¿Acá en Olavarría hay muchas cementeras y canteras, así como caleras, y eso se ve mucho en esos lugares de trabajo, no?

Las industrias mayoritarias que hay en Olavarría, que son las cementeras o las canteras de piedra granítica, son lugares donde se genera polvo por la trituración de piedras. En las cerámicas también, que son grandes. Ahí es donde se centralizan este tipo de mediciones, al menos en nuestra ciudad. Nosotros trabajamos para Loma Negra, para Cementos Avellaneda y para la mayoría de las canteras. Esto es algo que si bien existe hace mucho tiempo se empezó a estandarizar, a hacerse más regularmente de la mano de las cementeras que fueron las que trajeron el tema, y ahora se fue difundiendo y lo hacen prácticamente todas las canteras y empresas, así como las cerámicas. Además, es una exigencia del sindicato (AOMA) que se ocupa del tema ya que lo conoce perfectamente, lo tiene claro y lo controla. Hay medidas de mitigación, desde confinamiento de las cintas, el riego de las cintas, regar los caminos. Hay muchas cosas que se pueden hacer para mitigar esto, pero sigue presente.

¿Es imposible eliminarlo completamente?

Eliminarlo en un 100 por ciento es imposible, pero sí se puede mejorar. Se parte de la solución tecnológica o de ingeniería en un extremo, y en el otro extremo está el barbijo que es el EPP (Elemento de Protección Personal). La idea es que la máquina, la trituradora, la cinta, no produzcan el polvo. Si lo producen, que se pueda captar con un filtro o con un confinamiento y retenerlo. Llegado el caso que no se pueda eliminar o contener, hay que tratar de que la persona esté aislada, en una cabina. Y por último viene la mascarilla. Pero en todos los casos se hacen medificiones para ver dónde estamos parados, inclusive para ver qué efectos tienen las medidas que se vienen implementando.

¿Eso se hace con todos los trabajadores?

Se hacen muestras. No se cubre el 100 por ciento de los trabajadores normalmente, se van rotando y se hacen muestras, y en función de lo que va resultando lo vas priorizando y también se van rotando a través de los años, depende la empresa, con mayor o menor cobertura y también tiene que ver con el estado si se está generando polvo o no, inclusive con algún problema de salud. Se va direccionando, no se mide a lo masivo porque son estudios relativamente costosos y trabajosos, pero sí se va direccionando para sacar las muestras para ver dónde está el punto más complicado que se llama punto de interés, es decir donde está el problema.

¿Cuáles son las consecuencias que puede tener un trabajador al absorber ese polvo?

Dependiendo del tipo de polvo, puede ser EPOC, problemas respiratorios de todo tipo, así como agravamiento de cualquier patología que tenga en la parte respiratoria y el más conocido, el problema extremo, es la silicosis. Pero esto último es muy puntual, que ocurre con un tipo de material específico que es el sílice cristalino. No es lo mayoritario en Olavarría lo de la silicosis y tengo conocimiento que hubo un solo caso, que yo conozco, al día de la fecha.

¿Si no se pone una protección ese polvo va quedando en el organismo y se hace difícil expulsarlo?

El organismo lo va expulsando, pero termina haciendo daño. Cuanto más fino es el polvo, cuando más pequeñas son las partículas, más penetra. Las partículas grandes las retiene en la nariz. En la medida que va avanzando por todo el sistema respiratorio las partículas grandes se van quedando en distintas partes, pero las más chiquitas -que son el PM 10 o PM2.5, que se llama así de acuerdo con la norma europea que acá todavía no usamos- terminan obstruyendo los pulmones, complica a los bronquios, es decir al final del sistema. Cuanto más finitas y chiquitas son las partículas, son más complicadas, y dependiendo también de la forma aeróbica ya que la cristalina es la más perjudicial que está presente en Olavarría.

¿En caso caso de albañiles o trabajadores que están permanentemente con arena, también están en peligro con el polvo?

Sí, están expuestos. Tal vez no están expuestos durante todo el día dependiendo la obra que están haciendo, pero sí lo están. Vienen con el material. Las obras están generalmente al aire libre y vuela un poco menos de viento, hay algunas cosas mejores que en una cantera. Pero nosotros hemos realizado estudios en ese tipo de obras, así que no conocemos ese tema a fondo ni los resultados. Sí lo conocemos en las canteras o cementeras, ya que es un tema que se sigue, se mide, se controla. En grandes obras públicas tampoco hemos hecho estudios para conocer el impacto.

¿Cuál es la metodología de medición?

Se usan unas bombas que se llaman de caudal constante que hacen pasar el aire por un sistema de selección. Primero filtra separando las partículas por tamaño y nos vamos a las partículas de interés, que son las menores a 10 micrones, y pasa posteriormente por una membrana, un filtro. Ese filtro tiene la pre-pesada y la pos-pesada, que nosotros lo hacemos con laboratorios de Buenos Aires o bien con la Facultad de Olavarría, ya que la facultad de ingeniería tiene muy desarrollado este tema. Para nosotros, inclusive, significa un apoyo importantísimo, primero por la credibilidad y luego por los equipos y la capacitación que tiene, y la doctora Pamela Ramos nos asiste en todo esto. Además de la velocidad con la que se hace, ya que nosotros sacamos la muestra, se la llevo y para el día siguiente nos dan el informe, por lo que las medidas correctivas se hacen rápidamente. En cuanto al estudio de sílice cristalina hay que enviarlo a Buenos Aires y tarda quince días, y es bastante más fino, pero no hemos detectado problemas de sílice cristalina. Sí de PM particulado. Loma Negra hace un análisis más fino todavía dentro de sílice cristalina, con las partículas que pueden ser más peligrosas todavía, y es algo muy caro y son dos laboratorios que lo hacen en la Argentina e inclusive nosotros lo llevamos al INTI. Esto ayuda a toda la industria. Las cementeras pueden afrontar estos costos y marcan el camino en este aspecto, porque desarrollan todo y nosotros lo podemos aplicar a clientes más chicos. Ahora sabemos dónde estamos parados, pero no hemos encontrado problemas graves.

¿Cuando hay un resultado de un estudio, es puntual y se sabe qué operario puede estar complicado con la absorción de polvo?

Sí. Las muestras son personales. De todas maneras, da un parámetro de la tarea que está desarrollando y dónde. Distintas personas haciendo la misma tarea pueden tener resultados levemente diferentes, tal vez por la manera de hacerlo, y de ahí se puede sacar información también al respecto. Pero las medidas correctivas tienen que ser inmediatas, más allá de usar los famosos barbijos N95 que retienen el 95% de las partículas, hay que tratar de eliminar el polvo antes. La idea es que no llegue al organismo. Hay algo importante: hay que separar lo cómodo o confortable de lo seguro. Que un estudio de material particulado dé que la dosis es tolerable o esté dentro del rango de lo tolerable, no quiere decir que sea cómodo. En sí, el polvo es molesto hasta cuando se pega en el cuerpo y se puede aceptar con un riesgo aceptable, pero no es lo mismo para personas que tienen alguna preexistencia; ahí es diferente, con un asmático, si tiene EPOC, o un fumador empedernido, personas con tuberculosis. Así que no se puede poner a un trabajador en cualquier puesto, ya que el efecto que produce es rápido.