dos de los principales referentes del sector que tendrá hoy a las 18 una reunión en el Club Social para analizar características de esta nueva normalidad, quizás con los protocolos en la mano.

El sector comprende a barras móviles - barras de cerveza, ambientadores, catering, DJ sonido e iluminación, diseñadores - modistas, diseño gráfico, fotógrafos, mesas dulces - cascadas de chocolate - barras de helado, organizadores de eventos, peloteros, quintas, salones, shows y videógrafos.

Como servicios complementarios incluye a juegos inflables, alquiler de carpas, alquiler de mantelería y fundas, alquiler de mobiliario, alquiler de pantallas, alquiler de vajilla, cabinas de fotos, cotillones, maquilladores y peluqueros.

"Lo más importante no es aún lo que vamos a poder hacer, porque no tenemos precisiones en la mano, sino que se abrió una puertita cuando teníamos todas las puertas cerradas" destacó Mónica Hernando.

Por un lado destacó "estamos viendo una luz al final del camino", pero aclaró "esto no nos alcanza, porque Olavarría no tiene tantos lugares para hacer eventos al aire libre".

"Nos servirá para aprovechar una época de despedidas de fin de año en las empresas, que se hacen sin bailes muchas de ellas. Ahora queda esperar el decreto del intendente. Obviamente levantamos la movilización (prevista para ayer) porque vimos con buenos ojos que Galli se haya preocupado por nosotros y que nos tenga en cuenta, sabiendo que a nivel provincial aún no están habilitados los eventos sociales" indicó.

Echando la vista atrás, Mónica Hernando señaló que "la parte eventos fue el rubro más complicado de todos en esta cuarentena" y describió lo paradójico que resulta que "fiestas en este momento hay, pero son todas ilegales. Hay fiestas de 15, cumpleaños, casamientos, pero al no estar permitida nuestra actividad, nosotros no podíamos trabajar".

Estos meses de inactividad no sólo han significado una merma laboral a cero, sino un brutal perjuicio económico para el sector.

"Las pérdidas económicas han sido muchas" afirmó, y como ejemplo reveló que "en Olavarría sólo quedan dos peloteros, se han cerrado un montón de salones, muchos ambientadores empezaron a subsistir vendiendo las cosas de decoración, los DJ han vendido sus equipos. Los fotógrafos son los únicos, en su rubro, que dentro de todo han podido trabajar".

"La nuestra es una actividad que no está reconocida por la AFIP. No existe el rubro ''eventos'', entonces los DJ algunos están dentro del oficio de electricistas; algunos ambientadores están como ''profesor de arte'' y ellos no tuvieron acceso a los ATP; el servicio de catering se inscribe dentro fraccionamiento de comida y, como comida se puede vender, tampoco accedieron a los ATP. A todos nos fue pasando esto" describió Mónica Hernando.

"No llegamos a ninguna ayuda de Estado porque nuestro rubro no está catalogado específicamente. No existimos y recién ahora, a nivel político, se dieron cuenta de que el rubro evento es tan importante" señaló.

"Es tan grande nuestra actividad que, con la diferencia en el tipo de cambio, la Argentina se volvió un destino muy apetecible para el ''turismo de eventos''. Simplemente porque casarse en el país es muy barato para un europeo y, como a nivel mundial están en auge los ''casamientos de destino'', la Argentina resulta baratísimo" explicó.

En los cajones de los escritorios de las legislaturas descansan decenas de proyectos y de pedidos para adecuar la situación de eventos.

"Hicimos las gestiones que se pueden imaginar. Pero terminan ahí, cajoneados y sólo recibimos promesas" lamentó.

Mónica, además de ser parte de APSEO, integra la Asociación de Organizadores de Fiestas, Reuniones y Eventos Empresariales de la República Argentina (AOFREP) liderada por Silvia Amarante, y otro colectivo de similares características generado a nivel provincial en esta pandemia.

"Estamos pidiendo que exista una matrícula para los organizadores de eventos, al contar con una matrícula lograríamos una categoría de la AFIP a la que incorporarnos" indicó.

Mónica dio detalles de las complicaciones que deberán afrontar cuando se estabilice algo parecido a la "vieja normalidad".

"Yo tenía este fin de semana un cumpleaños de 15. En alguna fecha vamos a festejar ''Mis Dulces 16''. Es una estrategia de marketing para que las nenas no se pierdan la fiesta, como antes se festejaban los 16 y no los 15, y en Latinoamérica se celebran los 16 en lugar de los 15".

"Pero al papá de la nena le tendremos que cobrar el 45% más del 80% del servicio, porque el catering no va a ser lo mismo en marzo de 2021 que en marzo de 2020, los sueldos lo mismo. Todas esas cosas complicarán la vuelta de los eventos" previó.

Emiliano Ruiz es un ambientador líder en la Ciudad, con amplísima experiencia en la organización de eventos sociales.

"Nos movilizó el ver lo está pasando en los Parques todos los días, los fines de semana que hay música con un masivo tránsito de gente, que en los bares y restaurantes no se estaban respetando los protocolos porque veíamos gente sin barbijos, gente sin reserva que se quedaba varias horas, y el detonante fue el velatorio de Maradona" explicó.

"Nunca supieron las autoridades decirnos la fecha de regreso, hasta que el lunes nos ganaron de mano y nos dieron esta posibilidad de trabajar cuando nosotros teníamos prevista una movilización (para ayer). Ahora estamos esperando la normativa que regirá en adelante" comentó.

Gastronomía, ambientación, seguridad y cada una de las partes que intervienen en los eventos sociales tendrán especificada la modalidad de trabajo para la reapertura.

En su caso, Emiliano conoció un adelanto del protocolo que indica horarios de trabajo, reducida cantidad de empleados, normas de bioseguridad, materiales secos (no estarán permitidas las flores naturales, ni el uso de agua), no habrá manteles, y una distancia considerable entre las mesas y entre los comensales.

También se pudo conocer que la interacción entre los invitados (por ejemplo, bailes) no estará permitida; que lo gastronómico deberá reducirse a un menú tipo vianda individual, las bebidas en botellas individuales, no estarán autorizadas las mesas de fiambres, tampoco la mesa de dulces, los brindis se restringirán al alzado de una copa, entre otras cosas.